Antes de cancelarla, Disney estuvo presionando para eliminar el contenido LGTBIQ+ de ‘Nimona’

La clausura de Blue Sky Studios condujo a que nunca viéramos esta película de animación.
Imagen de 'Nimona'
Imagen de 'Nimona'
Imagen de 'Nimona'

Son malos tiempos para Disney. Es decir, Red ha llegado a Disney+ con una recepción muy entusiasta, trascendiendo polémicas para constituirse como un logro absoluto de Pixar, que ojalá hubiéramos podido ver en el cine. Pero su estreno ha venido rodeado de una de las crisis de imagen pública más intensas que se recuerdan en la Casa del Ratón, a costa de la ley Don’t Say Gay aprobada en el senado de Florida. El modo en que la directiva ha reaccionado a su progreso (haciendo donativos a algunos de sus impulsores, y llegado un punto mostrando equidistancia hacia el carácter inequívocamente homófobo de la propuesta) ha conducido a que a lo largo de esta semana varios trabajadores se echen a la calle, y organicen protestas contra la actitud de su CEO Bob Chapek.

Quien, intentando apaciguar el vendaval, ya ha dicho que retirará sus donativos a los políticos de Florida. No ha sido suficiente, pues días antes una carta de trabajadores de Pixar desvelaba que Disney había censurado sistemáticamente cualquier tentativa de introducir temática LGTBIQ+ en sus películas. Algo que no solo ha llevado a que algunos espectadores rastreen Red en busca de señales de qué pudo haber sido eliminado, sino que ha servido para poner en contexto varias acciones de la directiva de Chapek que amparan esta línea homófoba. Por ejemplo, el famoso caso de Nimona, del que Insider acaba de recoger nuevos datos según las declaraciones de varios trabajadores anónimos.

Hagamos memoria. Cuando Disney compró Fox en 2019 adquirió todas sus filiales, incluyéndose entre estas últimas el estudio de animación Blue Sky, responsable de títulos como Ice Age. Pronto fue quedando claro que Disney buscaba clausurar el estudio y reubicar a los animadores, de forma que cuando Blue Sky echó el cierre definitivamente en febrero de 2021 se quedaron varios proyectos a medio camino. El más destacado era Nimona, porque ya tenía la producción bastante avanzada y el arrojo de su temática prometía llevar la producción animada a lugares imprevistos. Y es que Nimona, basada en una novela gráfica de Noelle Stevenson, era una exploración de la fluidez de género. Una historia puramente LGTBIQ+.

Iba a dirigirla Patrick Osborne, llevando a la pantalla una historia fantástica que combinaba elementos medievales con steampunk, donde la susodicha Nimona era una aprendiz de villano capaz de cambiar de forma, revelando sentirse cómoda con cualquier pronombre con el que nos dirigiéramos a ella. Ya tenía a bordo a Chloë Grace Moretz para que le pusiera voz, además de a Riz Ahmed como el villano, Lord Ballister Blackheart, a quien por si fuera poco unía una anterior relación homosexual con el héroe Sir Ambrosius Goldenloin. Hoy, es evidente que estos elementos dificultaron aún más el desarrollo de Nimona.

Reuniones tensas

Antiguos ejecutivos del estudio aseguran en el marco de las protestas que la directiva de Disney no se sentía cómoda con estos elementos queer. “Nimona estaba completada en un 75%. En ella iba a aparecer el personaje de Ahmed, Lord Ballister Blackheart, compartiendo un beso con el héroe Sir Ambrosius Goldenloin, cuyo intérprete nunca se hizo público. Moretz iba a doblar a un protagonista de género no fluido”. Los animadores de Blue Sky tuvieron varias reuniones con sus nuevos jefes, y se sintieron “lo bastante presionados como para dejar el beso fuera de las siguientes presentaciones a Disney, a pesar de que esperaban incluirlo finalmente en la película”.

“Necesitamos más historias queer, pero también hay que denunciar lo nefasto que es no contar historias queer, declara otro trabajador. “Cuando la mayor empresa de entretenimiento del mundo crea contenidos para niños y censura sistemáticamente los contenidos queer, está empujando a los niños queer a lugares oscuros”. La administración de Chapek, previo el escándalo de Florida, ya ha tenido otros casos de aparente censura de diversidad LGTBIQ+, en tanto a la cancelación de Casa Búho o la venta de Todos hablan de Jaimie (producida por 20th Century Studios) a Amazon Prime.

“Chapek defendió la narración inclusiva y el contenido LGTBQ+ pero, ¿qué contenido? Disney es su mayor obstáculo para contar esas historias”, afirma un animador más, en referencia a los tibios comunicados que ha ido emitiendo Chapek desde que estalló la polémica. Estas revelaciones sobre Nimona (que no son sino confirmaciones de algo que podíamos intuir) contribuyen a hundir aún más la imagen pública de Disney. Gabrielle Union, actriz que pronto aparecería en el remake de Doce en casa destinado a Disney+, ya ha declarado abiertamente que el estudio está “financiando el odio”.

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