Los grandes olvidados de las nominaciones a los Oscar

Los grandes olvidados de las nominaciones a los Oscar

Las nominaciones a los Oscar ya han llegado, y (como todos los años) ha habido en ellas lugar para las confirmaciones, las sorpresas... Y también las decepciones. Y, no es por nada, pero podemos asegurar que, en nuestras quinielas publicadas en diciembre, las hemos clavao, al menos en lo que en las categorías dramáticas y los premios al Mejor Director se refiere. ¡Si hasta previmos la nominación de Woody Allen como director por Midnight In Paris!

Pero, ahora que se ha pasado el subidón (matizable: ¿alguien dudaba de que Meryl Streep estaría en el candelero?) queda repasar lo menos agradable. Es decir, los olvidos y los ninguneos de la Academia hacia algunas de nuestras películas, actores y directores favoritos de 2011. ¿Estás de acuerdo con nosotros, o piensas que la Academia ha hecho bien dejando a alguno de estos nombres fuera de la lista?

Drive (Mejor Película)

¿Por qué es un olvido? Porque, tras ganar el premio al Mejor Director en Cannes, Nicolas Winding Refn ha conseguido lo que parecía imposible: que, salvo excepciones puntuales, tanto los más gafapastas como los más palomiteros del barrio salgamos de ver su filme con lágrimas en los ojos, tarareando "A real hero, a real human being..." y anhelando comprarnos una chupa con un escorpión en la espalda. Si esto no es un mérito lo bastante poderoso como para ocupar un lugar en la lista, que venga Walter Hill y lo vea.

Melancolía (Mejor Película)

¿Por qué es un olvido? Escándalos aparte, Lars Von Trier ha conseguido (por una vez, y sin que sirva de precedente) poner de acuerdo tanto a sus detractores como a sus fans, los cuales coinciden básicamente en que esta historia apocalíptica es su mejor filme. Y todo ello, tras el tsunami de controversias que supuso Anticristo. ¿Es que la Academia no tiene en cuenta a los chicos malos a la hora de repartir candidaturas? Pues apaga y vámonos.

Thomas Alfredson (Mejor Director por El Topo)

¿Por qué es un olvido? Una estructura complejísima, llena de flashbacks y de paranoia, y que pese a todo logra hacerse entender. Una dirección artística y una fotografía de esas que sólo brillan si las coordina una mano maestra. Y un trabajo con los actores por encima de lo sublime. ¿A que todos estos son méritos para una nominación bien grande? Menos mal que en la institución se han acordado de Gary Oldman, de Alberto Iglesias y del guión de Bridget O'Connor (RIP) y Peter Straughan: si no, se merecerían una temporadita en las mazmorras de Karla.

David Fincher (Mejor Director por Los hombres que no amaban a las mujeres)

¿Por qué es un olvido? Mira que todos lo decíamos: este año seguro que se lo dan. No es posible que, tras nominarle sólo dos veces y no otorgarle ni un solo premio, la Academia pase la ocasión de galardonar a uno de los mejores directores de nuestros días, aunque sea por un trabajo de encargo. Máxime, tras el chasco que supuso su ausencia de estatuilla por La red social. Pues que si quieres arroz, Catalina: salvo la nominación para Rooney Mara, Los hombres que no amaban a las mujeres sólo es candidata a cuatro Oscar técnicos.

Tilda Swinton (Mejor Actriz Principal por We Need To Talk About Kevin)

¿Por qué es un olvido? Sí, el papel es antipático. Sí, la historia es desagradable. Y sí, la actriz británica es una de esas profesionales poco afines al mainstream, que consigue sus logros más a través del oficio que del carisma. Pero una nominación al BAFTA y otra al Globo de Oro, más un Premio del Cine Europeo y diversas candidaturas y galardones de asociaciones de críticos, deberían implicar que la británica ha conseguido una de las interpretaciones del año. Pero la Academia no lo ve así: ¿sería un milagro su Oscar por Michael Clayton?

