Los diez rostros de Javier Bardem

Los diez rostros de Javier Bardem

EL MACHO IBÉRICO

Jamón, jamón (Bigas Luna, 1992)

En el año de los fastos olímpicos, la Expo de Sevilla y el pelotazo, un joven nacido en Las Palmas de Gran Canaria nos dejaba ojipláticos gracias a su arte al explorar la anatomía de la también jovencísima Penélope Cruz. Además de demostrar cierto poder profético (la pareja acabaría siéndolo también en la vida real), Bigas Luna se marcó un buen repaso a los tópicos de la España más rural, en un filme que sabe a tortilla de patatas con cebolla.

EL ACTOR CANALLA

Extasis (Mariano Barroso, 1996)

Tras repetir con Bigas Luna en Huevos de oro (1994), Bardem llevó a cabo su primer duelo interpretativo de altura. El rival: un Federico Luppi en plenitud de facultades, padre secreto y tiránico capaz de someter a su vástago (delincuente metido a actor por casualidad) a tormentos tan angustiosos como el que aparece en este video. La vida es sueño... O más bien pesadilla.

EL 'GALANSOTE' DE TELENOVELA

Airbag (Juanma Bajo Ulloa, 1997)

Desde que vimos Airbag, siempre que alguien nos pregunta por nuestro culebrón favorito respondemos: "Amor Obsoleto". Para escándalo de Rosa María Sardá (señora de su casa) y deleite de Pilar Bardem (madre del artista), Bardem introdujo un breve, pero celebrado, toque de color latino en las aventuras farloperas de Karra Elejalde y sus compañeros de juerga.

LA BESTIA PARDA

Perdita Durango (Álex de la Iglesia, 1997)

El año de su encuentro con Almodóvar (en Carne trémula), nuestro protagonista se presenta en Hollywood protagonizando la aventura americana de Álex de la Iglesia. El actual presidente de la Academia de Cine supo extraer la faceta más descontrolada de Javier Bardem, con una ayuda de Rosie Pérez y sus encantos, y el resultado fue Romeo Dolorosa, un personaje tan excesivo como todos los del guionista Barry Gifford (Corazón salvaje).

EL ICONO GAY

Antes que anochezca (Julian Schnabel, 2000)

No es ningún secreto que, además de las fans femeninas, Javier Bardem cuenta con numerosos varones bebiendo los vientos por su persona. Dichos seguidores estrenaron el siglo XXI con estebiopic en el que nuestro hombre interpretaba al escritor cubano Reinaldo Arenas, represaliado primero y exiliado después a causa de su identidad sexual. Si en El precio del poder Al Pacinocausaba sensación por su dominio del acento cubano, Bardem rizó aquí el rizo con un crossoverlinguístico entre España, EE UU y el Caribe que le proporcionó su primera nominación al Oscar.

EL PARADO DE LARGA DURACIÓN

Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002)

El año de los 'titiriteros' y de las galas polémicas, nuestro protagonista encarnó el solito a una generación de obreros españoles en los que se había cebado la reconversión industrial. Su fino análisis del cuento La cigarra y la hormiga (expresado en una frase que no podemos reproducir aquí) vale por toda la película, y le valió (a él) su tercer Goya: ya había ganado sendos 'cabezones' por Días contados (1995, al actor de reparto) y Boca a boca (1996, al actor principal), pero este fue el primero (y esperemos que único) que recogió con un pin de "No a la guerra" en la solapa.

EL HÉROE TRÁGICO

Mar adentro (Alejandro Amenábar, 2004)

La cama. El jersey. La calva. El acento gallego. Y, sobre todo, esa dolorosa inmovilidad del cuello para abajo. La imagen de Javier Bardem en Mar adentro se convirtió en una figura icónica que dio la vuelta al mundo y granjeó un nuevo Goya para el intérprete, que daba vida (y muerte) al discapacitado suicida Ramón Sampedro.

EL PSICÓPATA CON 'PELAZO'

No es país para viejos (Joel Coen, Ethan Coen, 2008)

Lo sentimos por Josh Brolin, que nos cae genial, pero no hacía falta haber leído la novela deCormac McCarthy (autor también de La carretera) para saber que Bardem se las iba a hacer pasar canutas en este filme. Fan confeso de los Coen (su película favorita es Sangre fácil), nuestro héroe encajó como anillo al dedo en el mundo grotesco del tándem, acongojando a medio mundo con la peluca de Anton Chigurh, de profesión asesino en serie. Su recompensa no fue sólo la admiración internacional de crítica y público, ni el Oscar al mejor actor secundario, sino también un honor que sólo unos pocos iconos de la cultura pop pueden permitirse: aparecer en un episodio de Los Simpson.

EL BOHEMIO SEDUCTOR

Vicky Cristina Barcelona (Woody Allen, 2007)

Abordadas en un restaurante por un Bardem de grana y oro, las incautas guiris Scarlett Johansson Rebecca Hall expresan con su reacción sus actitudes ante la vida. Escandalizada, la Hall se quedará sin catar el melón, pero la avispada Scarlett se lanzará a sus brazos (y a los de Penélope Cruz, en un bollo para el recuerdo), propulsando así la aventura española de Woody Allen. Envidioso de la apostura de Javier, el maestro de Manhattan no se cansó de lanzarle improperios humorísticos en su diario de rodaje: "Es un actor de talento tan desbordante que necesita mi mano dura", escribió el muy ladino

EL TRIUNFADOR EN CANNES

Biutiful (Alejandro González Iñárritu, 2010)

Javier Bardem compareció muy ufano tras recoger su premio al mejor actor en el festival de Cannes 2010. Y no nos extraña: compartido con el italiano Elio Germano (Nuestra vida), su trofeo le sitúa como uno de los grandes del cine mundial, y todo gracias a un filme, Biutiful, en el que muchos han visto su mejor interpretación hasta la fecha. Que no es decir poco. En la agenda de nuestro hombre quedan futuros estrenos como Eat Pray Love (junto a Julia Roberts James Franco) y su colaboración con el director Terrence Malick (Malas tierras, La delgada línea roja), aún pendiente de ser bautizada. A sus cuarenta y un años, el actor más aclamado de España aún tiene mucha carrera por delante... Y allí estará CINEMANÍA para tomar buena nota de ella.