Kate Winslet: "La canción de 'Titanic' me da ganas de vomitar"

Rodar una película icónica, de esas que te marcan para siempre, puede ser una bendición o una maldición para un actor o actriz. No nos referimos a esos intérpretes destruídos por el encasillamiento, aunque ellos también llevan lo suyo, sino a las estrellas que (por triunfales que sean sus carreras) siempre viven a la sombra de ese papel. Algunos casos son para bien (Marlon Brando tenía cubierto gratis en muchos restaurantes italianos tras El Padrino) y otros... Para menos bien, como el de Kate Winslet. Con Titanic 3D calentita en los cines, la diva británica ha reconocido lo evidente: está hasta el moño de My Heart Will Go On.

 "Escuchar esa canción me da ganas de vomitar", bromeó Winslet recientemente en una entrevista con MTV, para rectificar acto seguido. "Bueno, ojalá pudiera vomitar. Pero me encantaría sorprenderme y decirle a todo el mundo: 'Oh, escuchad todos, es la canción de Céline Dion". Pero, según reconoce la actriz acto seguido, ni flores: "En lugar de eso, tengo que sentarme y pasar por el trago sin quejarme, poniendo los ojos en blanco mentalmente, porque es como '¡Uf, otra vez!".

Céline Dion, paisana canadiense de James Cameron, se llevó el Oscar a la Mejor Canción Original por este tema compuesto por James Horner, el cual también ostenta un premio ASCAP (entidad estadounidense de gestión de derechos) a la Canción de cine más interpretada. Así pues, la Winslet no padece manía persecutoria cuando afirma que el tema la acompaña allá donde va: "Cada vez que entro en un bar, o en un restaurante, o en cualquier sitio donde se cambia la música habitualmente, la gente quiere sorprenderme... Y ponen la canción de Celine". "Sin ir más lejos, hace poco en Italia entré en un local con música en directo", explica, "y comenzaron a tocarla, para después invitarme amablemente a subir al escenario y cantarla, como si hubiese sido yo quien la interpretó".

Según prosigue la actriz, Titanic no la deja en paz tampoco en otra situación: cada vez que se sube a un barco. "La cosa ha llegado a un punto en el que, cada vez que subo a bordo, lo primero que digo es: '¿Alguien quiere hacer una broma? ¿No? Pues me alegro. Podemos zarpar". Pese a todo ello, Winslet reconoce estar orgullosa de haber rodado el filme, y se lo toma con sentido del humor. Tratándose de la película que, con su récord de recaudación y sus 11 Oscar, lanzó su carrera, no nos extraña.