El lado oscuro de Audrey Tautou

Todos la recuerdan como la adorable Amélie, pero la actriz francesa también tiene otros registros, que van desde lo atrevido y picante hasta lo agresivo. Por DANIEL DE PARTEARROYO
El lado oscuro de Audrey Tautou
El lado oscuro de Audrey Tautou
El lado oscuro de Audrey Tautou

La gente siempre la identificará con la candidez personificada de Amélie Poulain y asemejará la dulzura de su mirada pizpireta con el crujir del azúcar caramelizado sobre la crème brûlée, pero no nosotros. Nosotros damos patadas a los gnomos de jardín, apretamos fuerte nuestra foto de Irène Jacob y decimos "'¡basta!". Audrey Tautou, que esta semana estrena La delicadeza en la cartelera española, no tiene por qué ser sinónimo de dicha délicatesse. De hecho, a lo largo de su carrera ha interpretado papeles mucho más oscuros (¡e incluso antipáticos!) que queremos utilizar para restituir su imagen de niña naíf y pucherosa. Puede que sea todo eso, y que lo sea con fuerza, pero también tiene un lado oscuro que encontramos mucho más atractivo (Anne Fontaine, que la dirigió en 'Coco' Chanel, dice que la escogió como protagonista al asustarse por la frialdad de su mirada; en serio) y estamos deseando que algún cineasta atrevido termine de explotar como se merece. Mientras, nos conformamos con rastrearlo a lo largo de su filmografía.

Es erotómana

Sólo te tengo a ti (2002) puede ser el título fundamental para desterrar la imagen de niña buena de Audrey Tautou, pues el encanto de su enamoradizo personaje no tarda en evolucionar hacia la depresión, la mentira, la violencia y el trastorno mental. Algo así como el epílogo que le faltaba a Amélie.

Sabe cómo seducirte

Desde los primeros pasos de su carrera, en Venus, salón de belleza (1999), lo hemos tenido claro gracias a escenas como ésta.

Le gusta bañarse en leche

Así es el baño que se toma en El libertino (2000), una película tan atrevida como para convertir a la Enciclopedia de Diderot en macguffin.

Muerde

Lo cual no representa ningún inconveniente... ¡a menos que lo haga en medio de una felación! Negocios ocultos (2002) nos hirió algo más que la sensibilidad.

Fuma

Aunque, mientras lo haga con la misma elegancia que en Un engaño de lujo (2006), desayunando diamantes como homenaje a la otra Audrey (Hepburn), por nosotros no hay problema.

Es una ex infernal

Que se lo digan a Xavier (Romain Duris) en Una casa de locos (2002) y Las muñecas rusas (2005). No sólo te deja por teléfono después de haberte sido infiel (lo que tu hicieras por tu parte durante ese Erasmus mejor dejémoslo a un lado), sino que después cumple todas las características de la ex satánica: tras dejarlo contigo tiene una vida feliz y exitosa, un hijo e incluso te propone sexo cuando acabáis juntos una noche de borrachera. Estamos ante la definición del mal.

Es blasfema y hereje

Lo cual será un problema para nuestros lectores religiosos, pero hará que gane puntos ante el resto gracias a la comedia Dios es grande, yo soy pequeña (2001), en la que interpreta a una chica que va probando todas las religiones con heréticos resultados como forma de encontrar novio. Hace lo mismo Woody Allen y todo el mundo aplaude. Si a eso le unimos la revelación final sobre su personaje en El código Da Vinci (SPOILER: es descendiente de María Magdalena y, por lo tanto, hija de Jesucristo), tenemos el cóctel completo.

La delicadeza se estrena el 6 de julio.

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