Hollywood tiene un 'topo'

Mencionando un nombre como 'Guardians Of Peace' ("Guardianes de la paz", en inglés) podría pensarse que ahora toca hablar del próximo gran estreno de Marvel, o de otra alianza de superhéroes con la que DC quiere plantarle cara a Guardianes de la galaxia. Pero no es así ni de lejos. Para empezar, porque los Guardianes de marras (a partir de ahora, GOP) no son personajes de ficción, sino un presunto grupo de piratas informáticos. Y, para seguir, porque la acción mediante la que dicho grupo se ha dado a conocer resulta más propia de un colectivo de supervillanos: el pasado lunes, los GOP hackearon la base de datos de la multinacional Sony Pictures Entertainment, inhabilitando las redes de ordenadores de la compañía en Nueva York y Culver City (California), y posiblemente también las de sus sucursales en el resto del mundo.

El ataque vino acompañado por las imágenes que podéis ver abajo. La primera, que nos llega vía The Wrap, fue tuiteada supuestamente por los piratas informáticos, y en ella aparece un fotomontaje con las cabezas cortadas (y putrefactas) de Michael Lynton y Amy Pascal, presidente y vicepresidenta -respectivamente- de Sony Pictures.  El segundo, recogido por Deadline el 25 de noviembre, inundó los monitores de la multinacional con un mensaje donde se advierte a sus directivos de que la intromisión "es sólo el principio", amenazando con acciones similares hasta que la major satisfaga unas "exigencias" que no se han hecho públicas. "Todos los PC de la compañía han quedado inútiles, y los archivos han sido destruidos o bloqueados", reconocía a The Wrap una fuente anónima. Además, según el mismo medio, la ofensiva electrónica habría inutilizado otros sistemas de la compañía, como sus líneas telefónicas y las instalaciones de sus estudios de TV y cine.

Pero eso no es todo: también según Deadline, el ataque ha resultado en la filtración de cinco de los mayores estrenos de Sony para la presente temporada, los cuales han quedado 'liberados' para su descarga en internet durante el puente del Día de Acción de Gracias. El más notable de estos títulos es Corazones de acero, la película bélica protagonizada por Shia LaBeouf y Brad Pitt, un título que se estrenó en EE UU en octubre, y cuyo lanzamiento en España está previsto para el 16 de enero. Según Variety, citando a la agencia antipiratería Excipio, Corazones de acero había sido descargada por casi un millón y medio de direcciones IP (la 'matrícula' que identifica a un ordenador en la Red) a fecha del domingo 30, incorporándose así a la lista de los filmes más 'bajados' de 2014.  De acuerdo con la misma fuente, la aún inédita en EE UU Annie habría atraído ya a 206.000 usuarios dispuestos a escuchar a Quvenzhané Wallis cantando Tomorrow y a Cameron Diaz ejerciendo de villana de Broadway antes de que el filme llegue a los cines el 19 de diciembre (o del 30 de enero, en el caso de España).

El resto de las películas filtradas resultan menos tentadoras en lo que a taquilla se refiere, pero su lanzamiento prematuro también interesa, ya que dos de ellas presentan serias aspiraciones a los Oscar 2015: se trata de Still Alice (103.832 descargas; su estreno estadounidense estaba previsto para el 5 de diciembre), la película por la que muchos dan ya a Julianne Moore como favorita a Mejor Actriz Principal, y de la inglesa Mr. Turner (63.739 descargas), cuyos derechos de distribución en EE UU pertenecen a Sony. Cerrando la lista en términos de interés, y también en número de descargas, aparece To Write Love on Her Arms, un drama musical con Kat Dennings como protagonista, que ha sido 'bajado' de internet casi 20.000 veces. 

Además, los GOP aseguran que el ataque ha puesto a su disposición una gran cantidad de datos valiosos, que incluirían desde información financiera hasta los números de pasaporte de estrellas que han trabajado para el estudio, pasando por contraseñas, documentos legales e información personal sobre los empleados de Sony. Según Deadline y The Wrap, dichos contenidos no han empezado aún a circular por internet, aunque una supuesta lista con los nombres de los archivos sí ha aparecido en la red social Reddit.

Según hemos visto, el ataque informático de Sony es un caso al cual el adjetivo "rocambolesco" le viene corto. No sólo por lo que implica para esta compañía en concreto, sino también por sus posibles consecuencias para el resto de las majors de Hollywood. Por lo pronto, el incidente ha propiciado una teoría que, de ser cierta, le haría romper todas las cotas de lo delirante: según recogía The Wrap el domingo, Sony ha recurrido a la consultora de seguridad Mandiant para identificar a los responsables de los ataques. Y, de acuerdo con una fuente anónima, los expertos de dicha firma barajarían la posibilidad de que tras los 'Guardians Of Peace' estuvieran los servicios secretos de Corea del Norte. Según esta suposición, que no ha sido ni confirmada ni desmentida por ninguna de las partes, el auténtico motivo del hackeo podría haber sido The Interview, la comedia en la que Seth Rogen y James Franco interpretan a dos periodistas fichados por la CIA para asesinar a Kim Jong-Un, actual líder de la única dictadura hereditaria y estalinista del mundo.

