Los nominados a los Oscar de CINEMANÍA (III): Mejor Actor Principal

Un galán metido a 'marujo' hawaiano, un actor excesivo que opta por el silencio, un 'kamikaze' que pasa de supervillano a adicto al sexo... Estas son nuestras apuestas para la categoría reina de los intérpretes masculinos. Por YAGO GARCÍA
Los nominados a los Oscar de CINEMANÍA (III): Mejor Actor Principal
Los nominados a los Oscar de CINEMANÍA (III): Mejor Actor Principal
Los nominados a los Oscar de CINEMANÍA (III): Mejor Actor Principal

Tras haber pronosticado ya nuestras candidaturas a Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto y Mejor Actriz Principal, en CINEMANÍA seguimos jugando a futurólogos. Y esta vez la cosa ha sido difícil: si en la categoría de las intérpretes femeninas encontrábamos tantos grandes nombres que (salvo en un caso) resultaba difícil quedarnos sólo con cinco (más otros cinco futuribles), este año las nominaciones a Mejor Actor Principal se anuncian como un auténtico combate de pesos pesados. Un galán renunciando a su elegancia para dar vida a un marujo hawaiano, el rey de los excesos metido a espía lacónico, un kamikaze tan prolífico como genial, un ex niño bonito que hoy es un valor seguro y el protagonista de la gran sorpresa del año son los protagonistas de nuestra selección de hoy. Aquí les tenéis.

George Clooney por Los descendientesgeorge_clooney_oscar

¿Por qué nos gusta? Menuda impresión da el ver al actor más sexy, más elegante y más cool de Hollywood encarnando a un señor apático, malcasado y con unas camisas hawaianas horribles. Acostumbrado a sacar petróleo de sus repartos (véase a la Reese Whiterspoon de Election y al nominado Jack Nicholson de A propósito de Schmidt), el director Alexander Payne le ha proporcionado al gran George un estupendo marco para hacer virguerías. Por lo pronto, el canoso galán ya se ha llevado el premio de la National Board Of Review y una nominación a los Globos de Oro.

Pero no descartemos a... Ryan Gosling por Los idus de marzo. Dirigido por Clooney (qué casualidad), este rubiales se luce lo suyo en este drama político. Y, si no le nominan por esta, siempre puede obtener su candidatura gracias a Drive...

Gary Oldman por El topogary_oldman_oscar

¿Por qué nos gusta? Empieza en un segundo plano, de forma casi insignificante. Pero, conforme la historia avanza, su presencia en la pantalla crece hasta el punto de llenar el encuadre... Y de darnos miedo, mucho miedo. Ya desde antes de su rodaje, se comentaba que esta adaptación de la novela de John Le Carré sería el pretexto perfecto para que el actor inglés recibiera una candidatura al Oscar, cuando no una estatuilla. Lo cual podría compensar el hecho de que, tras una trayectoria llena de aciertos, la Academia no ha nominado a Oldman ni una sola vez.

Pero no descartemos a... Leonardo DiCaprio por J. Edgar. 'Leo' ha sido candidato al Oscar tres veces (la última por Diamante de sangre), pero la Academia se resiste a premiarle. Y, aunque Clint Eastwood haya patinado en este filme (o eso dice la crítica anglosajona), su protagonista se ha quedado a las puertas del galardón del Sindicato de Actores.

Michael Fassbender por Shamemichael_fassbender_oscar

¿Por qué nos gusta? Aficionado a los saltos a tumba abierta, Fassbender ha pasado de supervillano a sombrío galán romántico, y de psicoanalista a adicto al sexo (al de Carey Mulligan, concretamente) en tan solo un año. Si apostamos por su papel en la película de Steve McQueen es porque ha sido su rol más aclamado, pero la National Board Of Review le otorgó su premio a cuenta de todos los filmes protagonizados por él en 2011. La verdad, el mayor riesgo para su nominación es que los votos de los académicos se dividan entre tal avalancha de papeles gloriosos.

Pero no descartemos a... Tom Hardy por Warrior. Al igual que Fassbender, el villano de El caballero oscuro: la leyenda renace no ha descansado un solo segundo durante 2011. Si resultase nominado por este filme de boxeo y redención familiar, podría protagonizar un triunfo muy parecido al de su rival en la ficción Christian Bale cuando recibió la estatuilla por The Fighter. Irónico, ¿verdad?

¿Por qué nos gusta? Con permiso de DiCaprio, Pitt es el mejor ejemplo de que tras una cara bonita puede esconderse un actor inmenso. Valgan como prueba sus dos nominaciones, la primera (Doce monos) debida a su registro más desaforado, y la segunda (El extraño caso de Benjamin Button) merced a esa capacidad de derretirnos con una mirada. Para esta edición de los Oscar, el señor de Jolie no sólo se presenta con una historia de deporte y superación, de esas que tanto gustan a la Academia, sino que también lo hace con los elogios de los críticos de Nueva York (en forma de premio) y con una candidatura a los Globos de Oro debajo del brazo.

Pero no descartemos a... Woody Harrelson por Rampart. Drásticamente infravalorado en los comienzos de su carrera, como Pitt, y al igual que él nominado dos veces, Woody podría obtener una tercera candidatura gracias a su rol de poli corrupto en esta película. Por lo pronto, puede acreditar una nominación a los Independent Spirit Awards.

Jean Dujardin por The Artistjean_dujardin_oscar

¿Por qué nos gusta? Porque, si la Academia no nominase al protagonista del filme más exótico y sorprendente del año, sería un escándalo. Y porque, pese a la tradicional costumbre de hacer oídos sordos a los certámenes europeos, el hecho de que Dujardin se halla llevado el premio al mejor actor en el Festival de Cannes tiene que pesar en algo, ¿no? A diferencia de sus presuntos rivales, el actor francés no ofrece ningún tremendo estudio psicológico, sino una interpretación llena de ligereza y chispa que puede darnos grandes sorpresas a nivel de premios.

Pero no descartemos a... Joseph Gordon-Levitt por 50/50. ¿Otro intérprete aquejado del 'Síndrome de Tom Hanks'? Cualquiera sabe. El caso es que encarnar a un enfermo terminal (de cáncer, en este caso) que lucha contra su enfermedad resulta, a veces, una forma segura de llevarse el Oscar a casa.

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