Alex Wolff confiesa que 'Hereditary' le pasó factura emocional y psicológica: "Me hizo todo el daño que puede hacer una película"

No es el más conocido ni premiado. Ni siquiera en su propia familia, pues siempre ha sido su hermano Nat quien ha acaparado todas las miradas. No obstante, Alex Wolff ha seguido trabajando sin descanso y actualmente es uno de los actores jóvenes del panorama internacional, sobre todo en lo que a terror se refiere.

El actor de 23 años es una de las caras de Tiempo, la nueva película de M. Night Shyamalan. Pero su rostro puede que le sea familiar a más de uno, pues era uno de los protagonistas de la tétrica y perturbadora Hereditary, uno de los grandes hits del cine de terror reciente. De hecho, la película de Ari Aster parece haberle dejado secuelas al actor no solo en lo profesional, sino también en lo personal. Y no precisamente para bien.

"Te confesaré que esa película me hizo todo el daño que puede hacer una película", explica Wolff en una entrevista a la hora de hablar de Hereditary, mencionando efectos psicológicos y la falta de sueño como algunas de las consecuencias que le dejó rodar la película. "Es muy difícil porque, como actor, no quieres sonar pretencioso o como si algo fuera demasiado serio, pero esto fue uno de esos momentos difíciles en mi bienestar emocional", añade el actor:

A pesar de todo, a Alex Wolff le están saliendo proyectos de todo tipo y todos ellos interesantes. Este año ha estado en otras dos películas de renombre como la mencionada Tiempo de Shyamalan, donde comparte pantalla con Gael García Bernal, Vicky Krieps, Thomasin Mackenzie o Rufus Sewell, pero también está en Pig, la última película de Nicolas Cage. Lo que mejor habla de Wolff es ser capaz de reconocer sus problemas y poder hablar de ello, algo que a sus 23 años sorprende pero que da una idea del tipo de actor que es.

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