'John Carter' resucita: la película de fantasía más infravalorada tiene una segunda vida en Netflix

Según su protagonista, Taylor Kitsch, el mayor batacazo financiero de Hollywood se está ganando nuevos fans gracias al vídeo bajo demanda. Y nosotros nos alegramos.
'John Carter' resucita: la película de fantasía más infravalorada tiene una segunda vida en Netflix
'John Carter' resucita: la película de fantasía más infravalorada tiene una segunda vida en Netflix
'John Carter' resucita: la película de fantasía más infravalorada tiene una segunda vida en Netflix

Algunos dicen que fue por su título y otros que por una premisa poco afín al público joven, mientras que un tercer grupo le echa las culpas a una producción turbulenta que hacía imposible recuperar costes. El caso es que John Carter sigue siendo uno de los mayores fracasos económicos, no solo de Disney, sino de la historia de Hollywood en general: su balance contable arroja pérdidas de 136,6 millones de dólares, y eso que su trayectoria en taquilla no fue tan abismal como parece.

Sin embargo, los defensores de esta adaptación de las novelas de Edgar Rice Burroughs (Tarzán) son más de los que parecen. Y Taylor Kitsch, protagonista del filme, lo sabe gracias a esa segunda vida para muchos estrenos fallidos que es el VOD. Según declara el actor al Hollywood Reporter, la trayectoria de John Carter en Netflix está siendo muy aprovechable. Lo bastante, al menos, como para que empiece a considerársela una película infravalorada.

"Creo que [John Carter] ha tenido una segunda vida desde que entró en Netflix hace no mucho", señala Kitsch, que ahora protagoniza 21 Bridges junto a Chadwick Boseman. "La gente me para y me pregunta por ella a menudo, especialmente en Europa", prosigue, señalando que haber participado en una película tan gafe supuso un duro golpe para su carrera.

Según Taylor Kitsch, los resultados de John Carter provocaron "una reacción instintiva" en la industria. Él la resume con un "veamos qué podemos hacer para enterrar esta película y a todos los que participaron en ella". "Con el tiempo, creo que te paras a recobrar el aliento y entiendes lo que es", continúa. "Supongo que la gente que la ve ahora por primera vez puede sacarle mucho más partido que quienes la vieron entonces", concluye, señalando que no ve al filme como un fracaso.

Más allá de sus defectos, que los tiene, es verdad que John Carteres una película extremadamente defendible, tanto por su calidad visual como por su empeño en recuperar los orígenes más pulp de la ficción interplanetaria. Por otra parte, la lista de fracasos taquilleros que después fueron reivindicados por el vídeo, la TV por cable y otros formatos domésticos incluye títulos como La princesa prometida, Donnie Darko, Cadena perpetua e incluso Qué bello es vivir: no nos extrañaría nada que, de aquí a una década, las aventuras de Kitsch y Dejah Thoris (Lynn Collins) en el planeta rojo compartan ese estatus de culto.

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