El Anillo de Iffland: Así es la misteriosa joya (para algunos, maldita) que tenía Bruno Ganz

Repasamos la misteriosa historia del Anillo de Iffland, la joya que tras la muerte de Bruno Ganz irá a parar a otro actor germano
El Anillo de Iffland: Así es la misteriosa joya (para algunos, maldita) que tenía Bruno Ganz
El Anillo de Iffland: Así es la misteriosa joya (para algunos, maldita) que tenía Bruno Ganz
El Anillo de Iffland: Así es la misteriosa joya (para algunos, maldita) que tenía Bruno Ganz

Esta mañana amanecíamos con una mala noticia. El actor suizo Bruno Ganz fallecía en su Zurich natal a los 77 años.

Entre los diferentes datos que acompañaban a la noticia de su muerte estaba uno que llamaba la atención por sí solo: Ganz era el portador actual del Anillo de Iffland, una joya que Austria cede al mejor actor germano del momento, haciendo que pueda lucirlo hasta el día de su muerte, momento en el que debe ir a otro intérprete.

El Anillo de Iffland: Así es la misteriosa joya (para algunos, maldita) que tenía Bruno Ganz

Pero... ¿Qué es esa reliquia?

Pues para empezar se trata de un anillo de diamantes con la cara de August Willhem Iflland, un actor y dramaturgo alemán que vivió entre los siglos XVIII y XIX.

¿No te parece lo suficientemente fascinante? Pues aquí va otro dato: Hay quien asegura que el anillo estaba maldito.

Es más, su origen no está nada claro y hay quien asegura que fue parte de un misterioso juego de siete anillos del que solo quedaría este. Sea como sea, lo cierto es que Iffland consiguió esa joya para, inspirándose en la obra Nathan el sabio (en la que se cita la Párabola del anillo), iniciar una tradición que continúa hasta el día de hoy y según la cual, el anillo debe ser portado por el mejor actor de su generación.

En 1814, Iffland le habría dado el anillo a Ludwig Devrient, un actor teatral que dejó dicho que a su muerte (representando Rey Lear) fuera a parar a su sobrino Emil Devrient,

La historia del anillo resurge en algún momento entre 1875 y 1978, momento en el que aparece en la mano de Friedrich Haase, un actor y director teatral que lo habría heredado de Theodor Döring, en cuyo poder habría estado tras el joven de los Devrient.

A su muerte, Döring lo dejó en manos de Albert Bassermann, momento en el que nace la leyenda de la maldición del anillo.

La razón es que Bassermann eligió en un primer momento como sucesor a Alexander Girardi, pero este murió antes de poder recibirlo. Después, volvió a designar a otro heredero, que sería Max Pallenberg. Sin embargo, este también moriría antes que Bassermann, con lo que nunca pudo lucirlo en sus dedos.

Harto de la situación, Bassermann eligió un tercer portador, el austriaco Aleksandër Moisiu, quien volvería a morir antes de lo esperado.

En su ceremonia de cremación, Bassermann optó por poner el anillo en el ataúd, esperando que se destruyera y ardiera junto al cadáver de Moisiu. Pero el director del teatro de la corte austriaca (el Burgtheater) lo rescató antes de ser consumido por el fuego y consiguió que el actor lo donara a la biblioteca nacional del país.

A partir de ese momento, la joya de Iffland pasó a ser parte del gobierno austriaco y el director del teatro nacional intentó que, a la muerte de Bassermann, lo llevara el controvertido Werner Krauss, quien apareció en películas como El ganiete del doctor Caligari.

El Anillo de Iffland: Así es la misteriosa joya (para algunos, maldita) que tenía Bruno Ganz

Aunque Krauss lo rechazó en primera instancia, terminó aceptándolo en 1954, pero la fatalidad iba a cruzarse en su camino y a imagen de lo que había sucedido con Emil Devrient, Krauss moriría interpretando Rey Lear.

El siguiente portador sería Josef Menriad, tal y como debía dejado escrito Krauss. El actor de Sissi intentó designar como heredera a una mujer, Alma Seidler, pero no fue posible ya que el anillo solamente debía pasar entre actores y no entre actrices.

Mucho se rumoreó en la época sobre quién sería su heredero, pero la incógnita no se despejaría hasta 1996 cuando a su muerte, se supo que el nuevo propietario sería el ahora fallecido Bruno Ganz.

Ganz quiso originalmente que el anillo fuera heredado por Gert Voss, devolviendo la reliquia a actores del teatro nacional de Austria, el Burgtheater, pero Voss falleció en 2014 a los 72 años.

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