[Fancine 2019] La 'croqueta rusa', Yolanda Ramos y lo nuevo de Nicolas Cage conquistan Málaga

'LO QUE NO MATA, ENGORDA'. El eslogan de la 29ª edición del Festival de Cine Fantástico Fancine de Málaga no ha traicionado. Una apabullante Yolanda Ramos inauguraba el festival  de ciudad andaluza con una de las mejores ofertas gastronómicas que arrasa en cualquier hogar español: las croquetas caseras.

Esta delicatessen ha sido una de las protagonistas de la presente edición, celebrada en la ciudad andaluza del 13 al 21 de noviembre. El vídeo promocional suponía una declaración de intereses, en una orgía de alcohol y diversiones octogenarias, y en el que un grupo de mujeres juega a la peligrosa 'croqueta rusa'. A partir de entonces, se sucederían un sinfín de eventos esparcidos en una sabrosa oferta, que suponían desde talleres de cocina coreana y kawai hasta el reto del picante ('Fancine on Fire').

Vivarium daba el pistoletazo de salida el jueves 13 de noviembre en el Teatro Albéniz, para cerrar por todo lo alto con el premio a su actriz principal, Imogen Poots. El filme de Lorcan Finnegan ya tiene un largo recorrido festivalero tras su presentación en otros certámenes como el Festival de Sitges o el Nocturna Madrid. Crítica metafórica hacia la vida actual de los jóvenes, obligados a vivir como clones en urbanizaciones laberínticas y masificadas de las que no pueden huir y donde deben seguir lo que se espera de ellos. No volverás a ver a los niños de la misma manera. Vida y muerte en dos actos.

Y hablando de niños. El festival no ha abandonado su carácter más popular para ofrecer diversas actividades para los más pequeños, entre las que destacaba la proyección matinal en fin de semana de Okka, el hostal y sus fantasmas, título de anime sentimentaloide e infantilizado que cumple a la perfección su carácter de película dirigida a la infancia. Sin embargo, la cercanía con la población autóctona no es ajena a una programación cada vez más ambiciosa y un proyecto, organizado por la Universidad de Málaga, cada vez más 'competitivo'. Prueba de ello, la llegada de su gran baza de este año: Color Out of The Space.

Basada en la novela homónima de H.P. Lovecraft, Richard Stanley dirige Color Out of The Space,  título que se convierte en una de las mejores adaptaciones de la obra del escritor norteamericano en la estela de otras como Re-animator, La llamada de cthulhu o El que susurra en la oscuridad. El prolífico Nicolas Cage- que a sus 55 años ya cuenta en su haber con más de 100 títulos- consigue brillar con luz ajena y extraterrestre en este caso.

Con un tono similar a la Aniquilación de Netflix, protagonizada por Natalie Portman, Cage da vida en esta ocasión al patriarca de una familia, que vive en un rancho estadounidense lejano a la civilización. La caída de un extraño meteorito desata una serie de extrañas circunstancias en el que el agua contaminada, los inadecuados comportamientos y la presencia de un color nunca visto antes aterrorizan a los protagonistas. En un amalgama de géneros que van desde el sci-fi hasta el terror, pasando por supuesto por la fantasía, la película se convertía en una de las grandes joyas del festival y lograba el premio al mejor director del Fancine y el de mejores efectos especiales.

A los filmes de Stanley y Finnegan se les sumaban en Sección Oficial otras ocho películas, destacando por encima de todas la demás Bacurau, la gran vencedora de la edición de este año. Tras su paso y reconocimiento en Cannes y Sitges, el filme francobrasileño de Juliano Dornelles y Kleber Mendonça Filho conseguía atrapar al jurado oficial del festival y alcanzaba el máximo galardón del palmarés. Un wéstern sobre los problemas con el agua y su control, en el que el realismo mágico, el cine social y la comedia sarcástica inciden desde su inicio. Un reconocimiento que compartía protagonismo con el de los cortometrajes The Bird and the Whale y Aquarium, ganadores del concurso de cortometrajes en la categoría de animación y de imagen real respectivamente.

No es la única obra destacable que se ha podido ver a lo largo de estos días. En Sección Oficial el público podía acceder otros títulos como Come to Daddy (filme protagonizado por Elijah Wood), Deerskin (premio a mejor actor para Jean Dujardin y mejor guion), The Golden Glove (premio del público de Málaga), Little Joe (premio a mejor BSO y mejor fotografía), Koko-di Koko-da, The Room y Darlin'.

La llegada de Brillante Mendoza se convertía en una de las cartas fuertes. El realizador filipino presentaba su filme Alpha: The Right to Kill, película que fue parte de la Sección Oficial del Festival de San Sebastián en 2018 y obtuvo el premio especial del jurado. Completarían las visitas estelares algunos otros invitados como David Pareja, coprotagonista junto a Javier Botet en Amigo, o Diana Peñalver, actriz de la mítica Braindead: tu madre se ha comida a mi perro (Peter Jackson) y jurado de esta edición. Presentes también los directores de otras secciones: Jesus Shows You the Way to the Highway (Miguel Llansó), Anderson Falls (Julien Seri), Chronology (Ali Aydin) y Blood Machines (Raphaël Hernandez y Savitri Joly-Gonfard).

Nicolas Cage y sus extraterrestres no han sido los únicos aliens de este año. El Fancine realizaba un homenaje especial por el 40 aniversario de la película Alien. El octavo pasajero (Ridley Scott, 1979), y a su protagonista, Sigourney Weaver. Para ello, a lo largo de estas semanas el certamen situaba una serie de carpas a los pies del Teatro Romano de la ciudad malagueña con recreaciones de las escenas más icónicas de la película, que atraía la mirada de muchos.

Un festival por y para la ciudad de Málaga. Cercano y abierto a los más jóvenes. Una aproximación al género fantástico, que debemos reivindicar, y que cada vez tiene una mayor presencia entre el público. ¡Qué los gatetes sigan agitando su brazo!