Las lágrimas de Laurence Fishburne y el pesar de Keanu Reeves al recordar a Lance Reddick en 'John Wick 4'

El repentino fallecimiento del actor Lance Reddick a los 60 años hace cuatro días, el pasado 17 de marzo, causó una enorme conmoción, sobre todo porque volvía a estar de actualidad con su participación en la cuarta entrega de John Wick, que se estrena este mismo viernes día 24, y en la que estaba totalmente entregado en la promoción de la película.

Una muerte que cogió especialmente por sorpresa al equipo artístico y técnico de la película y en una saga en la que Reddick desempeñaba un papel bastante secundario, pero de los que no se olvidan, interpretando a Charon, el eficiente y calmado conserje del Hotel Continental de Nueva York, siempre manteniendo la compostura y siendo fiel a Winston (Ian McShane), el propietario del establecimiento (y zona neutral "consagrada") que hospeda a toda clase de asesinos a sueldo al servicio de la Alta Mesa (aunque seguro que en John Wick 4 las reglas van a cambiar).

Y el fallecido actor, nacido en Baltimore, y con casi cuarenta participaciones en cine o series a sus espaldas, como en la mítica The Wire de HBO, fue otra vez estrella al ser recordado por sus compañeros, Keanu Reeves o Laurence Fishburne, en la primicia que ha tenido lugar en Los Angeles.

"Lance era una bella persona, un artista especial, un hombre de gracia y dignidad, y sentía una gran pasión por su oficio. Haber tenido la oportunidad de trabajar con él durante 10 años en cuatro películas es algo muy especial para mí y es una jodida mierda que no esté aquí", han sido las emocionadas palabras que le ha dedicado Reeves con todo el dolor de su corazón al ser preguntado por Deadline.

"Amamos a Lance. Echamos de menos a Lance. Él es el corazón de estas películas y muchas otras. Perdimos a nuestro hermano, pero hicimos una hermosa película y es la mejor de todas. Creo que a la gente le va a encantar, ya sabes, de eso se trata, ¿no? Y al final de todo, él no querría ver que dejáramos de hacer esto", respondió Fishburne entre silencios y sin poder contener las lágrimas a The Hollywood Reporter.

Y, finalmente, en el interior de la sala de proyección de Los Angeles la sentida ovación del público de pie dedicada a la memoria de Lance Reddick.

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