"Los notarios de los Oscar se quedaron como pasmarotes"

Todos sabemos lo que pasó. El despiste (posiblemente motivado por unas fotos de Emma Stone), la cara de pasmado de Warren Beatty, la impaciencia de Faye Dunaway y el bochorno del equipo de La La Land (que había subido al estrado para recoger un premio que, en realidad, le correspondía a Moonlight) son de dominio público. Así como la antológica metedura de pata de Brian Cullinan y Martha Ruiz, los notarios de la empresa PwC (antigua Price Waterhouse Cooper) que deberían haber supervisado la entrega de los Oscar 2017. Pero, hasta ahora, había faltado el comentario de alguien directamente relacionado con la gala y con la Academia de Hollywood. Esas declaraciones ya están aquí.

Quien habla es Gary Natoli, director de escena de los Oscar desde 2009. Sus palabras, recogidas por The Wrap, no son nada clementes con Cullinan y Ruiz, quienes, a su juicio se quedaron "como pasmarotes". "Estoy seguro de que son buena gente, pero no tienen lo que hay que tener para esto. Necesitas a alguien seguro de sí mismo y que no tenga miedo", opina Natoli acerca de los notarios. Para mayor abundamiento, el director de escena asegura que él mismo habló con Cullinan, el día antes de la gala, acerca del protocolo establecido en el caso de que se adjudique algún premio por error.

Según Natoli, el error fatal de Cullinan y Ruiz fue no cumplir con una de las normas básicas de la Academia: que los notarios que supervisan los Oscar deben memorizar toda la lista de premiados (y guardarla en secreto riguroso, claro) para así evitar cualquier problema en el escenario. "Yo estaba entre bambalinas, junto a [el presentador] Jimmy Kimmel cuando anunciaron a La La Land. Nos quedamos allí durante 10 segundos, y, durante todo ese tiempo, Martha [Ruiz, la notario] estuvo a nuestro lado. Cuando sonó el título de La La Land, ella no hizo nada para llamar mi atención, no se movió del sitio. Y ella debería haberse aprendido los premiados de memoria".

Natoli prosigue explicando que Brian Cullinan fue quien se dio cuenta de la metedura de pata: "Tardó por lo menos un minuto, o un minuto y 15 segundos". Así pues, el propio Natoli y John Esposito, el otro director de escena, tuvieron que remediar el desaguisado: "Hicimos que Martha abriese el sobre, y lo que se leía allí era 'Moonlight". Entonces llegó el momento de la verdad: ¿quién se comería el marrón ante los responsables de las dos películas, el público del Teatro Kodak y la audiencia televisiva? "John [Esposito] quería que Cullinan saliese a escena, pero él no quería ir. Y Martha tampoco quería salir. Tuvimos que hacerles ir al escenario prácticamente a empujones, lo que me sorprendió mucho".

El director de escena añade que el diseño de las tarjetas también tiene parte de culpa, por lo lioso ("Están hechas pensando en la forma, no en la función"), pero también asegura que el disgusto de aquella noche no se lo quita nadie. "Trabajas para que todo salga bien en la gala, y, de repente, todo se va al traste. Aunque no sea culpa tuya, te sientes mal".