Más allá de 'Rocky': Tres joyas poco conocidas de John G. Avildsen

Hace un par de días nos tocaba despedir a John G. Avildsen, cineasta con una mano especial para hablar de los más desfavorecidos y de su lucha contra el sistema. En 1977, este antiguo ayudante de Otto Preminger conseguiría un Oscar gracias a Rocky, saga a la que volvería en la quinta entrega y que marcaría su carrera, pero más allá de las andanzas de Rocky Balboa (y de la saga Karate Kid), Avildsen fue un cineasta con una carrera particular que esconde algunas joyas no muy conocidas.

Clásico de videoclub que se adelantó al fenómeno del cine de vigilantes y que en manos de una distribuidora como la Cannon se convirtió en un éxito. Avildsen contaba la historia de un hombre que tras vengarse del novio de su hija (un hippie) conoce a Joe, un personaje machista, racista y obsesionado con que América había perdido su grandeza (ejem), quien se vuelve loco de alegría con el crimen que su nuevo amigo ha cometido.

La polémica que rodeó la película -glorificación del personaje fascista e imitadores, incluidos- se convirtió en un fantasma para Peter Boyle, que empezó a rechazar papeles que glorificaban la violencia y que sin conseguirlo, se pasó años intentando hacer una secuela escrita por él mismo y en la que Joe alcanzaba la redención.

Uno de los guionistas más importantes del Hollywood de los 70, Steve Shagan, daba sus primeros pasos en el negocio con este guion que terminó convirtiendo en novela. En él se contaba la historia de un empresario en crisis existencial que busca prender fuego a sus almacenes para cobrar el seguro de la compañía. Aunque fue un anunciado fracaso económico, la cinta sirvió para que Jack Lemmon -que había reducido su caché para poder protagonizar la película- se hiciera con el Oscar a Mejor Actor Principal.

En 1980, la pluma de Shagan volvería a cruzarse con Avildsen en otra de las películas más desconocidas de su carrera, La fórmula, un thriller con Marlon Brando y George C. Scott con el negocio petrolero como tasfondo.

Planteada como un gran éxito que unía a los productores de Tiburón, el director de Rocky y dos estrellas del Saturday Night Live como John Belushi y Dan Aykroyd, Mis locos vecinos fue un gran dolor de cabeza para Avildsen.

Basada en una novela de Thomas Berger, la película cuenta la historia de un gris padre de familia que debe aprender a convivir con una desagradable pareja que se han convertido en sus nuevos vecinos. Y algo así debió experimentar el cineasta, que se cuenta que jamás consiguió llevarse con las dos estrellas de la película, los cuales decidieron intercambiarse los papeles y empezaron a presionar a los productores para que despidieran a Avildsen, al que consideraban incapaz de hacer comedia.

Desgraciadamente, se convertiría en la última película de Belushi, quien moriría poco tiempo después a causa del consumo de droga.