Los cines independientes de Reino Unido sorprenden con sus ganancias en plena sequía blockbuster

Desde el estallido de la pandemia casi no ha habido semana en la que algún estudio de Hollywood anunciara que suspendía un rodaje o que, sobre todo, aplazaba un gran estreno. Las consecuencias de estas gestiones, que dejaban a las salas de cine de todo el mundo en una situación muy precaria, se han empezado a dejar notar en los últimos días, cuando sabíamos del despido de trabajadores y del cierre temporal de Cineworld, una enorme exhibidora tanto en EE.UU. (donde opera con el sello Regal) como en Reino Unido.

Este último país, sin embargo, podría estar ofreciendo una pequeña esperanza para el sector. Según datos recogidos por The Guardian, que haya cerrado la mayor cadena de salas del país (la citada Cineworld) no ha implicado un descenso tan dramático como podría parecer en la afluencia de los espectadores, ya que varios cines independientes están registrando unas ganancias sólidas.

La cartelera de estos establecimientos ha ido nutriéndose de reposiciones, cine indie de estreno, ciclos e incluso películas que se habían estrenado previamente en streaming. Esta última estrategia, contrariamente a lo que pudiera parecer, ha dado buen resultado: los espectadores se han desplazado para revisar films que les gustaron previamente en pantalla grande, o han acudido al cine de turno atraídos por las críticas de un film estrenado en streaming.

HOME, en Manchester, es uno de los pequeños cines beneficiados por esta mutación del mercado, y su encargado Jason Wood lo explicaba así: "No hay forma de disimular que es una época difícil, y sentimos una gran empatía por la gente que está perdiendo sus trabajos. Pero es un momento emocionante para el cine independiente. Es importante reconocer que hay una industria más allá de la cultura blockbuster".

En este cine han triunfado, por ejemplo, reposiciones de cine extranjero como El odio de Mathieu Kassovitz y Memories of Murder del oscarizado Bong Joon-ho. Otro establecimiento que está consiguiendo sacar buenos números en esta situación es el Watersheld de Bristol, cuyo responsable Mark Cosgrove ha asegurado que "hay crisis, pero esta se encuentra en el modelo blockbuster".

"Ciertas voces sugieren que el cine está muerto porque la última película de Bond se ha retrasado. Pero hay muchas más películas ahí fuera". Por último, Mike Davies del cine Commodore (uno de los más antiguos del país), muestra una mayor inquietud. "Los estudios y distribuidores no lo están viendo con la suficiente perspectiva. Cuando finalmente estrenen sus blockbusters quizá no haya tantos cines donde proyectarlos".

Sin tiempo para morir, Dune y Viuda Negra son algunos de los últimos estrenos que sus respectivas majors han decidido mandar a 2021, a los que hay que sumar el traspaso directo de Mulan y Soul al streaming. "Aguantaremos. No nos rendiremos", concluía Davies, en un mantra que podría resumir al completo 2020.