
Las salas de juntas de la Academia de Hollywood se enfrentan desde hoy a un nuevo desafío: además de albergar los actos asociados a los Oscar, con todo el trajín que suponen, tendrán que acomodar en su interior al corpachón de todo un Michael Moore. El director de Bowling for Columbine y Capitalismo, una historia de amor ha sido elegido para la junta directiva de la veterana institución.
Además de Moore, que aún no ha hecho declaraciones al respecto, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (su larguísimo nombre completo) ha incorporado a su órgano rector a Kathryn Bigelow, primera mujer en ganar un Oscar al Mejor Director (por En tierra hostil).
El trío de recién elegidos se completa con Anne V. Coates, montadora británica en cuyo impresionante currículum vitae figuran trabajos con David Lean (Lawrence de Arabia, nada menos), Michael Powell (Las zapatillas rojas, uno de los clásicos de nuestro Jess Franco), David Lynch (El hombre elefante) y en la multioscarizada Erin Brokovich de Julia Roberts y Stephen Soderbergh.
Recordemos que la institución tiene 15 departamentos, correspondiente cada uno a una profesión del mundo del cine. Cada uno de los departamentos (salvo el de maquillaje) cuenta con tres representantes. De este modo, Bigelow, Moore y Coates están desde ahora en compañía de peces tan gordos como Tom Hanks (en la categoría de actores), el director de El último samurai, Edward Zwick, y el productor y guionista de Los Simpson, James L. Brooks. Sin olvidar a Caleb Deschanel (papá de Zooey), representante de los directores de fotografía.
¿Suavizará Moore sus proclamas políticas ahora que ha conseguido un sillón? ¿O pronto oiremos rumores sobre sus broncas con la derechista Bigelow?
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