Muere Kirk Douglas, leyenda del viejo Hollywood, a los 103 años

Muere Kirk Douglas, leyenda del viejo Hollywood, a los 103 años

Kirk Douglas, último gran actor del viejo Hollywood y protagonista de Espartaco y Senderos de gloria, entre otras películas, ha fallecido el miércoles en Los Ángeles a los 103 años. "Mi hermano y yo anunciamos con tremendo pesar que Kirk Douglas nos ha dejado hoy a la edad de 103 años", ha escrito su hijo Michael Douglas en su cuenta de Instagram.

"Con tremenda tristeza, mis hermanos y yo anunciamos que Kirk Douglas nos ha dejado hoy a la edad de 103 años", comienza el actor. "Para el mundo era una leyenda, un actor de la edad dorada del cine que vivió hasta bien entrados sus años dorados, un filántropo cuya entrega a la justicia y a las causas en las que creía fijaron un estándar al que todos podemos aspirar. Pero para mí y para mis hermanos Joel y Peter era simplemente 'papá', para Catherine [Zeta Jones], un suegro maravilloso, para sus nietos y bisnietos, su querido abuelo y para su esposa Anne, un marido maravilloso".

"Kirk tuvo una vida bien vivida, y deja un legado en el cine que perdurará durante generaciones, y una historia como filántropo de renombre que trabajó para ayudar al público y traer paz al planeta. Permitidme terminar con las palabras que le dije en su último cumpleaños y que siempre serán verdaderas: 'Papá, te quiero mucho y estoy muy orgulloso de ser tu hijo", concluye.

Nacido en Amsterdam (Nueva York) con el nombre de Issur Danielovitch, Douglas conoció una infancia miserable en el seno de una familia de inmigrantes rusos, tal y como narró en sus memorias El hijo del trapero.  Tras probar suerte con multitud de trabajos, desde la lucha libre a una temporada en el ejército, se hizo un hueco como locutor y actor de voz hasta que un favor de su amiga Lauren Bacall le permitió debutar en el cine con El extraño amor de Martha Ivers (1946).

Extensísima y variadísima en temas y estilos, la carrera de Kirk Douglas abarca desde clásicos del noir (Retorno al pasado, 1947) a maravillas del drama (Cautivos del mal, 1952, El gran carnaval, 1951) y ejemplos señeros del cine de acción y aventuras (20.000 leguas de viaje submarino, 1954, Los vikingos, 1958). Su mejor amigo en la industria fue siempre Burt Lancaster, con quien trabajó en películas como Duelo de titanes, Siete días de mayo y la postrera Otra ciudad, otra ley.

Conocido por su mal carácter ("Tengo fama de ser un hijo de puta, y estoy orgulloso de ello", afirmó), su voluntad de hierro le permitió desafiar al 'macartismo' y sus listas negras para que el guionista Dalton Trumbo figurase en los créditos de Espartaco. Y, en esa misma película, también le permitió plantarle cara a todo un tirano del set como Stanley Kubrick, cuya carrera lanzó y al que describió, años más tarde, como "un trozo de mierda con talento". 

En 1996, Douglas sufrió un ictus que afectó a su capacidad de hablar. Tras escribir un libro sobre su experiencia como paciente y donar ingentes cantidades de dinero a fundaciones y ONG, en 2009 protagonizó un espectáculo teatral titulado Antes de que se me olvide. Fue su último papel.