Galería: El hermoso crepúsculo de los autocines

En su día, estuvieron llenos de familias entusiasmadas, pandillas juveniles y parejas en busca de un momento íntimo con filme de fondo. Ahora, son una especie en extinción, severamente perjudicada por el cine doméstico y el auge de las proyecciones digitales, mientras las iniciativas que aspiran a salvarlos se topan con un fracaso tras otro. Está claro que los autocines, esa forma de exhibición tan típica de EE UU y que todos asociamos con filmes como Rebeldes sin causa, van camino de desaparecer para siempre. Y, como prueban estas imágenes que nos llegan vía Flavorwire, su ocaso puede transmitir una rara belleza: la fotógrafo Stefanie Klaven ha pasado los últimos años recorriendo los 368 locales de este tipo que aún sobreviven en su país, captando un panorama de instalaciones en decadencia, públicos escasos y luces de neón recortadas contra horizontes desérticos. Como comprobarás a continuación, el resultado ha sido una colección de instantáneas cuya melancolía haría las delicias de un David Lynch.