Geena Davis da más detalles del comportamiento tóxico de Bill Murray en el set

Ha hablado de otro episodio más allá de aquél relacionado con un aparato de masajes.
Geena Davis y Bill Murray
Geena Davis y Bill Murray
Geena Davis y Bill Murray

En 1990 Bill Murray codirigió con Howard Franklin la comedia Con la poli en los talones, que además protagonizaba junto a Geena Davis. Ambos intérpretes se encontraban en un punto muy dulce de sus carreras, que ahora contrasta con los progresivos daños que está sufriendo la imagen pública del actor de Cazafantasmas. Todo empezó cuando el comportamiento inapropiado de Murray en el set de Being Mortal (donde según dijo “hizo algo que le pareció divertido y no se interpretó así” con una miembro del equipo) provocó la suspensión del rodaje del debut a la dirección de Aziz Ansari: episodio que condujo a que se alzaran otras voces denunciando la actitud tóxica del cómico en su lugar de trabajo.

Lucy Liu ya había llamado la atención sobre esto tras colaborar con él en Los ángeles de Charlie, mientras que Rob Schneider y Seth Green han desvelado episodios muy desagradables con Murray durante su estancia en Saturday Night Live. Quizá quien ha tenido más alcance a la hora de hablar sobre los abusos del actor ha sido la citada Davis. Hace algunas semanas ya dejó caer lo terrible que había sido el rodaje de Con la poli en los talones y ahora, entrevistada en el podcast On with Kara Swisher, ha dado más detalles sobre lo ocurrido. Así es como volvió a la anécdota, previamente referida, del aparato de masajes. Reunido con ella y con los productores de Con la poli en los talones, Murray dijo que quería probar un aparato de masajes con la actriz de La mosca.

“Le digo ‘no, no, no, gracias’, y él sigue con eso”, cuenta Davis. “Y yo sigo diciendo ‘no’ hasta el punto de que habría tenido que gritarle ‘¡deja de pedírmelo, joder!, no voy a hacerlo, ¿lo entiendes?’. Pero era muy tímida para hacerlo. Así que me senté en la esquina de la cama y le dejé hacerlo, y él lo hizo durante un segundo, y no me preguntó si me gustaba ni nada. Así que me di cuenta de que solo quería ver si podía obligarme a hacer algo inapropiado”. La actriz denuncia cómo Murray pudo someterla a esa humillación sin que los productores que estaban en la sala hicieran nada por impedirlo. “Les miré esperando a que dijeran ‘vamos, Bill, déjalo’ o algo así. Pero no lo hicieron”, explica.

Davis sostiene que Murray la estuvo poniendo a prueba durante todo el rodaje de Con la poli en los talones, y desvela otro episodio en que el actor y director quiso ponerla contra las cuerdas. “Íbamos a rodar una escena enorme en un cruce de Manhattan con cientos de extras y un equipo gigantesco y todas esas cosas. Y me dijeron ‘estamos preparados para que vengas al set’. ‘Bueno, el vestuario me pidió que esperara aquí un segundo, ‘¿lo hago o me voy con vosotros’. El director dijo ‘no, vale, espera aquí’”, cuenta Davis sobre Franklin. Fue entonces cuando Murray entró en su camerino bruscamente y se puso a gritar: “¡Sal de ahí! ¿Qué coño haces? ¡Muévete! ¡Muévete!”.

“Se puso detrás de mí y me gritó al oído ‘¡muévete, muévete más rápido!’. Y llegamos a la intersección donde había cientos de personas mirando, y él siguió y siguió hasta que dijo ‘párate ahí’ y señaló una marca en el pavimento y empezó a rodar”, prosigue Davis. “Hablar de ello sigue siendo muy embarazoso para mí, me sentí muy avergonzada”.

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