[SPOILER] El mayor 'easter egg' de 'Vengadores: Infinity War' está en su último plano

Si has visto ya Vengadores: Infinity War, seguro que te has planteado dos cosas: la primera, recorrer a fondo nuestro Repaso Marvel para redescubrir el largo camino que nos ha llevado hasta aquí… y, la segunda, reflexionar sobre ese final tan inesperado y cuya mera mención es, por supuesto, un ENORME SPOILER. Si aún no has presenciado el gran combate de Iron Man, el Capitán América y compañía contra Thanos, no sigas leyendo…

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¿Sigues ahí? Bien. Como íbamos diciendo, el final de Infinity War ha dejado a más de un y más de una marvel zombie con los ojos trabiscornaos: ¿de verdad es posible que, tras haber liquidado a la mitad de la población del universo, ese bastardo de Thanos acabe retirándose a una granja? Pues sí, es posible. Porque, con esa imagen, los hermanos Russo no sólo recalcan que su película ha terminado con una derrota total para los Vengadores. También rinden homenaje a El Guantelete del Infinito, un cómic sin el que su película no existiría.

Escrito por Jim Starlin, el creador de Thanos, y dibujado por Ron Lim y el gran George Pérez, El guantelete del infinito se publicó en 1991. A lo largo de sus seis números, esta colección nos mostraba a un Titán Loco en posesión ya de las Gemas del Infinito (si querías saber cómo las había obtenido, era obligatorio leer la minserie Thanos Quest) y dispuesto a cargarse a la mitad de los seres vivos del cosmos para complacer a su amada, Muerte. De esta manera, Marvel tenía entre manos un gran crossover con sus héroes más populares, mientras que a Starlin se le presentaba una ocasión más para disertar sobre el destino, la culpabilidad, el tiempo, la fe y otros temas muy de su agrado. Todos salían ganando.

El argumento de El guantelete del infinito es lo bastante diferente al de Infinity War como para no explayarnos mucho sobre el tema. Dejémoslo en que, tras una sucesión de embrollos en los que se daban cita los Vengadores, Estela Plateada, Mefisto (el demonio tentador y marvelita por antonomasia) y una sucesión de personajes a cuál más extraño, Thanos parecía haber sido eliminado para los restos. Pero, en las últimas páginas de la historia, el lector se llevaba una sorpresa de órdago: el genocida cósmico no sólo seguía con vida sino que, tras tantas décadas sirviéndole de pagafantas a la Muerte y llevándose collejas de Adam Warlock, el Capitán Marvel y demás paladines cósmicos, decidía replantearse sus metas convirtiéndose en un sencillo granjero. El cómic acaba con la viñeta que puedes ver abajo:

Efectivamente: el final de Vengadores: Infinity War tiene sus raíces aquí. En el cómic original, la gracia estaba en ver cómo uno de los personajes más siniestros de Marvel aparcaba su carrera de supervillano y se iba de rositas tras sus crímenes. El equivalente cinematográfico de esta viñeta, por su parte, funciona como un guiño al original y también como un respiro para Thanos antes de la previsible paliza que sufrirá en Avengers 4. En cualquier caso, podemos quedarnos con su deliciosa frase final: "El poder. Qué mercancía tan efímera: difícil de ganar, fácil de perder. Y pensar que una vez creí haberlo comprendido… qué vanidad".