¿Cómo ha cambiado el cine a los X-Men?

Es lo que tienen las adaptaciones al cine: el material abunda, el metraje escasea, y al final el director y los guionistas acaban tirando gran parte del primero por la borda para así salvar al segundo. No digamos ya si el material de marras tiene medio siglo a sus espaldas, y va cargado hasta el colodrillo con giros argumentales, retcons, personajes y superpoderes. Esa es la papeleta a la que Bryan Singer y compañía han tenido que enfrentarse filmando la saga X-Men, saliendo del follón con mucha dignidad (salvo las excepciones que todos conocemos).

Pero nadie se va de rositas en nuestra web: ahora que X-Men: Días del futuro pasado llega a los cines, es el momento de pasar revista a todas las mutaciones sufridas por los mutantes en su tránsito de los cómics a la pantalla. A continuación os ofrecemos los ejemplos más selectos y clamorosos, pero no dudes de que hay muchos más... ¿Sabrías recordárnoslos en los comentarios?

Siendo Lobezno el personaje más popular del cosmos mutante, y Hugh Jackman el actor señero de la saga en cines, tiene su lógica que Días del futuro pasado (la película) esté protagonizada por el canadiense. Pero mucho ojo, porque en el cómic original no era así ni de lejos: la heroína cuya mente viajaba en el tiempo para prevenir el auge de los Centinelas no era otra que Kitty Pryde, la chica que atraviesa paredes y cuya popularidad entre los aficionados a las viñetas es, desde entonces, enorme.

Nos importa: Pues algo sí, a qué mentir: Kitty es uno de los personajes más queridos por los mutantófilos de toda la vida, y debería haber tenido algo más de protagonismo. Hala, fans de Ellen Page: ya tenéis un nuevo motivo de queja.

Ahí la llevas, Bryan Singer: vale que lo de liquidar al senador Kelly en X-Men quedó muy bonito y muy reivindicativo... Pero también ha supuesto un desbarajuste en el guión de Días del futuro pasado. Porque, en el cómic, el blanco de las ansias asesinas de Mística es este político tan reaccionario, quien pretende presentar una ley contra los mutantes en el Congreso de EE UU.

¿Nos importa? En este caso, no mucho. Todo lector de La Patrulla-X le cogió ojeriza a Kelly nada más verlo (y con razón), así que verlo licuarse frente a la cámara fue un placer.

La pregunta de arriba puede parecer rara, pero ateniéndonos al contexto no lo es tanto: en el cómic original, el viaje temporal de Kitty no tenía como destino 1973... sino el invierno de 1980, pocos meses antes de que el tebeo llegase a los quioscos. Lo cual contribuía a hacer el clima paranoico de la historia mucho más palpable para los lectores de entonces. El futuro distópico al que se refería el título de la saga transcurría... en 2013.

¿Nos importa? Vistos los modelitos seventies de Jennifer Lawrence, por nosotros el cambio de época está bien empleado. Ahora bien, esperemos que la tercera precuela (X-Men: Age of Apocalypse) aproveche todas las oportunidades que una ambientación ochentera puede dar de sí. ¿Veremos al profesor Xavier con chaqueta de hombreras y escuchando un walkman?

Volvemos a hablar de nuestra mutante azulada y desnuda favorita, y no será la última vez. Porque, mientras que en la película actúa en solitario, la Mística del cómic planeaba el asesinato del senador Kelly en compañía de una nueva y reformada Hermandad de Mutantes Diabólicos. En ella encontramos a dos viejos conocidos (Pyro y Mole) a quienes vimos en la primera trilogía y en X-Men Orígenes: Lobezno, respectivamente. Y también a Avalancha y a una señora llamada Destino, de la que también hablaremos en breve...

¿Nos importa? Depende del gusto de cada cual: si eres partidario de la teoría 'a más villanos, más jolgorio', desde luego resultará algo decepcionante. Pero oye, Fassbender y Dinklage son mucho Fassbender y Dinklage...

Teniendo en cuenta que su intérprete es una de las actrices más populares del Hollywood actual, el personaje de Mística ha adquirido mucho protagonismo en las precuelas... Y también ha experimentado un considerable blanqueo moral: la Mística de los cómics es una asesina experimentada y sin escrúpulos, como vimos en la primera trilogía. Y no sólo eso: también ejerció como madre adoptiva de Pícara (Anna Paquin) y parió a Rondador Nocturno (Alan Cumming) tras un kiki con Azazel. Además, su pareja sentimental es otra chica, la vidente (y villana) Destino.

