"La ignorancia no es una excusa": Ellie Kemper pide perdón por acudir a un baile "racista, sexista y elitista"

De William Faulkner a Heridas abiertas, el mensaje está claro: no te fíes de esas glamourosas estampas del Sur de EE UU, en plan Lo que el viento se llevó, porque tras ellas acecha una historia muy siniestra. Ellie Kemper, la actriz de The Office y Unbreakable Kimmy Schmidt, puede atestiguarlo, a su pesar. 

Kemper ha pedido disculpas, a través de Instagram, por su participación en el 'Baile de los Profetas Velados', un evento para debutantes de la alta sociedad de Missouri al que asistió en 1999 y en el que fue coronada Reina del Amor y la Belleza.

Hasta aquí, nada fuera de lo común: la actriz, que por entonces tenía 19 años, es hija de una de las familias más acomodadas de ese estado, y una southern belle en condiciones tiene que cumplir con los deberes de su clase. La cuestión está en que la Organización de los Profetas Velados, entidad que ofreció el baile, tiene un trasfondo muy turbio, y no solo por ese nombre que da tanto yuyu.

Cinemanía

Creada en 1878 por antiguos oficiales de la Confederación, y bautizada en honor al Profeta Velado del Jorasán (ese al que retrató Borges en la Historia universal de la infamia), esta asociación apareció para organizar actividades recreativas, pero también para combatir a las asociaciones obreras. Y, en especial, para debilitar las alianzas entre trabajadores blancos y negros. 

Los vínculos entre los Profetas Velados y el supremacismo blanco son bien conocidos: la organización, que no aceptó a negros ni judíos entre sus filas hasta 1979, fue objeto de diversos boicots durante la era de la lucha por los derechos civiles. Además, su fiesta anual cambió su nombre por el de 'Fair St. Louis' en 1992, para evitar asociaciones incómodas con su pasado. 

Hoy en día, con la cuestión racial en EE UU más cargada que nunca, la asociación con una hermandad como la de los Profetas Velados no puede beneficiarle a nadie con una carrera en el show business. De ahí que, aunque la victoria de Kemper en el baile haya sido traída varias veces a colación durante los últimos años, es ahora cuando se ha convertido en escándalo.

Después de que un usuario de Twitter publicara varias fotos de la actriz en la fiesta, tomadas en su momento por el diario St. Louis Post Dispatch, los ataques contra Kemper se han sucedido en redes sociales. Algunos incluso la tachan de "princesa del Ku Klux Klan", una organización con la que los Profetas Velados de St. Louis no tiene vinculación. 

Otros, por su parte, han preferido comentar que la estética del baile de marras resultaba hortera en grado sumo.

Ante esta situación, se impone el control de daños, algo que Ellie Kemper ha efectuado a través de un largo post en Instagram. "Cuando tenía 19 años, decidí participar en un baile de debutantes en mi ciudad natal", comienza. "La organización centenaria que lo organizaba tenía un pasado indudablemente sexista, racista y elitista. Yo no conocía su historia en aquel momento, pero la ignorancia no es una excusa". 

"Condeno, denuncio y rechazo sin ambages la supremacía blanca", prosigue el mensaje de la actriz. "Asimismo, reconozco que, debido a mi raza y mi privilegio, me he beneficiado de un sistema que repartía de forma desigual la justicia y las recompensas". 

Tras dedicar varios párrafos más a exponer sus motivos, Kemper concluye: "Quiero disculparme ante la gente a la que he decepcionado, y prometo que seguiré escuchando, aprendiendo y usando mi privilegio para apoyar esa sociedad mejor en la que creo que podemos convertirnos". 

El tono de Ellie Kemper puede parecer servil, pero recordemos que este escándalo, por tonto que nos parezca en Europa, podría haber perjudicado seriamente su imagen ahora que se dispone a participar en el remake de Solo en casa que estrenará Disney+. 

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