Casi todo el mundo ha oído hablar alguna vez de Jackass, aquel delirante programa estadounidense de la MTV donde una panda de colegas descerebrados se pasaba el rato haciendo el gamberro ante una cámara y ponía en peligro su integridad física.
Durante tres temporadas, sus protagonistas se convirtieron en ídolos de los adolescentes (para desgracia de los padres de las criaturas, todo sea dicho de paso) y en estrellas de la televisión gracias a un espacio donde lo mismo se les veía tragándose un pez dorado vivo como recibiendo la patada de un asno en la entrepierna.
“[Jackass] Prolongaba el espíritu del slapstick del cine mudo, a través de una declinación pospunk y nihilista que desvelaba, bajo el aparente candor de esa comedia primigenia, el posible sustrato de una pulsión de muerte”, opinó en su día el crítico cultural Jordi Costa sobre una serie que, en efecto, era controvertida y ponía el dedo en la llaga de la corrección política.
El origen de 'Jackass'
Jackass (que traducido al español sería algo así como borricos) se emitió con éxito entre octubre de 2000 y febrero de 2002, y lanzó al estrellato a los miembros de aquel grupo de majaretas aficionados a experimentar el dolor de forma intensa y a actuar como si fueran a vivir eternamente.
Pero también recibió duras críticas por parte de todos aquellos que aseguraban que la emisión de sus majaderías suponía un peligro para la sociedad, pues se supone que muchos adolescentes habían sufrido lesiones de gravedad al intentar imitar las acrobacias de los actores.
El líder del grupo, que también fue uno de sus creadores, era un tal Johnny Knoxville, procedente de Tennessee y a quien su padre inculcó la afición por las bromas de mal gusto. Knoxville se trasladó a finales de los ochenta a California para convertirse en actor de cine, y empezó su carrera apareciendo en anuncios publicitarios.
Sin embargo, a mediados de los noventa, sintiendo que tenía que mantener a su esposa y su hija y viendo que la gran oportunidad que andaba buscando no terminaba de llegar, decidió coger al toro por los cuernos.
En un momento dado, empezó a escribir y enviar propuestas de artículos a varias revistas. En 1999, el director de la revista de skateboarding Big Brother, Jeff Tremaine, le propuso grabar en vídeo un anuncio en el que Knoxville debía aparecer probando equipamiento de defensa personal.
Los trucos que el actor mostró en aquel vídeo (donde probaba gas pimienta, una pistola paralizante, un taser, y una pistola calibre 38 con un chaleco antibalas) fueron el germen de lo que tiempo después se convertiría en un programa de retos dolorosos, acrobacias y cámaras ocultas.
Knoxville y Tremaine pusieron en pie Jackass junto a otros colaboradores de Big Brother. Los responsables de Saturday Night Live se interesaron en un principio por aquel innovador programa, y hasta ofrecieron un segmento de su espacio para que Knoxville y compañía mostraran ante la audiencia sus trucos y acrobacias. Pero ellos rechazaron la oferta, y fue la cadena musical MTV la que terminó comprando Jackass.
Hostión a la fama
El programa tardó poco en convertirse en un éxito de audiencia gracias a sus disparatadas pruebas, el buen rollo y la sensación de grupo que transmiten sus actores, y aquellos planos a cámara lenta donde se ve a la gente retorciéndose de dolor. Según comentó una vez Knoxville, Jackass no habría llegado a ser tan popular "si no representara un profundo deseo de reírse del dolor ajeno, de encontrar catarsis en lo que nos asusta a todos: la fragilidad universal del cuerpo humano".
Aunque a menudo rozara lo temerario (según un informe de Nova Legal Funding, el equipo del programa ha acumulado más de veinticinco millones de dólares en facturas médicas), el programa forma ya parte de la cultura popular, y ha inspirado varios spin-offs y largometrajes. El último de ellos, Jackass Forever, se estrena ahora en las salas españolas (en Estados Unidos recaudó más de 20 millones de dólares en su primer fin de semana) y, en cierto modo, conserva intacto la esencia del programa.
Aun así, ha habido cambios con respecto al elenco original (que aquí ya no son intérpretes veinteañeros sino tipos de mediana edad). Para empezar, la película cuenta con la participación de actores más jóvenes y atléticos, como el rapero acrobático Jasper Dolphin o la cómica Rachel Wolfson (primera chica en el equipo de la franquicia).
Por otro lado, la película rinde homenaje en los créditos finales a Ryan Dunn, quien sufrió en 2011 un accidente de coche mientras conducía ebrio en Pensilvania (su Porsche se estrelló contra un árbol y él falleció a consecuencia del choque). Junto al actor, viajaba en el vehículo el ayudante de producción del programa, Zachary Hartwell, que también se mató aquel día.
Crisis en 'Jackass': la salida de Bam Margera
La muerte de Dunn dejó bastante tocado a su buen amigo Bam Margera, otro miembro del reparto original, que ya en ese momento le daba a la bebida y lidiaba con ciertos problemas de salud mental (fue diagnosticado con trastorno bipolar y trastorno por déficit de atención).
Aunque debía ser uno de los protagonistas de Jackass Forever, Margera fue despedido por Paramount en 2020 por incumplimiento de contrato. Los estudios de cine justificaron su decisión asegurando que el actor (que en ese momento estaba tomando Adderall, un medicamento recetado por su médico para tratar su déficit de atención) no había superado su control rutinario antidrogas.
El ex-skater profesional no se lo pensó dos veces y demandó a la productora de la película por despido improcedente (al considerar que el acuerdo que le habían obligado a firmar en su día, cuando aún estaba en rehabilitación, violaba sus derechos civiles).
Aquel follón legal retrasó aún más el estreno de una película cuyo rodaje quedó interrumpido siete meses en 2020, por motivos de seguridad, debido a la crisis global desatada por la epidemia de covid-19. No deja de resultar irónico el peso que los protocolos anticovid y las medidas especiales para la prevención de riesgos laborales tuvieron en el rodaje de una cinta en la que a un actor le lanzan una pelota de softball directamente a los huevos.
¿Accidentes reales en 'Jackass Forever'?
Quien ya no parece dispuesto a seguir asumiendo determinados riesgos físicos es Knoxville, que hoy tiene 50 años y ya ha comentado que esta será su última película con la franquicia. Nada raro, teniendo en cuenta que el actor sufrió un accidente mientras rodaba para Jackass Forever una acrobacia en un toro.
Como consecuencia, acabó en el hospital (se rompió la muñeca y la costilla, y sufrió una conmoción cerebral que luego derivó en una hemorragia). Varios años atrás, se destrozó también el miembro viril tras intentar dar un loop en moto (desde ese momento, tuvo que empezar a utilizar un catéter para orinar).
Viendo la película, más de uno pensará que el masoquista fervor juvenil exhibido en ella por Knoxville y su troupe ha perdido poder transgresor, y que ahora resulta ya hasta algo cansino. Por su parte, Jeff Tremaine tiene clarísimo que "nunca deja de ser divertido" ver cómo le pegan a alguien en los huevos, y que el éxito que la comedia física y el humor absurdo tienen en plataformas como TikTok y YouTube da fe de que el gusto de la gente por esa sensación de vergüenza ajena está aún lejos de desaparecer.
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