Muere el actor Daniel Dicenta

Los genes de Daniel Dicenta siempre estuvieron vinculados al teatro. Fue nieto (de Joaquín Dicenta), hijo (de Manuel Dicenta) y padre (de Natalia Dicenta) de actores y dramaturgos, estuvo casado con la actriz Lola Herrera, y su trayectoria profesional sobre las tablas se desarrolló con intesa regularidad y reconocimiento crítico desde los años 60. Su rostro y reconocible voz grave también eran muy habituales en la pequeña pantalla gracias a las emisiones de Novela, Estudio 1 o Primera fila.El actor, nacido en Valencia en 1937 y fallecido esta mañana en Madrid según ha comunicado AISGE (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión) y publicado Europa Press, debutó en el cine con un pequeño papel en La verbena de la Paloma de José Luis Sáenz de Heredia (1963) y aunque tuvo muy contadas incursiones en la gran pantalla logró ser recordado por su visceral interpretación de Gregorio Valero Contreras en El crimen de Cuenca (Pilar Miró, 1980) [fotografía de arriba].

También en aquella época, coincidiendo con su mayor popularidad, también protagonizó el insólito docudrama Función de noche de Josefina Molina (1981), donde reproduce y vive un enfrentamiento de fuerte carga íntima con su exmujer Lola Herrera en el backstage de una de las representaciones de Cinco horas con Mario que ella protagonizaba. A medida que iba desapareciendo de los escenarios a finales de los 80, Dicenta también desarrolló una interesante carrera profesional como doblador, encargándose de la voz española de Robert Englund como Freddy Krueger en las últimas entregas de Pesadilla en Elm Street, Peter Stormare en Fargo o docenas de voces secundarias perfectamente reconocibles.