Año tres después de 'Escuadrón Suicida': David Ayer sigue dolido

Cuesta pensar que fue real, pero hace tres años el planeta afrontó la llegada de Escuadrón Suicida a los cines. La película con la que Warner/DC pensaba abrir una vía a sus personajes más desquiciados acabó siendo un absoluto desastre a todos los niveles estéticos concebibles; el papel de Margot Robbie como una perfecta Harley Quinn era prácticamente lo único que no merecía ser erradicado de la memoria colectiva.

A pesar de la crispación que acarreó, y ese Joker gangsta encarnado por Jared Leto como si estuviera a punto de subir un tema trap a su perfil, la taquilla internacional de Escuadrón Suicida (aproximadamente unos 747 millones de dólares) justificó que el estudio decidiera seguir adelante con la franquicia. Precisamente eso es lo que está preparando James Gunn con su próxima The Suicide Squad, una secuela-reinicio que tiene previsto estrenarse en 2021.

Así las cosas, tres años después de Escuadrón Suicida esta es la situación de su legado:

· Margot Robbie retoma a Harley Quinn en su propia película, Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) [estreno en cines el 7 de febrero de 2020], con la intención de desvincularse por completo del recuerdo de lo ocurrido.

· Desde su propio título, la película de James Gunn se presenta como un nuevo inicio que no mira atrás.

· El Joker de Joaquin Phoenix ha pulverizado cualquier atisbo de reconocimiento que pudiera existir hacia la versión de Jared Leto.

Quien no ha pasado página todavía es el director, David Ayer. En varias ocasiones ha expresado la cantidad de problemas que tuvo durante la producción para mantener Escuadrón Suicida dentro de los parámetros que él quería, a pesar de numerosas injerencias por parte del estudio y volantazos de tono y narración que se mantuvieron hasta cambios in extremis durante la fase de montaje.

Y en esas sigue. Ayer publicó en su perfil de Instagram una nueva foto del filme y, mencionando a Margot Robbie y Jared Leto, aprovechó para recalcar su idea para Escuadrón Suicida sobre la relación tóxica entre Harley Quinn y Joker, posicionando la huída de ella como el centro emocional del filme. Un aspecto que quedó extirpado de la versión final de la película que llegó a los cines.

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"Las películas son frágiles. Son como sueños, momentos persistentes que escapan de tu visión. Siguen su propia lógica y verdad. Si cambias el destino antes de que se acabe el viaje, ¿sigue siendo el mismo viaje?", escribe Ayer. "La columna vertebral de Escuadrón Suicida era el viaje de Harley. La película era suya de muchas maneras. La mayor línea emocional era su huída de la relación con Joker", recuerda.

"Cada director sostiene una brújula invisible las manos. Guía cada plano, cada actuación. Esa brújula apunta hacia un destino concreto", concluye. "Si el destino cambia, ¿ha existido el viaje acaso?