[littlesecretfilm] 'Los amigos raros': La vida es un 'reality'

La nueva etapa del proyecto littlesecretfilm en colaboración con Calle 13 estrena cada mes en el canal un largometraje producido al amparo del decálogo (con algunas modificaciones, como la predilección por el suspense, el thriller o el terror) que después pasa a estar disponible para su visión online. Así hasta un total de 13 películas. Después de #RealMovie (Pablo Maqueda), Nunca he estado en Poughkeepsie (Ángel Sala), Estado de regresión (Álex Mendíbil), Uranes (Chema García Ibarra), La lava en los labios (Jordi Costa), Obra 67 (David Sainz), Detective Deketto (Venga Monjas) y Todos tus secretos (Manuel Bartual), hoy lunes 31 de marzo (00:30 h.) se emitirá la nueva película: Los amigos raros, dirigida por Roberto Pérez Toledo.

Es curioso cómo se han dado el relevo dentro de la experiencia #littlesecretfilm por Calle 13 dos películas centradas en grupos de amigos jóvenes y con parlamentos frontales a cámara, por todo lo demás tan distintas como Todos tus secretos y Los amigos raros. Como viene sucediendo con la mayoría de los realizadores del proyecto, la escasez de medios y limitación temporal benefician a la segunda película de Roberto Pérez Toledo, si bien es cierto que se trata de un director muy experimentado en el cortometraje, liberándola del corsé académico que pudiera constreñir a su ópera prima (Seis puntos sobre Emma) y permitiendo que brille más notablemente la dirección naturalista de actores o la interrelación que se forma entre —esto me parece importante y positivo— personajes de dudosa simpatía.

Esto último es notable ante todo en lo referenre a Sam, el protagonista al que conocemos a través de flashbacks según sus numerosos "amigos raros" —amistades difuminadas en diversas manifestaciones de afecto que en términos de estado de Facebook llamaríamos relaciones del tipo "es complicado"—, reunidos en el cementerio ante su lápida después de que se haya suicidado. Pérez Toledo juega con la fiabilidad de un puñado de narradores enfrentados ante el escrutinio impasible de una cámara frente a la que desgranan los pormenores de su relación con Sam. El dispositivo confesional de cualquier reality televisivo, con sus mismas expansiones de los límites de la veracidad, se enfoca sobre los vínculos de unión y desunión entre el proyecto de cineasta fallecido y las diversas personas que en algún momento fueron absorbidas por su campo gravitatorio para después ser expulsadas con la misma potencia.

Mientras que a nivel de estructura —una nueva división por fragmentos temporales numerados, como en Seis puntos sobre Emma, con la que incluso comparte una imagen ya fetiche en la filmografía del director— y de argumento Los amigos raros funciona a toda velocidad —salvo quizás por la imperiosa necesidad de cerrar el final con una revelación que no habría molestado de haberse quedado en el tintero—, la forma puede llegar a vulgarizar el resultado. Mientras que las "confesiones" a cámara fija del ramillete de actores dan buena cuenta de sus diversos rangos de talento, las interacciones se resquebrajan cuando las rompe el montaje de contraplanos al raso y se elevan en las raras ocasiones en las que son mantenidas en planos largos. Si la naturalidad es el mayor valor de un enfoque, mejor servirla sin cortes.

Los amigos raros se estrena hoy 31 de marzo en Calle 13 (00:30 h.). Posteriormente podrá verse de forma gratuita en calle13.es

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