"¡Deprisa, Torete, que nos cogen!"

NAVAJEROS (Eloy de la Iglesia, 1980)

Proyección: 7 de julio, 20.00

Con lo peorcito de Madrid como telón de fondo, el malogrado José Luis Manzano como protagonista y una contundente banda sonora de los reyes de La Elipa, Burning, Navajeros contribuyó a definir la imaginería del gran Eloy de la Iglesia (recuerda su nombre, porque lo volverás a leer en este especial). Erotismo (y homoerotismo) juvenil, vidas en el filo e infinidad de Seat 600 y Simca 1000 afanaos por 'El Jaro', protagonista (real) de esta historia de violencia.

DEPRISA, DEPRISA (Carlos Saura, 1980)

Si los grandes de la blaxploitation de los setenta contaron con titanes del soul (Isaac Hayes, Bobby Womack) para musicar sus aventuras afroamericanas, la quinquiexploitation española no fue menos: Carlos Saura contó con nada menos que Los Chunguitos, los reyes de la rumbataleguera, para ambientar esta película desoladora. Si no se te encoge el corazón con el video que puedes ver arriba, es que nunca has pisado el extrarradio de Madrid.

LA PATRIA DEL 'RATA' (F. Lara Polop, 1980)

Proyección: 21 de julio, 20.00

Con ánimo similar al de Jose Antonio de la Loma en Perros Callejeros, el ex profesional del destape Lara Polop recrea la vida de Juan José Moreno Cuenca, alias 'El Vaquilla', estrella indiscutible de la prensa sensacionalista de la Transición. Cambiando Barcelona por Madrid, y el tirón de bolsos por los atentados con bomba y el secuestro de niñas diabéticas, este filme hace valer la vieja máxima: "Si la leyenda es mejor que la realidad... Exagera la leyenda todo lo que puedas y haz un thriller de serie B con ella". El 28 de julio, el ciclo proyectará otra rara pieza: De tripas corazón (1985), de Julio Sánchez Valdés.

EL PICO 2 (Eloy de la Iglesia, 1984)

Proyección: 4 de agosto, 20.00

Si en la primera entrega (1983), el gran de la Iglesia había desafiado todos los tabúes imaginables en su época (terrorismo abertzale, heroína, homosexualidad y la Guardia Civil), la secuela llega a extremos aún mayores presentándonos a un José Luis Manzano que no deja de traficar pese a quedarle una larga estancia en el talego de Carabanchel. En ese hermoso lugar, Manzano hará migas con José Luis Fernández, 'Pirri', otra de las estrellas de este fenómeno audiovisual-marginal, quien le enseñará técnicas imprescindibles para conservar su virginidad anal pese a las presiones del camello 'El lendakari'.

27 HORAS (M. Armendáriz, 1986)

Proyección: 11 de agosto, 20.00

Sin ánimo de hacer sociología barata, diremos que si filmes realizados en el País Vasco durante los ochenta compartieron los mismos temas (el paro juvenil la drogadicción y el terrorismo, juntos y revueltos), por algo sería. Valga de ejemplo esta incursión quinqui del siempre realista autor de Tasio, en la que un adolescente bilbaíno se juega su futuro a contrarreloj, con Antonio Banderas y Maribel Verdú como secundarios.

MARAVILLAS (M. Gutiérrez Aragón, 1980)

Proyección: 18 de agosto, 20.00

Hasta tal punto llegó la alarma social provocada por la delincuencia juvenil, que hasta un esteta como Manuel Gutiérrez Aragón puso su granito de arena con esta rareza, con Fernando Fernán-Gómez, familias de judíos sefarditas y un inevitable 'palo' en una joyería que acabará trágicamente.

COLEGAS (E. de la Iglesia, 1982)

Proyección: 25 de agosto, 20.00

Sí, no te equivocas: el chaval de raza calé al que ves en el video de arriba, arrancándose por rumbas en plena calle, no es otro que Antonio Flores,coprotagonista junto a su hermana Rosario de esta expedición al lado sórdido de Madrid. Junto a Flores (fallecido en 1995) aparecen en el filme nuestros viejos conocidos 'El Pirri' y José Luis Manzano, ambos muertos (1988 y 1992, respectivamente) por sobredosis de heroína. El propio director, pareja sentimental de Manzano en su día, acabaría falleciendo por causas naturales en 2006 tras una larga relación con la aguja. Porque pese a sus bajos presupuestos, sus formas cuestionables y su aire muchas veces sensacionalista, el 'cine quinqui' es un género de esos en los que las fronteras entre realidad y ficción se difuminan más de lo deseable.