'Blonde' tiene un plano subjetivo vaginal; Ana de Armas cuestiona la restrictiva calificación por edades

Días antes de su primera proyección en el Festival de Venecia, la polémica en torno al biopic de Marilyn Monroe se aviva.
Ana de Armas en 'Blonde'
Ana de Armas en 'Blonde'
Cinemanía
Ana de Armas en 'Blonde'
Estas son todas las imágenes de 'Blonde' que ha enseñado Netflix

La tentación rubia no llegará a Venecia hasta los últimos compases del Festival de Venecia. La proyección de Blonde, el biopic de Marilyn Monroe protagonizado por Ana de Armas y dirigido por Andrew Dominik que compite por el León de Oro, no se producirá hasta la penúltima jornada de la Mostra, pero no es como si esta apuesta de Netflix para la temporada de premios que lleva hasta los Oscar vaya a dejar pasar un solo día sin generar noticias.

Mucho se ha escrito sobre el contenido de Blonde en los últimos meses, alimentando la expectación sobre un recorrido por la vida de Marilyn Monroe que tiene potencial para ofender a todo el mundo, según declaraciones de su director. Sin embargo, Dominik además de alimentar el fuego también lo apacigua: en su momento dijo que mucho de lo publicado sobre el contenido del filme (como cierto cunnilingus menstrual) no eran más que embustes y exageraciones.   

A pesar de todo, Blonde también se ha ganado titulares por ser la primera película de Netflix con calificación NC-17, la más restrictiva de las calificaciones por edades en EE UU; el equivalente a nuestra recomendación para mayores de 18 años. Aunque al tratarse de un estreno en streaming no tiene por qué afectar a la trayectoria del filme, seguro que la advertencia hace arquear las cejas en los hogares más conservadores.

Ana de Armas es la primera que no entiende esa calificación tan restrictiva. En declaraciones para L'Officiel, la actriz afirma que "muchas otras series y películas son más explícitas y tienen más contenido sexual que Blonde". "Para contar esta historia era importante mostrar todos esos momentos en la vida de Marilyn que la llevaron a terminar como lo hizo. Necesitaban ser explicados. Todos [en el reparto] sabíamos que nos moveríamos por un terreno incómodo. Yo no fui la única", añade.

Unas declaraciones bastante en consonancia con las que tuvo Dominik en Vulture el pasado mes de mayo: "Estoy sorprendido [por el revuelo]. Creía que habíamos coloreado sin salirnos del dibujo", dijo el cineasta neozelandés. "Los estadounidenses son realmente extraños cuando se trata de comportamiento sexual, ¿no te parece? No sé por qué. Son los que más porno hacen de todo el planeta", concluyó.

El plano subjetivo vaginal de 'Blonde'

Si bien Blonde –una exploración descarnada de lo que pudo ser la vida de Marilyn Monroe según la imaginó la escritora Carol Joyce Oates– estará a galaxias de distancia de una película porno, nos podemos empezar a hacer una idea de la explicitud de sus imágenes sexuales gracias a un reportaje de la revista Empire (donde Ana de Armas afirma que el filme está llamado a "crear polémica e incomodidad"). 

Según se puede leer en el texto, el autor describe Blonde como "una película que desafía los límites cinematográficos y empuja los tabúes culturales, alterna entre blanco y negro y color, cambia de relaciones de aspecto, cámaras corporales, un plano subjetivo vaginal, diálogos con un feto y tomas cámara en mano".

No vamos a decir que el plano subjetivo vaginal sea una ocurrencia ultraoriginal (ahí está Enter the Void, de Gaspar Noé), pero seguro que sí bastante novedosa en cuanto a lo que la mayoría de suscriptores espera encontrar en las pantallas de Netflix. Veremos cómo reaccionan a partir del 28 de septiembre.

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