El último cartel de cine que diseñó Saul Bass fue para José Luis Garci

Se cumplen 100 años del nacimiento de uno de los mayores artistas gráficos de todos los tiempos. Saul Bass (N.Y., 8 de mayo de 1920–Los Angeles, 25 de abril de 1996) ha diseñado algunos de los mejores títulos de crédito de la historia (Vértigo, West Side Story, La edad de la inocencia...), y también varios de los carteles más recordados del universo cinematográfico, desde Anatomía de un asesinato a Un, dos, tres, pasando por El resplandor.

Ganador además de un Oscar como director por el cortometraje documental Why Man Creates (1968) y nominado otras dos veces al mejor corto de ficción (Notes on the Popular Arts, 1978, y The Solar Film, 1980), su carrera como diseñador de créditos y carteles y creador gráfico comenzó a finales de los años 40 (un arte para El ídolo de barro parece ser su primer cartel) y se extendió hasta los 90, abarcando 6 décadas del cine.

Las últimas películas en las que trabajó como diseñador de los títulos de crédito fueron Semillas de rencor (John Singleton, 1995) y Casino (Martin Scorsese, 1995). No está tan claro cuál es su último póster. Su firma aparece en la cartelería de El regreso del río Kwai (1989), nueve años después de diseñar su último clásico, el cartel amarillo de El resplandor (1980). Pero se conoce también la historia de su póster nunca utilizado para La lista de Schindler de Steven Spielberg en 1993. Al director le pareció demasiado seco, demasiado severo.

Pero por los datos que tenemos, el último póster que diseñó Saul Bass fue para su amigo José Luis Garci, al que conoció en una de las múltiples vistas del director de Las verdes praderas, Volver a empezar y El abuelo a Hollywood.

Garci, que recogió el primer Oscar a mejor película de habla no inglesa para una película española por Volver a empezar en 1983, ha sido un asiduo a la gala de los Oscar con otras tres nominaciones más (Sesión Continua, 1984, Asignatura aprobada, 1987, y El abuelo, 1998) y pudo trabar amistad con varios clásicos de Hollywood, entre ellos Bass.

Fruto de esa amistad Bass se comprometió a crear un póster para la carrera internacional de Canción de cuna, filme estrenado en España el 15 de abril de 1994. Después de su estreno en España, donde logró 230.000 espectadores, la película, que ganó 5 Goyas a principios de 1995 (Fotografía –Manuel Rojas–, Vestuario –Ivonne Blake–, Dirección Artística –Gil Parrondo–, Maquillaje y Peluquería y María Luisa Ponte como mejor actriz de reparto), tuvo una carrera internacional que había comenzado en el festival de Montréal unos meses antes, donde ganó el premio al mejor director, el Gran Premio del Jurado y el Ecuménico.

A Ponte se le sumaban Fiorella Faltoyano, Amparo Larrañaga, Maribel Verdú, Virginia Mataix y Diana Peñalver, entre otras, pero además del brillo de las muchas actrices protagonistas en el filme destacaba una sentida interpretación de Alfredo Landa.

Basada en una obra teatral de Gregorio Martínez Sierra, la acción discurre entre un grupo de monjas que van a tener que hacerse cargo de un bebé que alguien abandonó a las puertas del convento. Quinta adaptación de esta obra (la primera, de 1933, fue el primer largo dirigido por Mitchell Leisen, el propio Martínez Sierra la dirigió en 1941 en Argentina, y José María Elorrieta dirigió otra en 1961), la versión escrita por Garci y su coguionista Horacio Valcárcel tiene también el honor de ser la última película a la que el genio Saul Bass diseñó su cartel.

[Este artículo no habría sido posible sin la ayuda de José Alberto Sánchez y Andrés Moret @HatariBooks ]