Terror en un instituto francés: una película de los 60 provoca ataques de ansiedad y desmayos

'Los ojos sin rostro' (Georges Franju) continúa sembrando el caos más profundo seis décadas después de su estreno.
Terror en un instituto francés: una película de los 60 provoca ataques de ansiedad y desmayos
Terror en un instituto francés: una película de los 60 provoca ataques de ansiedad y desmayos
Terror en un instituto francés: una película de los 60 provoca ataques de ansiedad y desmayos

Georges Franju estrenaba en 1960 Les yeux sans visage (Los ojos sin rostro en España), un film que desde su mismo lanzamiento desató la polémica entre críticos y espectadores por su crudeza. Ya en los sesenta, el festival de Edimburgo fue testigo del terror entre el público que veía el título y que provocó hasta los desmayos de hasta siete personas. Esto no ha impedido que la película se convierta con los años en un clásico de terror de culto en Francia, de obligado visionado para los estudiantes.

Los alumnos de un instituto de Romorantin (una población en el centro de Francia) acudían a la cita del visionado de la película, celebrada por el centro educativo. 134 jóvenes de entre 16 y 17 años asistieron a un pase de la película en el cine Palace de la localidad. Lo que prometía ser otra cinta más de terror en blanco y negro, pronto traspasaría la pantalla.

Una oleada de terror

Los ojos sin rostro narra la historia de un cirujano que intenta reconstruir el rostro de su hija, que ha sido desfigurado debido a un accidente automovilístico. ¿La forma para llevarlo a cabo? Utilizar los trozos de cara de las mujeres a las que va secuestrando. Fue precisamente en una de las escenas en las que el médico se preparaba para retirar la piel de una de las mujeres cuando uno de los jóvenes asistentes perdió el conocimiento.

Esto hizo que su compañero más cercano intentara acudir en su ayuda, pero acababa sufriendo también un mareo. Esto fue el germen de un encadenamiento de crisis de ansiedad, que afectó hasta a 13 personas más. Esta tragedia paralizó inmediatamente la proyección e hizo que hasta cincuenta bomberos y veinte policías se personaran rápidamente en el lugar, buscando alguna posible fuga de monóxido de carbono que pudiera explicar esta gran reacción en masa. Sin embargo, no encontraron nada de esto, por lo que empezaron a preguntarse si todo había sido causado por la intensidad de la propia película.

El propio responsable del cine explicaba que : "el caos causado por el primer desmayo y el hecho de que quizás hacía un poco más de calor de lo habitual y una escena de tensión en la pantalla podrían explicar esta extraña ola de ataques". ¿Qué pensaría el propio Franju si se diera cuenta que su cine sigue teniendo el mismo efecto hoy en día? Lo que está claro es que el título del fundador de la Cinémathèque française sigue más presente que nunca.

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