Almodóvar: “Sin películas en pantalla grande nuestras vidas serán más tristes y solitarias”

Una vez más, Pedro Almodóvar ha tenido que coger un avión y viajar fuera de nuestras fronteras para recoger un premio de honor. Esta vez ha sido en Londres, una ciudad que siempre ha demostrado su admiración por el director español. Por eso, él ha devuelto el honor y, como nos ha confesado, ha hecho un parón en los últimos días de trabajo de Dolor y gloria -su próxima película, que se estrenará en España el 22 de marzo- para recoger el Dilys Powell Award a la Excelencia en el Cine que le ha concedido el Círculo de Críticos de Cine de Londres. La entrega ha tenido lugar el 20 de enero con el auditorio del The May Fair Hotel puesto en pie.

Sus seis minutos de discurso de agradecimiento han comenzado con un Almodóvar visiblemente emocionado que ha leído en inglés porque, ha dicho, “quiero demostrar lo contento que estoy de recibir este premio que me entregan por hacer películas. Me emociona mucho -ha añadido- porque las películas lo son todo para mí; como amante del cine y como director”.

Sobre el escenario, Almodovar ha recordado que “la primera película que vi en mi vida fue cuando era niño en un cine de verano en una pantalla gigante. Las imágenes estaban llenas de luz y de colores explosivos -del technicolor del momento-".

Así, ha comenzado un discurso que, como él mismo ha explicado, buscaba ser un alegato en defensa del cine en pantalla grande: “Sin películas en pantalla grande nuestras vidas serán más tristes y solitarias. Necesitamos vernos reflejados en una pantalla más grande que nuestros espejos o nuestros teléfonos. De otra manera nos sentiremos irremediablemente solos”.

Y por si su mensaje no había quedado claro, ha añadido: “Lo que quiero expresar es lo importante que es ver una película en una pantalla que sea más grande que nuestra sala de estar, que nuestro móvil y todo eso… Quizá sea porque me estoy volviendo mayor, pero creo que la pantalla de un móvil o una tablet no aporta la suficiente compañía”.

Para defender este argumento, Almodovar ha apelado a la fascinación por los colores vivos en el cine que siente desde que los vio por primera vez. “Desde que hago películas siempre he querido reflejar esos colores explosivos que vi la primera vez, en contraste con los colores oscuros de mi infancia", ha afirmado: "Mi madre siempre fue vestida de negro porque desde que yo tenía 3 años estuvo de luto. Durante más de 30 años de su vida solo vistió de negro. De ahí que esos colores me impresionaran tanto”.

Y ha añadido: “Después de que muriera, he empezado a mirar con nostalgia hacia el technicolor. Me gusta pensar que querer mostrar los colores vibrantes en mis películas es una respuesta de mi madre a todos esos años de haber tenido que vestir de negro. Que aunque iba de negro, su luto era una venganza por la oscuridad de la tradición”.

Para concluir, Almodovar le ha agradecido el premio “a mi hermana Agustín, y a todo la gente que ha participado en cada una de las 21 películas que he dirigido; desde actores a técnicos”. Y ha añadido: “He tenido la suerte de trabajar con los mejores actores españoles y esto también es para ellos”.

El de Pedro Almodovar ha sido el último galardón entregado en una la gala en la que La favorita, de Yorgos Lanthimos, ha sido la cinta más premiada con cuatro galardones, aunque el título de película de año se lo ha arrebatado Roma, de Alfonso Cuarón, que también se ha llevado el de director del año. Para La favorita han sido los galardones de mejor película británica, mejor guionista, mejor actriz para Olivia Collman y mejor actriz de reparto para Rachel Weisz. Cold War ha recibido el premio a la mejor película extranjera. También ha habido galardones para Ethan Hawke, Ruppert Everett y Richard E. Grant, entre otros.