Cineclub infantil: 8 películas para ver con niños (y II)

Volvemos a la carga con un segundo catálogo de filmes para todas las edades
Cineclub infantil: 8 películas para ver con niños (y II)
Cineclub infantil: 8 películas para ver con niños (y II)
Cineclub infantil: 8 películas para ver con niños (y II)

Las vacaciones del cole siguen adelante... Y, si has seguido nuestro consejo, seguro que ya has agotado todo el catálogo de películas para niños que te ofrecimos en nuestro último especial. Pero no tienes por qué preocuparte: CINEMANÍA vuelve a la carga con una colección de filmes aptos para pequeños y grandes, con la garantía de nuestra experiencia iniciando a sobrinos, sobrinas, hermanos y hermanas menores, hijos, hijas y demás allegados de pocos años. ¿Y si esta lista también se te hace corta de aquí a septiembre? Pues entonces recurre a nuestra primera selección de películas inteligentes para niños de vacaciones.

Una pandilla alucinante (F. Dekker, 1987)

¿Por qué la recomendamos? Sólo hay una cosa que los pequeños disfruten más que pasar miedo en la comodidad del sofá: darse el gusto de ver cómo sus héroes derrotan a los mónstruos. Y, lo que es de monstruos, esta película con guión de Shane Black (Iron Man 3) anda sobrada: encabezados por el mismísimo Drácula, varios engendros clásicos del cine de terror se batirán contra una pandilla de chavales prepúberes por la posesión de un valioso amuleto. El resultado es una estupenda mixtura en la que el espíritu gamberro de Los Goonies se encuentra el de Los cazafantasmas, y con esos entrañables despropósitos de la Universal en plan Frankenstein contra el hombre lobo.

 El secreto del libro de Kells (T. Moore, N. Twomey, 2009)

¿Por qué la recomendamos? Para empezar, este filme irlandés nominado al Oscar sigue dándonos motivos para creer en la animación 2D de toda la vida, con una ayuda de la tecnología digital pero sin volúmenes ni polígonos. Para seguir, su historia sencilla, cortita y con vikingos resulta trepidante, amén de contar con personajes tan entrañables como Aisling, un hada que prefiere transformarse en lobo antes de amadrinar a princesitas cursis. Y, para terminar, El secreto del libro de Kells cuenta con una desbordante inventiva visual, inspirada en las iluminaciones de los manuscritos medievales, que mostrará a sus jóvenes espectadores una alternativa al siempre eficaz, pero muy sobreutilizado, estilo disneyano.

Aladdin (R. Clements, J. Musker, 1992)

¿Por qué la recomendamos? De la segunda edad de oro vivida por Disney en los 90 (esa que nos entregó, además, La sirenita, El rey león y La bella y la bestia), Aladdin es la película que más recomendaríamos para ver con niños. ¿Por qué? Pues no sólo porque revisite el cuento de Las mil y una noches con comicidad imparable, sino también porque su estupenda banda sonora de Alan Menken y Howard Ashman supone una coctelera de estilos exóticos y pegadizos. Los cuales, unidos a una puesta en escena de las que hacen época, conforman una introducción de bandera al género musical. Por otra parte, escuchar la voz en V. O. de Robin Williams como el Genio es una buena forma de perderle el respeto a los subtítulos.

Big (Penny Marshall, 1988)

¿Por qué la recomendamos? A estas alturas, y en el mejor de los casos, Tom Hanks les sonará a los chavales y chavalas como Forrest Gump (o como el sargento de Salvar al soldado Ryan). Así pues, imagina su sorpresa cuando vean al actor en esta película, sacándole todo el partido del mundo a esas facultades como comediante que tiene ya algo oxidadas. Por otra parte, la odisea del niño convertido en adulto por un adivino autómata no sólo les hará reír (¡y cómo!) sino que también les hará pensar sobre muchas cosas importantes. Y, para qué vamos a negarlo: a ti también.

Wallace y Gromit: La maldición de las verduras (S. Box, N. Park, 2005)

¿Por qué la recomendamos? Como todos sabemos, entre las secuelas que dejan los años de preescolar se halla un intenso hartazgo hacia todo lo que tenga que ver con la plastilina. Menos mal que siempre podemos recurrir a los británicos chicos de Aardman para demostrarles a los peques el significado y las posibilidades de la palabra claymation. Pasarlas canutas entre vegetales gigantes no sólo sirvió al hombre y al perro más elásticos de Lancashire para entregar su mejor largometraje, sino para llevarse un Oscar en las narices de Miyazaki y El castillo ambulante. Ahí es nada.

Kirikú y la bruja (Michel Ocelot, 1998)

¿Por qué la recomendamos? Si quieres disfrutar de una sesión de cine animado en compañía de los pequeños de la casa, y buscas un título que desafíe sus expectativas, no lo pienses más: es un placer para nosotros presentarte a Michel Ocelot, un maestro francés a cuyas películas les viene corto el adjetivo "sorprendente". En esta ocasión, el cineasta se fue a África para rescatar un cuento popular de esas latitudes (bastante parecido a nuestro castizo Pulgarcito) y empaparse de una iconografía a la que los artistas de Europa y EE UU no suelen hacer mucho caso. Por otra parte, Kirikú y la bruja cuenta con una estupenda banda sonora de Youssou N'Dour, la estrella pop africana por antonomasia.

Bolt (B. Howard, C. Williams, 2008)

¿Por qué la recomendamos? Aunque a veces nos de por olvidarlo (o, visto cómo está el patio, lo prefiramos), no todo en el mundo de la animación digital es Pixar. Pero si, aprovechando las concomitancias entre Disney la casa del flexo, John Lasseter se pasa por el estudio a echar una mano, nadie se va a quejar. En general, Bolt resulta una película muy recuperable, sobre todo gracias a un guión de Dan Fogelman (Enredados) que nos presenta a un perro televisivo con delirios de grandeza, una cobaya con agorafobia y una gata especializada en batir récords de acidez en sus diálogos.

El último unicornio (J. Bass, A. Rankin, 1982)

¿Por qué la recomendamos? Cuando una película adapta una de las mejores novelas de fantasía de todos los tiempos, pueden pasar dos cosas: o le sale un desastre supino, o le sale una maravilla como El Señor de los anillos de Peter Jackson... O como El último unicornio. La belleza visual de la película es apabullante, el guión vierte al cine muy bien el libro homónimo de Peter Beagle, con sus luces y con sus sombras (que son muchas, y a veces asustan), y para colmo la versión original cuenta con las voces de Mia Farrow (como el equino cornudo titular), Jeff Bridges y Christopher Lee. Si los niños a tu cargo son aficionados a las cosas de los hobbits, los elfos y demás, no te lo pienses dos veces y hazles un programa doble con este filme y con El vuelo de los dragones, otra joyita de los mismos directores.

Más noticias de cine, próximos estrenos y series de televisión en CINEMANÍA.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento