Desciframos 'Source Code'

Como aprendimos viendo Moon, Duncan Jones es un chico talentoso, además de hijo de David Bowie. En cuanto a Jake Gyllenhaal, su barba de tres días y sus ojazos, ¿qué de nuevo podemos decir? Bueno, sí: que es un actorazo, y que aceptando la propuesta de Jones para protagonizar su filme Source Code se ha metido en un jardín de los buenos: intrincada y cyberpunk, la película (el tráiler, aquí) tiene pintaza, pero también parece más laberíntica que el cerebro de nuestro bloguero ninja.

Vamos a ver: Gyllenhaal es el prota, ¿no? Y es un soldado destinado en Irak, ¿verdad? Entonces, ¿por qué está a bordo de un tren en EE UU? Y, ya que estamos, ¿por qué cuando se mira al espejo tiene la cara de otra persona? Víctima de un experimento militar que le permite ocupar cuerpos ajenos, el pobre Jake se ve condenado a repetir, una y otra vez, los ocho últimos minutos de vida de un terrorista que ha puesto una bomba a bordo del ferrocarril: si consigue desactivar el artefacto, podrá romper el bucle y volver a su propio cuerpo. Si no lo consigue… Bueno, digamos que el resultado será peor aún que el de Prince of Persia. Y sin pectorales al aire.

Ante tamaño galimatías, el Servicio de Información sobre Tramas Disparatadas de CINEMANÍA te ofrece este completo dossier con todas las pistas, datos e influencias que hemos detectado en la peli. Disfrútalo y recuerda: la realidad no es nunca lo que parece.

Origen

Source Code puede ser la primera prueba de que el blockbuster onírico de Christopher Nolan ha hecho historia: ¿Infiltrarse en la mente de otra persona? Andando de por medio los mad doctors del Pentágono como Vera Farmiga, es un juego de niños.

Atrapado en el tiempo

Vale: no suena I Got You, Babe, Gyllenhaal no se parece a Bill Murray y un atentado es algo más serio que el Día de la Marmota. Pero que nos aspen si eso de repetir continuamente el mismo ciclo temporal no nos suena de algo. Tal vez el amor de Michelle Monaghan (protagonista femenina) sea la clave del enigma.

Matrix

Aunque Ghost in the Shell llegase antes al mismo territorio, desde que los Hermanos Wachowski estrenaron su trilogía con Keanu Reeves hemos aprendido a ver las máquinas de otra forma. Por favor, mantenga esa aguja lejos de mi espina dorsal…

El protegido

El mundo es un lugar terrible si nadie (y queremos decir “NADIE”) puede dañarte. Al igual que Bruce Willis en el filme de M. Night Shyamalan, Jake Gyllenhaal descubre esta triste realidad sobreviviendo (varias veces) a la misma catástrofe ferroviaria.

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Tenemos una situación de crisis que sólo puede ser resuelta en un tiempo limitado. ¿A quién vamos a llamar? Pues a Jack Bauer (Kiefer Shuterland). Está por verse si nuestro nuevo héroe Gyllenhaal tiene su destreza para los interrogatorios a tortazo limpio.

Este cuerpo no es el mío

Para un agente especial, la perspectiva de intercambiar su físico con un terrorista es similar a la de una chica guapa (Rachel McAdams) obligada a meterse en el cuerpo de Rob Schneider.

Regreso al futuro

No es que el tren infernal de Source Code explote una y otra vez: es que la mente de nuestro héroe está condenada a viajar en el tiempo hasta que encuentre una forma de evitar la tragedia. Tras tanto salto, Gyllenhaal echará de menos a un ‘Doc’ Brown que le desentrañe el lío.

Primer

Dicen que es la película más verosímil (con permiso de Los cronocrímenes) que se ha rodado sobre los viajes en el tiempo. ¿Por qué? Para empezar, la máquina de turno se parece más a una lavadora que a un DeLorean, y (para seguir) sus protas aprenden por las bravas lo peligroso que es tontear con las leyes de la cronología. Nos da en la nariz que Jake Gyllenhaal terminará llevándose la misma lección.

Avatar

Con el genio que tiene, ya nos estamos imaginando la perorata de James Cameron cuando Duncan Jones estrene su filme: “¿Intercambio de cuerpos por vía tecnológica? Si por lo menos fuese con un bigardo alienígena de tres metros, en 3D y con rabo, la cosa tendría un pase...”.

Philip K. Dick

Sí: es una persona, no una película. Pero qué persona. Gracias a los libros de este señor con barba (1928-1982), los fans de la ciencia-ficción han aprendido a no sorprenderse ante paradojas espacio-temporales y metafísicas como las de Blade Runner, Desafío total, y Minority Report (tres filmes basados en novelas suyas). Entre los filmes influidos por su obra están Terminator, Matrix, Primer, Origen… Y, ahora, Source Code.