Realizada, según dejan ver sus tráilers, desde el más estricto cachondeo, The Interview no le resulta nada simpática a un régimen tan poco jocoso como el norcoreano:  la película dirigida por Rogen y Evan Goldberg, que veremos en España el 13 de marzo, ha llevado a las autoridades de Pyongyang a protestar ante la ONU, achacando su producción a "una campaña de EE UU para promover el terrorismo" y considerando su llegada a los cines como "un acto de guerra". Ante el ciberataque contra Sony, algunos han recordado las palabras de un portavoz del gobierno de Corea del Norte, quien en declaraciones para la agencia oficial de noticias KCNA prometió en junio "una enérgica venganza" contra los responsables de The Interview. Aun así, y por más que esta teoría pueda ponerles los dientes largos a los fans del cine de espionaje, cabe otra suposición más verosímil, si bien menos espectacular, según la cual los autores del hackeo habrían sido empleados descontentos de la propia Sony.

El jueves 25, la web de tecnología The Verge afirmó haber contactado con una presunta miembro de los GOP, que se identificó como "Iena". Cuando los reporteros de The Verge le preguntaron por el motivo del ataque, la hacker respondió lo siguiente: "Nosotros queremos la igualdad, y Sony no: es una batalla de abajo a arriba". Si bien la web es la primera en no ratificar la autenticidad de su contacto, el resto de las declaraciones de 'Iena' apuntan a que las acciones de los GOP contra Sony se habrían realizado con la colaboración de miembros de su plantilla. "Sony no cierra sus puertas, físicamente, así que trabajamos junto a otros empleados con intereses similares para entrar". La supuesta pirata informático, señalemos, se expresa en un inglés bastante chapurreado, y se niega a dar más datos alegando "la seguridad de su equipo".

Ante esto, pueden recordarse las declaraciones que el director Lexi Alexander (Punisher: War Zone) concedió en agosto a la web TorrentFreak. Hablando sobre la filtración en internet de Los mercenarios 3, Alexander señalaba que casos como estos no se deben a conspiraciones internacionales, ni tampoco al afán de lucro, sino a venganzas contra los abusos laborales de los estudios. Dadas las malas condiciones de trabajo habituales en Hollywood, filtrar las películas sería una de las pocas represalias que los trabajadores podrían tomar contra unos patronos a quienes estarían privando así de parte de sus beneficios en taquilla. Alexander comparaba estas acciones con las del camarero que escupe en la comida del cliente que le insulta. Lo cual recuerda a las gamberradas antisistema de Brad Pitt en El club de la lucha, volviéndose muy irónico si pensamos que Pitt, como protagonista de Corazones de acero, es uno de los perjudicados por el ataque contra Sony.

¿Se trata de una medida de presión eficaz? Según Alexander, sí... o, al menos, debería serlo. "Imagina que esos directores, productores y estrellas que se comportan como unos matones tuvieran que mejorar sus modales, para así evitar que su Super película-acontecimiento 5 apareciese en [la web] The Pirate Bay con una notita en la que se lee: 'No te molestes en ir a ver esta película al cine: todos los que salen en los créditos del principio se portaron como unos monstruos con nosotros", afirmaba el director. Más adelante, señalaba que, de existir "una dirección de correo anónima, donde la gente pudiera mandar copias digitales de películas en calidad DVD sin miedo a ser rastreada, un montón de ayudantes de dirección cabreados dejarían de estar indefensos" ante las políticas laborales de la industria.

La presencia (más supuesta que real, salvo que se pruebe lo contrario) de intereses oscuros detrás de filtraciones de cine no es algo nuevo: basta recordar, sin movernos de España, aquellas copias de Balada triste de trompeta que empezaron a circular en vísperas de los Goya 2011, y que fueron interpretadas como un acto de sabotaje contra la presidencia de Álex de la Iglesia en la Academia de Cine. En todo caso, con su mezcla de conspiranoia geopolítica, presuntas colaboraciones desde el interior y auténticos daños y perjuicios contra una major, el caso de Sony resulta una historia para el recuerdo, y que seguramente tendrá secuelas. Por lo pronto, nos ha revelado que en Hollywood operan 'topos' que podrían poner en jaque al mismísimo George Smiley, y tras cuyas acciones se esconden motivos con los cuales, sólo tal vez, algunos trabajadores (no sólo pertenecientes a la industria del audiovisual) podrían identificarse.