Muere Antonio Isasi-Isasmendi, maestro español del cine de género

En España, hay cosas que no pueden hacerse. O, al menos, eso parece. Y una de ellas es un cine de género (sobre todo, del género de acción) sofisticado y cosmopolita, según los modelos de Hollywood. Claro que siempre hay alguien que intenta lo imposible, como Antonio Isasi-Isasmendi.  El director y productor español, que falleció ayer en Ibiza a los 90 años de edad, se prodigó en filmes que se saltaban esa ley no escrita, como Las Vegas, 500 millones y Estambul 65.

Antes de firmar algunos de los mejores thrillers rodados en España, Isasi trabajó como botones en una productora, para después ejercer como montador, guionista y diseñador de producción en filmes de Edgar Neville, Francisco Rovira Veleta, Ignacio F. Iquino o Julio Salvador, para quien escribió junto a Julio Coll la formidable Apartado de correos 1001 (1950). En 1954, debutó en largo con Relato policíaco, y fundó su propia productora en 1956. Desde entonces, fue uno de los directores que forjaron la edad de oro del cine de intriga en España.

Y, a partir de 1963 (La máscara de Scaramouche), Isasi se lanzó a esas producciones con aspiraciones internacionales, protagonizadas por estrellas extranjeras de mediano tronío (Horst Buchholz, Karl Malden, Elke Sommer...) y que, por raro que parezca, llegaban a venderse a países extranjeros. Tras El perro (1977), el cineasta pasó 11 años sin dirigir, y cuando volvió fue para adaptar El aire de un crimen, la novela más 'accesible' de un escritor tan hermético como Juan Benet. Ese filme, estrenado en 1988, fue su último trabajo. En 2000 se le concedió el Goya honorario a toda su carrera.