Conoce a Andreas Deja, el hombre detrás de tus villanos de Disney favoritos

El legendario animador, responsable de personajes como Scar de ‘El rey león’ o Hércules, fue el invitado de honor en Animayo Gran Canaria, donde presentó su primera película fuera de la compañía.
El animador de Disney Andreas Deja, invitado de honor y presidente del jurado del Animayo Gran Canaria 2023
El animador de Disney Andreas Deja, invitado de honor y presidente del jurado del Animayo Gran Canaria 2023
Cinemanía
El animador de Disney Andreas Deja, invitado de honor y presidente del jurado del Animayo Gran Canaria 2023

Cuando uno echa la vista atrás y piensa en las películas que marcaron su infancia, es imposible no pensar en alguna de Disney. Uno a veces ni siquiera recuerda del todo cuál vio primero o después, el argumento al completo o incluso cómo acababa. Pero sí detalles; la risa contagiosa de Roger Rabbit, el ceño fruncido del rey Tritón, la cruel belleza de Gastón, el alargado y desafiante rostro de Jafar o los ojos o la aterradora mirada con fulgor verde de Scar. Unos detalles grabados para siempre en nuestra retina que asociamos a un gigantesco ente como Disney, pero que detrás de los cuales se esconden las talentosas manos de una serie de personas tocadas por la varita de un genio como el de Aladín.

La mente y dos de esas maravillosas manos responsables en Disney corresponden a Andreas Deja (Gdansk, 1957), animador en la compañía durante más de 25 años en la compañía, tiempo que coincidió con una de las épocas de mayor resplandor. Deja fue uno de los grandes impulsores del llamado Renacimiento Disney, que comprendió desde La sirenita hasta Tiana y el sapo, precisamente su último gran trabajo de animación y penúltimo en la compañía. Durante ese tiempo, Deja fue responsable de dibujar por primera vez a algunos de los personajes más famosos de la historia de Disney, desde villanos como Gastón, Jafar y Scar a héroes y heroínas como Hércules y la pequeña Lilo.

Han pasado más de diez años desde su último trabajo en Disney, Winnie the pooh, en la que fue el responsable de Tigger, un animal que ha estado muy presente a lo largo de su carrera. Y han pasado más de cincuenta años desde que, siendo un niño, escribió una carta a Disney con la esperanza de trabajar allí algún día. Pero con esa misma ilusión y energía juvenil nos recibe en su paso por Animayo Gran Canaria, el festival de animación celebrado en la isla del que es presidente del jurado e invitado de honor. Conozcamos algo más a Andreas Deja, conozcamos un poco más al hombre detrás de los villanos de nuestra vida.

Andreas Deja en Walt Disney Studios
Andreas Deja en Walt Disney Studios
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Todo empezó con un tigre. Shere Khan, de El libro de la selva. “No sé si fue la primera película que vi, pero desde luego fue la que más me marcó. A partir de ahí supe que quería dedicarme a la animación”, recuerda Deja. Sus palabras no quedaron en saco roto, pues con apenas 11 años y viviendo en una pequeña ciudad al norte de Alemania, tuvo la osadía de escribir una carta a Disney, presentando ya su futura candidatura como animador en la Casa del Ratón.

Para su sorpresa, Deja no solo recibió una respuesta, sino que esta fue además de uno de sus animadores favoritos y que años después se convertiría en su maestro, Eric Larson: “Me pidió que por favor no les enviase dibujos de Mickey o Pluto, que eso podrían enseñarlo ellos. En su lugar, me recomendó seguir la estela de El libro de la selva y comenzar a estudiar el movimiento de los animales para dibujarlos mejor. Así que cogí y me pasé por cada zoo que había en mi ciudad y las de alrededor, comenzando a dibujar mis primeros personajes”. Después de convencer a sus padres y de cursar diseño gráfico en Essen, Disney volvió a llamar a su puerta y le llegó su oportunidad.

Taron y Roger Rabbit, los comienzos

De la noche a la mañana, Andreas pasó a ver realizado su sueño, y por eso puso todo su empeño en demostrar que era apto para el puesto. “Me enteré de que Disney iba a adaptar el libro de Taron y el caldero mágico (Las Crónicas de Prydain, de Lloyd Alexander) y en seguida me puse a leerlo y a sacar mis propios bocetos de algunos de los personajes. A la compañía les gustaron mis diseños y decidieron contratarme para animar a varios personajes”.  Coincidiría en los estudios junto a otro joven prometedor, un tal Tim Burton, pero fue finalmente Deja el que permaneció en la Casa de las Ideas. “Su estilo no iba mucho con el de la compañía, por lo que fuera”, bromea Deja al recordar el breve paso del director de Eduardo Manostijeras.

