El club de los todoterreno (y II): 10 actrices de Hollywood que pueden con todo

Drama, comedia, musical... O todo a la vez. Recordamos a 10 intérpretes femeninas capaces de hacer (casi) cualquier cosa.

Con lo caro que está el kilo de talento hoy en día, los actores versátiles son una pieza rara y codiciada por directores, productores y otros elementos: te lo demostramos en un reportaje donde pasábamos revista a 10 intérpretes de Hollywood capaces de hacer cualquier cosa, desde contar chistes a librar duelos de esgrima, pasando por montar a caballo. "¿Y qué pasa con ellas?", preguntarás. Pues pasan muchas cosas, como te demostraremos en esta pieza sobre las 10 actrices más 'todoterreno' de Hollywood.

Una cosa antes de empezar, eso sí: en la industria del cine, como en muchas otras partes, la equiparación de sexos dista mucho de ser completa, y el estátus de las actrices de nuestro ránking es buena prueba de ello. No es sólo que cobren menos (repasa la diferencia de cifras entre los actores mejor pagados y sus homólogas femeninas: te sorprenderá), sino que el abanico de papeles a su disposición es menor, con una única excepción que verás al final de la lista. Aún así, las damas de nuestra lista saben capear el encasillamiento, vía dramas y comedias románticas generalmente, y mantener unos registros saludablemente amplios.

Natalie Portman

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Nos gusta como actriz porque... En  León el profesional todos quisimos ser asesinos a sueldo para protegerla, en Closer (ya crecidita) despertó impulsos sospechosos en los varones heterosexuales, con V de Vendetta removió nuestras conciencias políticas, y en Cisne negro nos dio escalofríos de todo tipo. Además, es la madre de Luke Skywalker y la princesa Leia.

Y es versátil porque... Como insinuaban en La red social, la Portman es una de las pocas estrellas de Hollywood que luce un título universitario (en psicología) y por Harvard, nada menos. Mientras compartía campus con Mark Zuckerberg, Natalie resultó tan estudiosa que no acudió al estreno de La amenaza fantasma porque le coincidía con un examen (tampoco se perdió tanto). Nacida en Israel (tiene la doble nacionalidad), habla hebreo con soltura, además de japonés, francés y árabe. No le da miedo alternar con los más grandes, y en registros poco usuales además, como probó su encuentro con Dustin Hoffman en la infravalorada Mr. Magorium y su tienda mágica, y como podrás ver en el vídeo de arriba (grabado para el Saturday Night Live) reírse de sí misma es algo que se le da tan bien como rapear. Ahora vuelve a estar en la boca de todos los críticos (y es una seria candidata a su segundo Oscar) por su papel de la mujer de JFK Jackie, de Pablo Larrain. Por otra parte, también ha hecho teatro.

Su punto débil: Su imagen de chica buena y responsable parece corresponderse con su personalidad en la vida real, pero puede limitar sus expectativas dramáticas. Aunque sólo sea una vez, queremos verla en un papel de mala malísima.

Catherine Zeta-Jones

Nos gusta como actriz porque... La feliz señora de Michael Douglas debutó en un escenario teatral a los doce años, en una producción del musical Annie, y desde entonces no ha parado. El título más triunfador de su carrera es, desde luego, Chicago, pero su filmografía nos permite afirmar que esta chica es una joya.

Y es versátil porque... Si su sensual estampa cantando All That Jazz no demuestra que Catherine es pura energía, entonces acudiremos a La máscara del Zorro, filme en el que (además de dar la réplica a Antonio Banderas y Anthony Hopkins) blandió una espada, hizo acrobacias y montó a caballo, y todo bien. En The Haunting convenció a muchos (y a muchas) de que le iban las chicas, una suerte difícil para muchos intérpretes hetero sin caer en la autoparodia, mientras que Traffic la convirtió de golpe y porrazo en toda una 'reina del Sur' narcotraficante, con su churri Michael Douglas en el bando opuesto. En cuanto a su registro cómico, recordemos que lo mejor (lo único bueno, dirán algunos) de Crueldad intolerable fue su dinámica cachonda con George Clooney.

Su punto débil: Al igual que en otros casos, el exceso de presencia mediática. Su matrimonio y su condición de portavoz para firmas como Elizabeth Arden la convierten en blanco fácil para parodias y menosprecios.

Kate Winslet

Nos gusta como actriz porque... En sus brazos, cualquiera se sentiría como "el rey del mundo", como Leonardo DiCaprio en Titanic, o cual Jim Carrey perdido en los paisajes oníricos de ¡Olvídate de mí!.

