'Hogar': Mario Casas sufre en el estreno más perturbador de Netflix para ver en casa

‘Hogar’, de los hermanos Pastor, aterriza en Netflix, y desgranamos los elementos de esta perturbadora ‘home invasion’ con la gran recesión como telón de fondo.
'Hogar': Mario Casas sufre en el estreno más perturbador de Netflix para ver en casa
'Hogar': Mario Casas sufre en el estreno más perturbador de Netflix para ver en casa
'Hogar': Mario Casas sufre en el estreno más perturbador de Netflix para ver en casa

¿Qué serías capaz de hacer si, tras ser despedido del trabajo, pierdes todas tus posesiones? A partir de este dilema, Hogar, la nueva película de los hermanos Álex y David Pastor que ya puedes ver en Netflix, despliega un thriller psicológico de juegos mentales que lleva el subgénero de la home invasion hacia el terreno de la carga social.

Hogar es la historia de un tipo normal corroído por la frustración y por la envidia. Con Javier Gutiérrez en el rol de protagonista como Javier, un directivo publicitario en el paro, la película le sigue desde que tiene que abandonar su antigua casa, un lujoso apartamento en la zona alta de Barcelona, hasta que descubre que conserva un juego de llaves del que fue su hogar hasta que la crisis le expulsó, ahora ocupado por un matrimonio acomodado, interpretado por Mario Casas y Bruna Cusí.

Hogar es también la historia de un majestuoso piso, convertido en objeto de deseo y metáfora de las enfermizas dinámicas que mueven nuestra sociedad. Hablamos con el equipo artístico de Hogar, de los hermanos Pastor a Javier Gutiérrez, Mario Casas y Bruna Cusí, para desgranar los elementos de esta perturbadora propuesta con la gran recesión como telón de fondo.

Una vida de anuncio

“Para nosotros”, cuenta Àlex Pastor, “era interesante hacer una película sobre la ambición a pequeña escala y próxima, sobre lo que busca la clase mediana-alta española, que quiere una vida de anuncio. Pero no una vida millonario, si no que está pensando en su chalet en las afueras, en sus electrodomésticos buenos, en su Thermomix ".

Y es que la publicidad y los mensajes de los anuncios para lograr una vida perfecta según los cánones del capitalismo conforman la base desde la que se construye buena parte de la trama de Hogar. "Desde la publicidad y la televisión nos venden la necesidad de una vida acomodada, y no es casualidad que el protagonista sea un directivo de publicidad y se dedique a fabricar sueños para los otros", explica Javier Gutiérrez sobre su papel, el protagonista obligado a abandonar su espléndido piso en la zona burguesa de Barcelona para mudarse con su familia al Carmel, barrio humilde de la ciudad, tras ser despedido a causa de la crisis económica.

La semilla de la frustración germinará de manera siniestra y perversa en este personaje que irá a por todas para lograr recuperar su anterior estatus de vida acomodada: "La publicidad nos está vendiendo cosas constantemente y alimenta unas aspiraciones que si no se alcanzan provocan una sensación de fracaso", indica David Pastor para rematar este tema.

La realidad de la crisis

“En Hogar queríamos hablar del día que España se despertó de la crisis con resaca y se dio cuenta de que en verdad no somos un país tan rico como creíamos, que es lo que le pasa a Javier”, cuenta David Pastor sobre porqué han situado su tercer largometraje en los restos del naufragio económico y moral de la gran recesión de 2008.

“Hogar habla de un momento muy convulso de nuestra sociedad: de la desaparición de la clase media. Quién tenía dinero, sigue teniendo muchísimo y los que tenían menos, ahora no tienen. Hay una radiografía del ciudadano de este país", explica Gutiérrez. “La película funciona como un espejo de la crisis económica e inmobiliaria de los últimos años", apostilla.

Pero Hogar no solo habla de la crisis económica que supuestamente dejamos atrás en los últimos años de la anterior década, porque también pone en escena prácticas empresariales de dudosa ética a las que en nuestro país parece que nos hemos acostumbrado: “en la película, Javier es un publicista de 50 años que de pronto se da cuenta de que sale demasiado caro a las empresas, de que ya no hay sitio para él de todo el mundo. Las compañías tiran de becarios, de mileuristas. ¿Para qué pagar un pasta a un tipo de 50 años cuando tienes a dos de 25 haciendo el mismo trabajo por la mitad de dinero? Estas prácticas son tan españolas... En EE UU no se dan tanto, al menos no como en nuestro país, y era algo que nos interesaba explorar”, añaden los hermanos Pastor.

Los oscuros recovecos del alma

“Hogar es una película oscura”, dicen al unísono los hermanos Pastor. Y añade Àlex: "pero no es una película explícita”. “Espero que se vea algún resquicio de sentido del humor negro, porque hay un elemento de sátira social y la gente en algunos momentos ríe. Creo que es una risa nerviosa, pero ríe”, continúa David.

Para Bruna Cusí, quien interpreta a Lara en la cinta de los Pastor, “Hogar habla de la desconfianza en muchos sentidos pero sobre todo de lo que habla es de cómo una persona lleva su frustración y su ambición, tanto personal como profesional, y hasta que punto esto te aleja del centro de uno mismo”.

En el caso de Mario Casas, la reflexión es similar y añade, además de la desconfianza hacia los demás la cuestión de cómo las apariencias nos engañan continuamente. “Tomás tiene una vida perfecta: su mujer, su hija, un piso maravilloso. Pero a medida que le iremos conociendo, veremos que no es lo que parece. Y eso es uno de los temas de los habla Hogar, que las personas no son lo que aparentan, y que solo conoces aquello que quieren mostrar”, señala Casas.

“En el caso de mi personaje”, continúa el actor, “se encuentra en un momento en el que esté intentando dominar los demonios que tiene dentro, y cree que la relación con Javier va a ayudarle, porque Tomás piensa que está ayudándole a él y no desconfía de sus intenciones”.

“Nos gustan mucho las novelas de Patricia Highsmith”, apuntan los Pastor en relación a las influencias que han hecho crecer la historia de Hogar. “Sus obras hablan de personas aparentemente normales, que escoden, no sé si llamarlo un monstruo, un psicópata, un enfermo o simplemente una ambición que les hace ser capaces de transgredir las normas sociales consensuadas”, añade Àlex.

También Javier Gutiérrez ve de este modo a su personaje: "es un hombre que lo ha tenido todo y que, de golpe, se ve en un mundo que detesta y que considera que no se merece. Por eso intentará por todos los medios volver a ser quién era, recuperar lo que tenía e, incluso, ir más allá, aunque tenga que pisar quién sea", explica el actor.

“Mi personaje tiene una ambición desmedida y ha sido un descenso a los infiernos del ser humano. Creo que es la cara oculta de todos nosotros. Porque, ¿quién no desea o no ha deseado en algún momento a la mujer del amigo, el puesto de trabajo del compañero, el coche que tiene el vecino? Estas cosas parecen muy mundanas pero, ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar?”.

Y concluye: “Javier, mi personaje, es enrevesado y elige el camino más tortuoso y aterrador. Pero no cuesta imaginar esta situación en la vida real, porque vivimos una sociedad maquiavélica., en el sentido más enfermizo de la palabra”.

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