David Fincher v. Bill Murray: duelo de copazos en los Globos de Oro

¿La 'antesala de los Oscar'? ¿Unos premios de ética cuestionable? Pues ni una cosa ni otra: a lo largo de los años, los Globos de Oro han estado presentes en nuestra conciencia como "la gala en la que las celebrities se emborrachan". Y su edición 2021, si bien deslucida por su formato virtual, nos han hecho recordarlo a lo grande con dos ejemplos inolvidables. 

El primero de ellos, nada menos que David Fincher. Contradiciendo su fama de seriedad, el director de Mank 'celebró' cada una de las categorías que perdió su película tomándose un chupito. 

Así pues, dado que Mank estaba nominada a seis categorías, Fincher introdujo seis 'tapones' en su abstemio cuerpo. Nada que ver con aquella vez en la que Billy Wilder juró tomarse un martini por cada Oscar que ganase Ben-Hur... y acabó desmayándose bajo el peso de los 11 cócteles. 

Siendo Fincher quien es (es decir, un troll como una casa), además, podemos sospechar que en aquellos vasos había agua mineral. Pero a nuestro siguiente titán de la dipsomanía galardonada sí podemos asumirle honestidad. Hablamos nada menos que de Bill Murray. 

Con la sonrisa ufana de quien está de vuelta de todo, Murray participó en la gala telemática luciendo una camisa de vivos colores y sosteniendo su copita mientras sonreía de oreja a oreja. Lo que se dice un titán. 

Y no solo eso: cuando Daniel Kaluuya (también nominado a Actor de reparto) se llevó el trofeo por Judas and the Black Messiah, Murray y él intercambiaron un brindis pixelado que se llevó de calle a las redes sociales. 

Así pues, esos momentos cumbre protagonizados por Emma Thompson y sus zapatos o Elizabeth Taylor y su sobre han tenido sucesores a la altura en la gala de 2021. Solo que, entre el papelón de subir al estrado cuando uno ya ve doble y el de apurar las copas en el sofá de casa, estaremos de acuerdo en que la segunda opción es mucho más cómoda. Algo bueno tenía que tener esto…