Conocido por la espectacularidad de sus filmes y por sus montajes a velocidad absurda, el estadounidense Michael Bay es de esos directores que conectan fácilmente con el público. Y, como prueba el éxito de Gran Hermano, a buena parte de ese público le siguen privando los reality shows. Así que, dicho y hecho: el autor de Armageddon y Transformers se ha aliado con la productora Magical Elves para crear No Way Out.
El programa, descrito como "un juego sin reglas", se perfila más bien como una versión a lo bestia de Supervivientes. Los concursantes deberán recorrer el mundo superando diversas pruebas, sin apoyo alguno, y tratando de ocultarse piezas de información vital unos a otros. Igualito, igualito, que las peripecias de Marc Ostarcevic y Karmele Marchante en la isla, vamos.
"Quiero hacer algo que nadie haya hecho nunca antes", explica Bay. "Vamos a combinar pruebas mortales, giros inesperados y un aspecto visual imponente", prosigue, y remacha: "Mostraremos a gente forzada a hacer lo que sea para sobrevivir". Teniendo en cuenta que quien habla es el hombre que ambientó el clímax de Transformers 2 en Egipto porque le apetecía filmar las pirámides, estas palabras suenan menos megalómanas de lo que parecen.
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