Imagen de '¿Quién engañó a Roger Rabbit?'
Imagen de '¿Quién engañó a Roger Rabbit?'
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No obstante, su primer gran reto le llegaría un par de años después, cuando tuvo que viajar hasta Londres para sumergirse en el rodaje de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, una película cuyo gran hándicap se encontraba en mezclar animación con acción real. “Recuerdo llegar del aeropuerto y que me enviasen directamente a los Elstree Studios en Heltforshire. Aun no había podido ni descansar del viaje y ya estaba animando una de las primeras escenas, la de la avestruz. Fue ahí cuando me di cuenta de donde estaba realmente”.

Para Deja, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? fue sin duda la película que marcó un antes y un después en su carrera, la que terminó por asentarlo como un fijo en Disney y con la que además pasó algunos de sus mejores momentos como animador tal y como asegura 35 años después. “Es una película en la que se juntaron muchas cosas que me permitieron liberar mi imaginación como artista, aprendí mucho de esa experiencia y siempre guardaré por Roger un especial cariño”, relata el animador, que tras el divertido conejo de Dibullywood estaba a punto de pasarse al lado oscuro.

Gastón, Jafar y Scar, villanos para la historia

Antes de grabar su nombre con letras doradas en la historia de la animación, Deja pudo trabajar en la que está considerada la primera película del llamado Renacimiento de Disney, del que precisamente él sería uno de los grandes artífices. En La sirenita, el animador se encargó de crear al padre de Ariel y señor de los océanos, el rey Tritón. Deja desvela que, para inspirarse en las regañinas de Tritón sobre Ariel, se basó en sus recuerdos de adolescencia: “Tritón está en gran medida inspirado en mi padre. Ese ceño fruncido y ese dedo acusador tienen mucho que ver con las broncas que mi padre le echaba a mi hermana cuando esta regresaba tarde a casa”.

No obstante, el período de esplendor en Disney y en la carrera de Deja llegó en los 90, cuando estudio y animador encadenaron algunos de los proyectos más recordados en toda su historia. En todos ellos Deja jugó un papel importante, pues se encargó del diseño y la supervisión de los villanos: Gastón en La bella y la bestia, Jafar en Aladín y Scar en El rey león. Sobre el primero, Deja cuenta que le costó mucho entender cómo debía ser este personaje, hasta que recibió la llamada de uno de los mandamases en Disney, Jeffrey Katzenberg.

2. Jafar ('Aladdín', 1992)
'Aladdín', 1992
WALT DISNEY PICTURES

“Jeffrey Katzenberg me llamó a su oficina, porque yo no acababa de entender la directriz de hacer al personaje lo más guapo posible. Los villanos siempre tenían algún defecto físico evidente, precisamente para que la gente asociase que eran malos. Entonces Katzenberg me explicó el porqué: La Bestia era aterradora por fuera pero guardaban infinita bondad en su interior, así que Gastón tenía que ser lo más guapo posible para contrastar con la maldad en de su corazón”, relata Deja, quien tras aprender la lección acabaría perfeccionando el diseño de sus villanos.

Porque el siguiente fue Jafar, posiblemente uno de los mejores y más temibles villanos de Disney. También para Deja, aunque admite que en su momento no estaba del todo convencido: “No era tanto por el diseño, con el que me sentí bastante a gusto, sino por el hecho de que toda la atención se la estaba llevando el genio y parecía que Aladín iba a ser la película de el Genio, porque era un personaje alucinante, que permitía muchísimas posibilidades de animación. Sin embargo, y pasado un tiempo, creo que hice un gran trabajo y la gente recuerda tanto a Jafar como al Genio.

Las tornas cambiaron con la siguiente película, El rey león. Brian Clift, que se había encargado de la supervisión del Genio, se hizo responsable de Mufasa, mientras que a Deja le tocó de nuevo un villano que, esta vez sí, terminó convirtiéndose en el gran protagonista de la función. “Scar fue un personaje muy importante para mí porque de alguna manera pude poner en práctica aquellos conocimientos del movimiento de animales que tanto me interesaban de joven y que habían logrado que acabase en Disney”, confiesa el animador, quien además desvela que aplicó su método de observación al resto de compañeros de equipo.

Uno de los primeros bocetos de Scar para 'El rey león'
Uno de los primeros bocetos de Scar para 'El rey león'
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Para preparar El rey león, Disney le trajo a Deja y su equipo una camada de tigres y leones para que pudieran familiarizarse con ellos; su rostro, sus patas, su movimiento… “Recuerdo que algunos eran tan pacíficos que hasta podíamos pasarles la mano por el rostro y así notar todos los contornos. Yo lo fui a hacer y en el último momento retiré mi mano rápidamente. Era la de dibujar y, por lo que pudiera pasar, prefería no arriesgarla”, desvela Deja con humor.

