'Con amor, Simon': La película que te hará salir del armario

Como sabemos, los personajes LGBT puntúan muy alto en la lista de cosas que la MPAA (asociación calificadora de películas en EE UU) considera no aptas para menores. Y no digamos si esos personajes aparecen en una película que (¡cielos!) está orientada al público juvenil. Pero, en estos días post-Call Me By Your Name, las cosas parecen estar cambiando. Sin ir más lejos, ahora mismo tenemos el caso de Con amor, Simon, una comedia romántica y teen protagonizada por dos chicos que no sólo ha obtenido críticas muy positivas en EE UU, sino que también está funcionando de manera muy aparente en taquilla… y ha animado a algunos de sus espectadores a salir del armario.

Ojo: cuando decimos "salir del armario", no nos referimos sólo a conversaciones con padres, hermanos o amigos a la salida del cine. Hablamos de una declaración en plena sala, con la película aún proyectándose. Ese fue el caso de un usuario de Twitter que firma como @endleslyqueer, el cual contó su historia en la red social el pasado sábado:

"Salí del armario viendo Con amor, Simon. Mis amigos estaban allí, mis padres estaban allí y la sala estaba llena", relata el chico en cuestión. "Nunca he visto una película poner tan en común a la gente", afirma, y remata su historia con un sentido "los adolescentes necesitan esto". El crítico Mark Harris, que se hizo eco de este mensaje, añadió una apostilla muy al caso: "Esto es conmovedor, pero, por favor, no habléis en el cine".

La advertencia de Harris es más procedente de lo que parece porque, si nos atenemos a las búsquedas de rigor en Twitter, Instagram y Facebook y a reportajes como el que le dedica Screenrant, resulta que la película de Greg Berlanti (más conocido como el responsable de Arrow, Flash, Riverdale y otras series) ha logrado algo más que ser una revisión de las comedias adolescentes de John Hughes. Desde Ellen DeGeneres a múltiples usuarios sin circulito azul, las voces que alaban Con amor, Simon son incalculables. Y, de hecho, algunas de ellas llevan adjunta la revelación de que su propietario es gay, bisexual o lesbiana.

Por otra parte, también es interesante ver cómo defienden dichas voces las virtudes de la película. Si bien la acogida de la prensa a Con amor, Simon ha sido positiva (un 91% de opiniones favorables en Rotten Tomatoes), muchas de las críticas destacan que el filme no resulta especialmente innovador en su género: no en vano sus productores son los mismos de Bajo la misma estrella. "Los adolescentes gays ya tienen por fin su propio romance empalagoso", titula irónicamente Indiewire. Pero quienes han disfrutado del filme alaban, precisamente, su condición de historia de andar por casa… sólo que en clave gay. "Si la hubiera visto a los 16 años habría sido muy importante para mí", resume el guionista Chris Schleicher (The Mindy Project).

El último en cantar las alabanzas de Berlanti y su película ha sido Xavier Dolan. El director de Tom en la granja y Laurence Anyways ha expresado sus opiniones en un kilométrico post de Instagram donde, entre otras cosas, recuerda haber buscado películas gays durante su adolescencia: "Muchas eran brillantes y estimulantes para el joven artista que yo quería ser, pero dejaban al hombre joven que yo era con muy poca esperanza: suicidios, corazones rotos, acoso, palizas...". En lugar de esto, el director canadiense insiste en que quienes vean Con amor, Simon enfrentados al trance de ir a las claras con su sexualidad encontrarán un necesario apoyo.

Pero vayamos a lo que realmente interesa en Hollywood: la pasta. Y ahí también tenemos datos interesantes porque, con 10 millones de dólares de presupuesto, Con amor, Simon ha recaudado 11 millones de dólares en su primer fin de semana en EE UU, situándose en el quinto puesto del ranking por debajo de titanes como Black Panther y Tomb Raider. Todo ello, además, compitiendo con la gran sorpresa de la semana (I Can Only Imagine, una película 'basada en la fe' que se ha llevado 17 millones)... y sin apenas publicidad, valiéndose casi en exclusiva del boca-oreja entre el público LGBT y afín, así como de la popularidad de la novela original de Becky Albertalli. Ya que los censores parecen haber guardado sus horcas y sus antorchas (de momento), a ver si los estudios toman nota…