Y es versátil porque... Con todo el caché que aporta la escuela británica de actores, Kate se ganó su estrellato con sangre, sudor y lágrimas. Su belleza, aunque deslumbrante, no es convencional (sus compañeros de cole la llamaban "pompa", por sus redondeces) y la fama de chica rara adquirida gracias a Criaturas celestiales la acompañó durante mucho tiempo... Hasta que Ang Lee le obligó a tomar lecciones de tai chi y piano para ganarse su papel en Sentido y sensibilidad. Capaz de cambiar de cara como de vestido, la Winslet ha probado que puede ser odiosa (Juegos secretos), entrañable (Descubriendo nunca jamás), patética (Revolutionary Road, El lector) o todo a la vez. Todo ello mientras cultiva su gran talento ignorado: la música. Escucha su canción What If (grabada en 2001) y te extrañará que no haya ejercitado más sus cuerdas vocales.

Su punto débil: El cine de género. Tan británica y tan profesional como es, la Winslet no ha tocado trabajos de terror ni fantásticos. James Cameron, por favor, toma nota y vuelve a llamarla.

Emma Thompson

Nos gusta como actriz porque... En Lo que queda del día y Regreso a Howard's End, las llamas de su talento derretían la flema británica de Anthony Hopkins. Si eso no es suficiente, habrá que recordar Los amigos de Peter, En el nombre del padre, Más extraño que la ficción...

Y es versátil porque... La Thompson no es sólo una de las mejores actrices vivas (desafiamos a cualquiera a desmentirlo), sino también un pozo de talentos: si Regreso a Howard's End le procuró el Oscar a la Mejor Actriz Principal, Sentido y sensibilidad le hizo ganar una menos esperable estatuilla al Mejor Guión, además de convertirla en maestra y amiga de Kate Winslet. Poliédrica y polifacética (Ángeles en América le permitió lucirse encarnando tres papeles a la vez), Emma no le tiene miedo al fantástico (véanse sus intervenciones en la saga Harry Potter) ni a desfigurarse y reírse de sí misma, como demuestran las dos entregas de La niñera mágica. Sus aventuras de juventud en el grupo de teatro Cambridge Footlights le permitieron, además de vivir correrías junto a Stephen Fry y su entonces pareja Hugh Laurie, probar sus talentos en el humor feroz, autoparódico y, a veces, escatológico.

Su punto débil: La edad. Pese a contar con un carrerón a cuestas en el Reino Unido, Thompson saltó al estrellato en Hollywood con los 33 años ya cumplidos. Eso, por desgracia, ha sido un lastre para su atractivo mediático.

Charlize Theron

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Nos gusta como actriz porque... Ha sobrevivido a un hipotético encasillamiento como chica guapa sin cerebro para convertirse en una diva de pleno derecho. Al precio, eso sí, de cubrir de prótesis su rostro y quedar como toda una Monster.

Y es versátil porque... ¿Sabías que Charlize podría haber sido prima ballerina en una compañía de ballet clásico? Aunque una lesión de rodilla le privase de dicho destino a los 19 años, la sudafricana se abrió paso como modelo, adquiriendo una seguridad y una planta que sólo se ganan en las pasarelas. Pese a la baja calidad de Aeon Flux, dicho filme nos probó que, si quisiera, podría haberse ganado un puesto como estrella de acción, y la serie Arrested Development sirvió como campo de pruebas para un poco explotado talento cómico. Por si esto fuera poco, recordemos Noviembre dulce y El abogado del diablo, filmes en los que logró una proeza sólo al alcance de unos pocos: despertar un poco de espontaneidad en el siempre pétreo Keanu Reeves. Y no podemos olvidarnos de su heroína en Mad Max: Furia en la carreteraImperator Furiosa ha marcado un antes y un después en el cine de acción.

Su punto débil: Por paradójico que parezca, Charlize es demasiado guapa como para que algunos  se la tomen en serio: su Oscar a la Mejor Actriz llegó al precio de una desfiguración.

Tina Fey

Nos gusta como actriz porque... Lisa y llanamente, es nuestra payasa favorita. Repasa la serie 30 Rock y sus peripecias junto a Steve Carell en Noche loca y entenderás que esto es un elogio.

Y es versátil porque... Para empezar, porque sus orígenes son los mismos que los del mismísimo John Belushi. Al igual que el gordo de los Blues Brothers, Tina pasó de la compañía teatral Second City de Chicago al programa Saturday Night Live, donde no sólo adquirió tablas como comediante, sino también como guionista, firmando sus propios gags y cultivando un talento literario que cristalizaría en Chicas malas y en la propia 30 Rock, show que además dirige y protagoniza. Tremenda en las imitaciones (su forma de meterse en la piel de Sarah Palin sería inquietante, si no fuese tan divertida), Fey es una de las personalidades más talentosas del cine actual. Y, además, es muy sexy.

Su punto débil: Aunque su agenda cinematográfica rebose de proyectos interesantes, Fey es conocida en EE UU gracias al teatro y la TV. Algo que puede restarle repercusión en el resto del mundo.