¿Nos importa? Semejante cantidad de detalles y giros de guión, acumulados durante décadas de cómics, hubiera sido muy difícil de condensar en un filme, y aun en varios. Ahora bien: ya que X-Men pasa por ser la franquicia más progay del cine de superhéroes, una referencia a la bisexualidad de Mística hubiera sido de agradecer.

De manera semejante a lo que nos cuentan las precuelas, el profesor Xavier de los cómics convivió en su niñez con un personaje que acabó pasándose al bando de Magneto. Sólo que éste no fue una chica cañón y multiforme, sino una mula torda de la talla de Cain Marko, alias Juggernaut. Exacto: el señor al que Vinnie Jones encarnó en X-Men: La decisión final.

¿Nos importa? La idea del vínculo afectivo entre Xavier y Mística es bonita, y está dando muy buenos resultados en las precuelas aunque vuelva un tanto raras algunas escenas de la primera trilogía. Ahora bien: el Juggernaut es uno de esos malos que se hacen de querer, y fue una pena verle tan desaprovechado en el cine.

Desde la portada del cómic original, Días del futuro pasado prometía al lector una auténtica escabechina de mutis. Algo que el filme no ha respetado del todo: según el tebeo, los Centinelas se cargaron al profesor Xavier nada más llegar al poder (lo cual dejaba a Magneto como líder de la resistencia), así como a otros héroes que sí aparecen en la película como el Hombre de Hielo (Shawn Ashmore). Por otra parte, personajes presentes en la película como Bishop y Sendero de Guerra nunca intervinieron en el original... básicamente, porque aún no habían sido creados cuando éste se publicó.

¿Nos importa? Vamos a ver, ¿tú has visto la cantidad de mutantes que pululan por el Universo Marvel? Ante semejante horda, no es como para ponerse picajosos por un personaje o dos, máxime cuando la caza del cameo y el easter egg es un deporte tan divertido...

"Esta es fácil", pensará el cinemaníaco ajeno a los cómics, "los primeros alumnos de Charles Xavier fueron Kaos (Lucas Till), Bestia (Nicholas Hoult), Ángel (Zoë Kravitz), Darwin (Edie Ghategi) y Banshee (Caleb L. Jones)". Pues sentimos decirlo, pero sólo Bestia formaba parte del equipo que Stan Lee y Jack Kirby se sacaron de la manga en 1963. Los restantes miembros de la alineación fueron Cíclope, Ángel, el Hombre de Hielo y la añorada Jean Grey, que por entonces se hacía llamar 'Chica Maravillosa'.

¿Nos importa? Aunque Matthew Vaughn hubiera querido ser fiel al cómic en su película de 2011, eso le hubiese resultado imposible debido a la aparición de Jean, Cíclope, Ángel y el siempre fresquito Bobby en las películas anteriores. Así pues, ¿por qué preocuparse?

Con lo egocéntrica que es, a la Reina Blanca le encantaría saber que no ha salido en una, sino en dos películas de la saga mutante: la primera vez que la vimos fue en X-Men Orígenes: Lobezno (interpretada por Tahyna Tozzi) y la segunda en X-Men: Primera generación, con los rasgos de January Jones. Lo que no le haría tanta gracia es el tratamiento que le dieron ambos filmes. En ellas, una de las mutantas más carismáticas y complejas de los cómics se ve degradada a secundaria del montón...

¿Nos importa? Pues mira, sí: primero como villana (y archienemiga de Jean Grey), y después como heroína (y archienemiga de Jean Grey, a la cual para colmo le robó el novio), la señorita Frost no sólo ha lucido un tipazo imponente, sino también una falta de escrúpulos y un viboreo contumaz que hubiesen merecido mejor suerte en la pantalla.

Si has visto X-Men: La decisión final, también conocerás la respuesta a esta pregunta... Al menos en lo referido al cine, porque la Jean de los tebeos pasó a mejor vida en la memorable Saga de Fénix Oscura, para después resucitar y volver a espicharla, esta vez se supone que definitivamente. Todo por causa del dichoso Fénix, que (siempre en lo referido a las viñetas) no es una doble personalidad de la chica, sino una entidad cósmica que encarna la creación y la destrucción.

¿Nos importa? Seguro que esta infidelidad no nos cabrea tanto a nosotros como a los guionistas Dan Harris y Michael Daugherty: aunque también se apartase del cómic, el guión que dúo preparó para X-Men: La decisión final adaptaba con bastante fidelidad la historia de Fénix, y hubiera sido un placer verlo en pantalla grande.

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