¿Cuánto recaudará 'Ocho apellidos catalanes'?

La secuela española más esperada ha llegado ya a los cines, y nosotros nos ponemos futurológicos: ¿igualará los resultados de 'Ocho apellidos vascos', o se quedará a medio gas?
¿Cuánto recaudará 'Ocho apellidos catalanes'?
¿Cuánto recaudará 'Ocho apellidos catalanes'?
¿Cuánto recaudará 'Ocho apellidos catalanes'?

¿El estreno más esperado del año? En cualquier caso, Ocho apellidos catalanes es el estreno español de 2015 que más curiosidad despierta. Para empezar, porque en nuestro panorama cinematográfico las secuelas siguen siendo escasas (a no ser, claro, que lleven el apellido "Torrente"). También, en parte, por ver cómo prolongan el director Emilio Martínez Lázaro y los guionistas Borja Cobeaga Diego San José ese humor basado en estereotipos regionales que tan buen resultado les dio en Ocho apellidos vascos (2014), con Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde Carmen Machi viajando al Principat para encontrarse con Rosa María Sardá Berto Romero. Pero, sobre todo, el mayor morbo que despierta este filme es el económico: no debe ser fácil continuar la película española más taquillera de la historia, con esos 56 millones de euros de recaudación que se ganaron titulares a granel, y que llevaron a las cabezas visibles de la industria a pronunciar auténticos ditirambos.

¿Cuál será el futuro en taquilla de Ocho apellidos catalanes? Pronosticarlo con certeza es imposible, porque no somos adivinos, pero lo que sí podemos hacer es esbozar posibilidades a partir de los precedentes, y también de los datos que están a nuestra disposición. Como, por ejemplo, que el filme de Martínez Lázaro se ha estrenado en 800 pantallas, casi el doble de las 348 pantallas con las que Ocho apellidos vascos inició su andadura el 14 de marzo del año pasado: una apuesta muy fuerte por parte de la distribuidora Universal. También sabemos, además, que Telecinco Cinema, productora de la película, ha echado el resto en su campaña de promoción. Así pues, se nos ocurren tres escenarios posibles: o bien Ocho apellidos catalanes iguala (o incluso supera) los tremebundos resultados de su predecesora, o bien resulta satisfactoria en el ámbito financiero sin batir récords... o bien amasa cifras mediocres, y lleva consigo una pequeña gran decepción.

Pau Brunet, analista de taquilla y responsable de la web Boxoffice.es, ve muy poco probable que Ocho apellidos catalanes iguale los resultados de Ocho apellidos vascos. "Repetir un fenómeno de esta envergadura es complicado", explica. "Ya no hay factor sorpresa y el éxito siempre genera envidia y de ahí se va al rechazo. España es experta en esto. Para Brunet es más probable que se haga realidad nuestra segunda hipótesis, la de la zona media: "Si se mueve en los 25 millones [de recaudación total] ya seria un éxito. Cualquier escenario que la acerque a los 35 sería excelente. y si se va más allá de los 40 millones... pues una locura".

En cuanto al primer fin de semana, ese ring en el que se miden las posibilidades de cualquier estreno potente, Brunet estima que una recaudación posible de 5 millones de euros "sería realista planteársela". El experto nos recuerda que la cinta se estrena en una temporada relativamente baja, "con una cartelera de poco brillo", y que eso ha multiplicado la demanda de las salas de cine. El punto flaco, en este caso, está en que la gran abundancia de pases mermará una estadística importantísima en la que no todo el mundo se fija: la media de ingresos por pantalla.

Luis Martínez, jefe de Cultura del diario El Mundo y ex director de CINEMANÍA, se va a lo alto a la hora de pronosticar: para él, la idea de que esta nueva Ocho apellidos... se convierta en un megaéxito es "perfectamente factible". Ahora bien, con ciertos reparos: "Hay que recordar que Ocho apellidos vascos no triunfó desde el principio, sino que fue subiendo semana a semana. Aquí, el factor sorpresa se ha ido fuera, así que la película necesita un tirón inicial fuerte". De ahí, explica, ese estreno multitudinario en 800 pantallas. Que, además, supondrá a su juicio un cebo para el gran público: "Una cosa que funcionó con la película anterior es que llevó al cine a gente que no veía una película en pantalla grande desde hacía diez años, por lo menos", recuerda Martínez. A su juicio, prosigue, esa misma audiencia repetirá "por curiosidad, para ver si los chistes de esta son igual de graciosos".

Pasemos, entonces, a nuestra segunda posibilidad: la de que Ocho apellidos catalanes tenga una recaudación tirando a pobre. Y aquí sí que nuestros dos expertos se plantan: eso es imposible. Y eso que, al igual que Luis Martínez, Pau Brunet avisa de la pérdida del 'boca oreja' como imán para los espectadores. "Se espera un primer asalto masivo, pero no que se repita la escalada de la película anterior: la gente no tiene ya ese gusanillo de decir 'Vamos a ver Ocho apellidos..., que yo la he visto y te va a encantar". Para el analista de taquilla, "el umbral de la decepción está en los 20 millones de euros. Menos que eso, seria un poco una decepción aguda. Y no ser la número uno del año seria otra decepción". Por ello, resume Brunet, si Ocho apellidos catalanes se remonta por encima de esa lista de objetivos (superar los 20 millones de euros, y quedar como la película española más taquillera del año), hará que se la vea como un éxito. "Sobre todo", añade, "viendo lo mal que le ha ido a Amenábar con Regresión".

"Es poco probable que se hunda", indica Luis Martínez, por su parte. Además del gancho taquillero de la película, el periodista indica otro factor que puede olvidarse: "Ocho apellidos catalanes es una película muy barata, y a poco que haga tres fines de semana buenos amortizará su presupuesto". Cuando le preguntamos sobre las posibles repercusiones de un éxito, o de un fracaso, en el panorama del cine español, Martínez hace una pequeña pausa: "¿Repercusiones? No creo que tenga, ni en el caso positivo ni en el negativo: fíjate que Ocho apellidos vascos no supuso ningún cambio importante, con las productoras lanzando españoladas cada dos por tres. Y en esta, tanto el director como los guionistas han dicho que esto es más bien Ocho apellidos vascos 2, ¡ahora, en Cataluña! La deriva de las televisiones, que son las que realmente hacen cine en este país, es siempre ir a lo seguro".

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