Michael Fassbender (Mejor Actor Principal por Shame)

¿Por qué es un olvido? Aquí está, cinemaníacos: la ausencia que, a juzgar por vuestros comentarios, todos estábais esperando leer. Y es que, desde luego, es criminal olvidarse de este hombre y de esta película, gracias a la cual sabemos que Fassbender (en memorables palabras de George Clooney) "puede jugar al golf sin manos". La Academia no tiene ninguna enmienda, porque, de parecerles demasiado provocativo este trabajo, podría haber nominado al irlandés-alemán como secundario por Un método peligroso o X-Men: Primera generación.

Leonardo DiCaprio (Mejor Actor Principal por J. Edgar)

¿Por qué es un olvido? Tras una nominación precoz (¿A quién ama Gilbert Grape?), la industria pasa a considerarte como una cara bonita más, aunque aceptes retos que otros intérpretes de más calado se pensarían dos veces y te conviertas en el icono romántico de una generación (Titanic). Tus únicas candidaturas como actor principal te llegan por filmes tan menores como El aviador y Diamante de sangre, y, cuando Clint Eastwood te ofrece en bandeja un papel que parece un cebo para las estatuillas... Van, y pasan de ti. ¿Qué tiene ese espabilado de Brad Pitt que no tengas tú, 'Leo'?

Shailene Wodley (Mejor Actriz de Reparto por Los descendientes)

¿Por qué es un olvido? Las cosas, como son: pocas actrices pueden mirar a los ojos de George Clooney sin pestañear y sin perder el pie, por mucho que el galán se vista con esas camisas tan espantosas. El filme de Alexander Payne se ha llevado un total de cinco nominaciones, entre ellas las correspondientes al Actor Principal, Película y Director. Cosa que nos parece muy bien, porque es un peliculón. Pero creemos que la Academia ha cometido un gran error menospreciando a esta jovenzuela, capaz de transmitir descaro adolescente y tragedia íntima a partes iguales.

Andy Serkis (Mejor Actor de Reparto por El origen del planeta de los simios)

¿Por qué es un olvido? Porque, para empezar, no nominar al rey del motion capture por cualquiera de las tres entregas de El Señor de los anillos no tuvo perdón de Sauron. Ahora, la institución ha repetido el crimen desdeñándole por un filme en el cual Serkis no sólo se nos mete en el bolsillo sin mostrar su rostro, sino que también se lleva por delante a todos sus compañeros de reparto sin pronunciar una sola palabra. Y, si encarnar a un chimpancé digital no es lo bastante para los académicos, los muy bachibuzuks podrían haberse acordado de su papel en Las aventuras de Tintín.

Albert Brooks (Mejor Actor de Reparto por Drive)

¿Por qué es un olvido? Sí, la película de Winding Refn nos ha gustado muchísimo. ¿Se nota? Pues vamos a recordar una de las razones por las cuales la amamos: Bernie Rose, ese mafioso de poca monta con el cual empatizamos, y al que hasta aprendemos a querer un poco, pese a contemplarle perpetrando una villanía tras otra. Hace falta mucho arte para que algo tan sencillo como sentarse en un sofá se convierta en un momento de derrumbe existencial.

Pedro Almodóvar (Mejor Guión Adaptado por La piel que habito)

¿Por qué es un olvido? Excesiva, poco verosímil, delirante, desquiciada... Pues sí, La piel que habito es todo eso, y muchas otras cosas más. Pero hace falta muchísimo talento para conciliar elementos tan dispares (extraídos de muchas influencias, no sólo de la novela original de Thierry Jonquet) y que el filme se aguante por sí solo, quedando como una de las obras más peculiares del manchego universal. Y sí, nos da rabia que Almodóvar no se haya llevado la nominación por ser español, ¿pasa algo?

¿Por qué es un olvido? Básicamente, porque es un peliculón. Puede que ignorar a Steven Spielberg como director por War Horse tenga delito, pero como ese filme va seis nominaciones bajo la pezuña, señalamos que la Academia ha cometido un gravísimo error omitiendo a Tintín en la categoría animada. Por más que nos gusten el resto de nominadas (sobre todo Chico y Rita, ¡faltaría más!), creemos que escenas como la persecución por las calles de Baghaar o el duelo de grúas, por no hablar de los motion capture de Jamie Bell y Andy Serkis, se merecen algo más que la enésima nominación para John Williams.

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