A finales de los 90, Deja admite que se cansó en gran medida de encargarse de los villanos y por ello se propuso un reto para la siguiente película, encargarse del héroe. No pudo haber escogido mejor momento, pues la película sería precisamente en torno al gran héroe de la factoría Disney, Hércules. Entre medias, el animador se encargó de otro reto para cualquier trabajador de Disney, aquel que le habían dicho de pequeño que ni siquiera intentase: Mickey Mouse. ¿El resultado? Runaway Brain, uno de los diseños del ratón más atrevidos y terroríficos que, desafortunadamente, terminó siendo retirado por la compañía.

Lilo, Mamá Odie y Tigger, su etapa final

Como a toda época de esplendor creativo, lo que sucedió a Disney y a Deja en la década siguiente fue un paulatino descenso. En el caso de este último, además, por el auge de la animación por computadora, que en 1995 ya había logrado sacar adelante Toy Story y que estaba por marcar la animación del futuro. Un futuro en el que, poco a poco, Andreas Deja terminaría por verse menos.

Sus dos últimas gran contribuciones fueron precisamente en lo que aún se sigue considerando el canon de clásicos de Disney, principalmente Lilo y Stitch (en la que se encargó de la animación de la joven Lilo, su personaje femenino favorito) y en menor medida Tiana y el sapo, en la que se encargó del diseño de Mamá Odie, la divertida hechicera vudú de 197 años.

Fotograma de 'Lilo & Stitch' (2002)
Fotograma de 'Lilo & Stitch' (2002)

Su último trabajo para Disney fue hace poco más de diez años, con Winnie The Pooh y la animación del fiel amigo del oso, Tigger. “Llegó un punto en que los estudios simplemente perdieron el interés en la animación tradicional, y se quiso hacer todo por ordenador al estilo Pixar”, explica Deja, quien tampoco da grandes detalles de su marcha de la compañía. “Realmente no hubo un gran día de despedida con finiquito y demás, simplemente cogí la puerta y me marché. No fue una salida al uso y teóricamente puedo volver en cualquier momento, pero ya no tiene sentido para mí”, reflexiona apesadumbrado el animador, al que le cambia rápidamente el rostro cuando habla de Mushka, su primer proyecto fuera de Disney y con el que ha inaugurado el Animayo Gran Canaria 2023.

“Es una pequeña historia que llevaba muchos años desarrollando y que por fin ha podido ver la luz” cuenta Deja sobre Mushka, un proyecto ya independiente de Disney pero que se siente mucho como ver aquellas películas de los años 80 y 90. No en vano la realizó con algunos de los compañeros que trabajaron junto a él y manteniendo esa apuesta por el estilo de animación tradicional, ese que le llevó al éxito en su día.

Mushka cuenta la historia de una joven que se muda a la estepa siberiana para ser criada por su padre, y al llegar allí entabla amistad con Mushka, una pequeña cría de tigre a la que acoge después de que los compañeros mineros de su padre asesinen a sangre fría a la madre. Comienza entonces una preciosa relación entre niña y cachorra hasta que el tigre crece y se convierte de nuevo en un amenaza. 

Si todo empezó con un tigre como el de El libro de la selva y acabó con otro como el amigo de Winnie The Pooh, Deja no podía escoger otra criatura que no fuera esa para llevar a la gran pantalla su primer proyecto fuera de Disney. No será el último, advierte, aunque pretende que el siguiente sea realmente un cortometraje y no un mediometraje de 30 minutos como Mushka.

Imagen de Mushka, su primera película fuera de Disney
Imagen de Mushka, su primera película fuera de Disney
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Deja cumplió 66 años el pasado mes de abril pero cuando uno lo conoce en persona transmite la misma energía que el joven que acaba de empezar a hacer sus pinitos en la animación. Su entusiasmo juvenil contrasta en gran medida con su estilo clásico, en cuya supervivencia aún cree: “Creo que es cuestión de tiempo que este estilo de animación regrese como lo han hecho tantas otras cosas en el pasado. Ya está comenzando a asomar en Europa, y en cuanto un estudio grande apueste por él volverá a ser tendencia”, considera Deja. 

Y razón no le falta, pues no hay más que ver que llevamos una década de remakes, secuelas y adaptaciones en acción real de muchos clásicos Disney, pero la gente sigue pensando en aquella risa contagiosa de Roger Rabbit, el ceño fruncido del rey Tritón o los ojos esmeralda de Scar. Hay cosas que nos acompañan desde niño y nunca se olvidan.

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