Dakota Fanning

Nos gusta como actriz porque... Pese a lo que afirma el tópico, la Fanning ha sobrevivido al estrellato infantil para afirmarse como una intérprete adulta de altura.

Y es versátil porque... El primer papel de Dakota, a los 4 años, fue como actriz de voz para la versión inglesa de Mi vecino Totoro. Después, nos enterneció como la hija de Tom Cruise en La guerra de los mundos, y se prodigó en papeles de niña mona... Hasta que, casi sin interrupción, nos demostró de lo que era capaz en La saga Crepúsculo: Eclipse y The Runaways. En ambos filmes se comía con patatas (dramáticamente hablando) a Kristen Stewart, y en el segundo nos demostraba que su rollo es el rock bordando temas de protopunk feminista como Cherry Bomb. Ahora la ha dirigido Ewan McGregor en America Pastoral. Y todo ello, con 21 años recién cumplidos. ¿Hasta dónde podrá llegar?

Su punto débil: Además de su juventud y el lastre de su pasado como niña-actriz, el mayor peligro para Dakota es que Elle Fanning, su hermana pequeña, demuestre ser aún más talentosa que ella. Echa un vistazo a Super 8, y sabrás de qué estamos hablando.

Anne Hathaway

Nos gusta como actriz porque... Aguantó con dignidad los cuernos que le puso Jake Gyllenhaal (y con Heath Ledger, nada menos) en Brokeback Mountain, y las invectivas de Meryl Streep en El diablo viste de Prada. ¿Hace falta más? Sí: es Catwoman.

Y es versátil porque... Aunque el recuerdo de su intervención en los Oscar 2011 sea más bien pobre, no creemos exagerar si decimos que el mayor culpable fue su partenaire James Franco: Anne demostró una simpatía a prueba de bombas, manejándolas con soltura frente a ese Kirk Douglas hecho un chaval. Recordemos que le sobra experiencia en el teatro (un medio que afirma preferir al cine), que ha hecho sus pinitos como cantante  y que posee un carisma muy sólido, gracias al cual superó el encasillamiento al que parecían condenarla las dos entregas de Princesa por sorpresa. En El caballero oscuro: la leyenda renace comprobamos lo bien que se desenvolvía en géneros más aventureros. Esperar a ver su interpretación de tipa excéntrica en Colossal, de Nacho Vigalondo. 

Su punto débil: De puro modosita y estilosa, Anne corre el riesgo de quedar como una pavisosa para aquellos que no pillan el punto de su talento.

Angelina Jolie

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Nos gusta como actriz porque... Además de traumatizar nuestras adolescencias en Hackers, la señora de Pitt se ha ganado laureles dramáticos en filmes como El intercambio y Un corazón invencible.

Y es versátil porque... Aunque sea fácil tomársela a broma por la sobreexposición mediática, hagamos memoria: ¿cuántas actrices se habían ganado el estrellato en el género de acción antes de Angelina y Tomb Raider? Probablemente, sólo Sigourney Weaver. Además de preparar el camino para las Milla Jovovich y Zoe Saldana del futuro, Angelina desarrolló una faceta de su talento que sólo hemos podido disfrutar en contados títulos, como Wanted. Afortunadamente, sabe conjugarlo con registros más serios. Y hasta dirige.

Su punto débil: Además del 'síndrome de Brangelina', nos tememos que la hija (a su pesar) de John Voight padece de un exceso de ego que la empuja a protagonizar demasiados bodrios.

Meryl Streep

Nos gusta como actriz porque... ¿Hace falta decirlo? Se trata, seguramente, de la intérprete femenina más influyente y respetada de Hollywood después de Katharine Hepburn y Bette Davis.

Y es versátil porque... Representante única de la generación viejuna en este informe, la Streep no se ha ganado su puesto gracias a su carrerón pasado, sino a su presente y (mejor todavía) a lo que le queda por hacer. Cuando estábamos acostumbrados a asociarla con dramones (Los puentes de Madison, La decisión de Sophie, Kramer contra Kramer...) Meryl decidió demostrarnos de golpe que sabía hacer comedia... Y que sabía cantar. De ahí que, tras pasmarnos en El diablo viste de Prada, nos dejase de piedra en Mamma Mia! con su soltura, su gracejo y su vozarrón. Por si eso fuera poco, revisemos su transformación en Margaret Thatcher para la aún inédita The Iron Lady, y relamámonos de gusto al recordarla junto a Tina Fey en Mommy & Me. A la Streep todavía le queda mucha cuerda. Y nosotros que nos alegramos.

Su punto débil: El baile. Para conseguir que moviese el esqueleto, sus compañeros de Mamma Mia! tenían que tirarla al mar desde un embarcadero.

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