Escenas eliminadas, Récord Guinness y sándwiches de queso: el nuevo libro sobre 'El resplandor' aclara los errores sobre el filme

Lee Unkrich, director de 'Toy Story 3' y 'Coco', ha publicado una obra sobre el clásico del terror que fue responsable de los numerosos Easter Eggs presentes en las películas de Pixar. 
'El resplandor'
'El resplandor'
Instagram de Lee Unkrich
'El resplandor'

Es vox pópuli que la adaptación cinematográfica de El resplandor, dirigida por Stanley Kubrick en los 80, supuso una verdadera decepción para el autor original de la obra, Stephen King. Algo que no ha impedido que el filme haya logrado convertirse en uno de los grandes clásicos del cine de terror. Una película que ha marcado a varias generaciones y que ahora se ha traducido en homenajes como el libro Stanley Kubrick’s The Shining, escrito por Lee Unkrich y publicado en una pequeña tirada de coleccionista por la compañía Taschen. 

Unkrich, colaborador habitual de Pixar tras sus exitosos trabajos como codirector (Buscando a NemoMonstruos S.A.) y director (Toy Story 3, Coco), fue uno de los pequeños que vivió la influencia del filme de Kubrick en su estreno en 1980. A los 12 años, el norteamericano acudió a verla en un cine de Ohio, quedando impresionando de por vida y empujándole a dedicarse en cuerpo y alma a esta profesión.

En pleno rodaje de Toy Story 3 (2010) y frustrado ante la desinformación y las críticas reiteradas cada cierto tiempo hacia El resplandor, Unkrich se animó a escribir un libro sobre la película. Un hecho aupado también por su visita al archivo en Londres del cineasta de 2001: Una odisea del espacio y La naranja mecánica, que terminó dinamitando su necesidad de denunciar los datos erróneos que existen en torno a este clásico

La escena eliminada que nunca apareció

Los amantes del séptimo arte conocen la presencia del metraje extra que Kubrick rodó para el filme, incluido el final alternativo que Unkrich no ha logrado rescatar, puesto que Kubrick se encargó de que fuera destruido. Una escena en la que Ullman, el gerente del Hotel Overlook, iba a visitar a Wendy y Danny, quienes eran hospitalizados después de la tragedia que habían vivido. 

Así, los protagonistas se enteraban de que las pesquisas policiales habían concluido sin encontrar nada sobrenatural y el cuerpo congelado de Jack había desaparecido. Cuando parecía que todo había sido fruto de la imaginación de ambos, Ulmann lanzaba a Danny la misma pelota que había recibido de la habitación 237. Un epílogo que el autor de la obra perseguía sin éxito, pese a rescatar numerosos materiales inéditos de Kubrick para el libro.

Los Easter Eggs en su obra

En una entrevista reciente con el periodista Bill Desowitz para IndieWire, Unkrich explica la relevancia que El resplandor ha tenido en su propia obra. "Realmente fue la película que me inspiró a hacer cine. Yo solo veía los filmes como un entretenimiento antes de su visionado, pero después empecé a ver otras películas de Kubrick y expandí mi paleta de cine. Entonces empecé a ver el cine como un arte y a los directores como artistas". 

"Me obsesioné porque me hizo querer entender cómo se hacían las películas", señala el cineasta, quien también confiesa que esto dio como fruto una serie de Easter Eggs que escondió en su propia filmografía para Pixar.

En la tercera entrega de Toy Story, después de haber participado en las dos películas anteriores, Unkrich incluyó una matrícula 237 en la parte trasera del camión de basura. Un guiño que no pasó desapercibido y conecta con la horripilante habitación del Hotel Overlook. 

Asimismo, también podemos encontrar otras referencias en el largometraje, como el diseño de la alfombra de El resplandor en una caja del mono de seguridad o una cámara con una placa en la que se lee Overlook 2000.

No es la única película en la que encontramos estos Easter Eggs sobre la película de Kubrick, ya que en Coco hay una versión de las calaveras de las gemelas y el hacha también aparece en el patio de Miguel. Sin embargo, otras referencias que se le atribuyen a Unkrich en realidad no fueron cosa suya. "En Buscando a Nemo, Bruce [el tiburón] se golpea la cara contra la puerta y dice: 'Aquí está Bruce'. Pero eso fue cosa del director principal, Andrew Stanton, quien sabía que me divertiría". 

El error del libro Guinness de los récords

El libro también cuenta con numerosas entrevistas a muchos de los implicados en la película, entre ellos la actriz Shelley Duvall, quien recientemente anunciaba su regreso a la actuación tras 20 años retirada, así como quien fuera el pequeño Danny Torrance (Danny Lloyd). Una serie de trabajadores que han ayudado a que Unkrich desmienta datos erróneos, como el del libro Guinness de los récords que habla sobre la archiconocida escena que presuntamente había sido rodada hasta 127 veces, donde Wendy (Duvall) se defendía con un bate de béisbol.

"Es completamente falso. No fueron más de 15 tomas para escena. Fue compartido por un miembro del equipo que ni estaba en el set cuando fue rodada. Creo que lo que pasó es que algunos de los actores confunden ensayos con tomas, porque Kubrick ensayaba mucho. Él continuaba dando forma al guion mediante el ensayo", aclara el autor de la obra y cineasta de Pixar.

De hecho, Unkrich aborda en su libro la escena con mayor número de tomas, con un total de 66, protagonizada por Jack Torrance -interpretado por Jack Nicholson-, junto a Wendy y al gerente del hotel en el Gold Ballroom, al inicio del filme.

Los sándwiches de queso y las críticas hacia Kubrick

Otro de los rumores que proliferan sobre la película es el que habla sobre la animadversión que Jack Nicholson tenía hacia los sándwiches de queso, mientras que Kubrick le perseguía constantemente con ellos. "He visto estas historias incorrectas o exageradas, y luego las he visto volverse más y más exageradas a lo largo de los años. Como la que cuenta que Stanley Kubrick descubrió que a Jack Nicholson no le gustaban los sándwiches de queso, así que le hizo comerlos durante todo el rodaje para mantenerlo de mal humor. Es ridículo". 

Además, el autor de la obra no duda en mojarse también sobre el supuesto maltrato que Shelley Duvall sufrió en el set de rodaje y que muchos apuntan a que desencadenó sus posteriores problemas de salud mental. Un conflicto en el que remarca que "Shelley siempre tendrá siempre la última palabra, puesto que ella es la que lo experimentó". Si bien, Unkrich confiesa que ella siempre ha tenido palabras de cariño hacia Kubrick, aunque no siempre estuviera de acuerdo con sus métodos. Todos los secretos de El resplandor al descubierto. 

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