Los Oscar 2020 hicieron historia, pero no memes

Lo único viral de una gala aburridísima fueron los 'Parásitos' de Bong Joon-ho.
Los Oscar 2020 hicieron historia, pero no memes
Los Oscar 2020 hicieron historia, pero no memes
Los Oscar 2020 hicieron historia, pero no memes

A la historia no le gustan los memes. Por eso el palmarés de los Oscar más sorprendentes de la historia, los premios que se atrevieron a encumbrar por vez primera a una película de habla no inglesa, producida fuera de EE UU y el Reino Unido, sin rastro de capital de Hollywood, sucedieron en la gala más anodina que se recuerda. Parásitos, la película coreana del maestro Bong Joon-ho (que ya llevaba años dejando joyas como Memories of Murder, The Host, Snowpiercer y Okja) puso patas arriba el corazón occidental (y anglosajón) del Dolby Theatre. El cineasta de Corea del Sur y su extraordinaria película fueron más allá que los cineastas mexicanos premiados y que las estatuíllas a mejor película de The Artist (francesa con coproducción de EE UU) y El último emperador (filme chino-italiano-francés, pero también británico), las únicas que ponían en duda el corralito USA-UK de los premios más populares del mundo.

Con su doblete a mejor película y mejor película internacional (por delante de Dolor y gloria), más los premios a dirección y guion original (recogidos los 4 personalmente por Bong, que iguala a los 4 que ganó Walt Disney en 1953), el indiscutible filme del año tras ganar la Palma de Oro en Cannes y llevarse el Oscar (sólo Marty, el drama del carnicero Ernest Borgnine dirigido por Delbert Mann lo había logrado en 1955) no tuvo competencia real, por más que 1917, el favorito previo, aguantase el tirón con 3 Oscar. Finalmente la historia no la hizo Sam Mendes con las trincheras de la I GM y el recuerdo de su abuelo tras las líneas enemigas, sino estos coreanos con una casa que va a pasar a la historia de la arquitectura fílmica y del reflejo de la lucha de clases que algunos creían extinguida.

Ni un sólo momento, ni un discurso que llevar a las portadas, ni un premio a españoles para despistar (la competencia de Almodóvar y Banderas era durísima, a Klaus le venció la mística de Toy Story 4), ni un instante que pueda competir con los registros del filme coreano. Sin anfitrión que condujese la gala ni mensajes hilados, no hubo competencia. Y mira que lo intentaron Brad Pitt (demasiado educado), Joaquin Phoenix (muy difuso hasta que recordó a su hermano River) y Renée Zellweger (topicazos heroicos). Sólo Sigourney Weaver, flanqueada por Capitana Marvel y Wonder Woman, se vio con fuerzas para gritar que todas las mujeres son superheroínas. Por lo demás, mucha canción, mucho número musical, Yesterday en un In Memoriam en el que sólo faltó el entierro de la mítica 20th Century Fox, casi ninguna referencia a Trump y ni un solo filón que explotar en redes. Ni siquiera Tom Hanks diciendo “Soy Espartaco” daba para meme. Para virales, los Parásitos de Bong Joon-ho.

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