Si pensamos que Chloë Grace Moretz debutó en Hollywood a los nueve años (como hija de Ryan Reynolds y Melissa George en La morada del miedo) y tuvo su primer momento de triunfo un lustro después con Kick-Ass, está claro que la actriz debe tener anécdotas de sobra acerca de la industria del cine. Otra cosa es que estas sean positivas.
En el podcast Reg with John Smith (vía Variety), recuerda las cortapisas y las pequeñas agresiones que ha sufrido en su trabajo. Algo que, afirma, empezó cuando rodaba la versión de Carrie estrenada en 2013.
"En aquel momento, llevaba muchos años trabajando (casi 10 años)", comenta. "Y, aunque me llegaban papeles cada vez más importantes conforme iba creciendo, siempre era muy interesante ver cómo un montón de gente me hacía de menos".
La mayoría de esas personas, señala Moretz, eran "hombres mayores que querían infantilizarme". "Aunque tenía cosas importantes que quería aportar, me echaban para atrás la mayoría de las veces. Tener que apoyar a tu yo de 14, 15 o 16 años frente a un hombre mayor es una rallada muy, muy gorda y muy loca".
Moretz, que ahora trabaja en The Peripheral (Prime Video), reconoce que estos malos tragos le sirvieron para curtirse en la industria. "Creo que los límites son súper importantes", explica. "Y parte del proceso para darte cuenta de tus límites y reforzarlos es decir la verdad sin sentir culpa ni juzgar a la gente".
"Los límites son algo nuevo para mí", prosigue la actriz. "Crecí sin límites, no aprendí ningún tipo de límite en mi vida, me llevé muchísimos trompazos y fue como: '¿Sabes? Creo que tengo que aprender acerca de estas cosas llamadas 'límites".
¿Quieres recibir las mejores recomendaciones de cine y series? Apúntate a nuestra Newsletter.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios