'Al otro lado del viento': Netflix estrena la última película de Orson Welles

Casi medio siglo después de comenzar a rodarse, la película póstuma de uno de los mayores cineastas de la historia ve la luz (aunque no sea la de una sala de cine).
'Al otro lado del viento': Netflix estrena la última película de Orson Welles
'Al otro lado del viento': Netflix estrena la última película de Orson Welles
'Al otro lado del viento': Netflix estrena la última película de Orson Welles

Netflix ha añadido una película muy importante a su pantanoso catálogo. Una cuya producción ha finalizado en 2018, y que tuvo su estreno mundial en el pasado Festival de Venecia, pero que empezó a rodarse a principios de la década de los años 70. Es Al otro lado del viento, la última película de Orson Welles, que llega al público 33 años después de la muerte de su autor. El camino para llegar a verla ha sido tan largo, alambicado y quebradamente retorcido como sus mayores obras maestras.

En 1970, Orson Welles dio por finalizada la segunda etapa europea de su carrera y regresó a Hollywood. La muerte de Francisco Reiguera, su Don Quijote, había lastrado la adaptación de la novela de Cervantes y, a pesar de que seguía trabajando en el montaje, el cineasta decidió abandonar el Viejo Continente y desarrollar nuevos proyectos en California. El primero fue The Other Side of the Wind, una película coescrita con su compañera Oja Kodar en la que satirizaban el cambiado panorama hollywoodiense de la época con generosas dosis de metaficción. John Huston interpretaría al director de cine Jake Hannafor, una vieja leyenda que desea volver a la primera línea con una nueva y atrevida película, precisamente titulada The Other Side of the Wind y también compuesta por varias capas de cine dentro del cine.

Aunque la película se rodó y completó en su casi totalidad, varias batallas legales y burocráticas impidieron que viera la luz, mantenido los negativos de lo que Welles consideraba estar "completo al 96%" dentro de una caja fuerte de París.

En 2004, Peter Bogdanovich —uno de los muchos cineastas que, como Huston, actuaron en la película; otros fueron Claude Chabrol, Dennis Hopper, Paul Mazursky Curtis Harrington— expresó su intención de recuperar el filme, terminar los flecos que pudieran quedar y estrenar Al otro lado del viento en público. Desde entonces, las disputas legales entre la heredera Beatrice Welles, la propia Kodar y la viuda de un productor ligado al depuesto Sha de Irán fueron dificultando el proceso y retrasándolo, con recurrentes intentonas que siempre quedaron en nada. Hasta que las partes implicadas llegaron a un acuerdo y, el año pasado Netflix adquirió los derechos de la producción para finalizarla.

Al otro lado del viento fue filmada en diversos formatos: de 35 mm a Super 8, pasando por 16 mm. En color y en blanco y negro. Con el ojo puesto en retratar el cambio sísmico que se había producido desde la época del Hollywood de los grandes estudios, representado por el protagonista, a la revolución de las películas autorales de aquel momento. Welles aportó su Oscar —ganado por el guión de Ciudadano Kane— para una escena en la que Hannafor levantaba la estatuilla. Toda la película está llena de juegos entre realidad y ficción, creando una visión esperpéntica y grandilocuente del mundo del cine —y el cine dentro del cine— tal y como lo veía Welles.

Susan Strasberg interpreta a una crítica de cine feroz como parodia de Pauline Kael, mientras que una propietaria encarnada por Lilli Palmer se basa en Marlene Dietrich. Kodar también tenía su propio papel como la enigmática actriz de la película que rodaba Hannafor, un rol prácticamente mudo.

El productor Frank Marshall ha sido el encargado de supervisar el trabajo. Como el montaje se encontraba sin finalizar, él y Bogdanovich se han rematado el proceso. "Tenemos las notas de Orson Welles. Hay escenas que no quedaron del todo terminadas y hace falta añadir música. Lo conseguiremos. La buena noticia es que no costará mucho tiempo gracias a la tecnología de la que disponemos hoy en día", declaró Marshall, quien también estuvo presente en el rodaje que se desarrolló de 1970 a 1976. Ante el reto de completar el trabajo aproximándose al estilo personal de Welles, Bogdanovich afirmaba que "hizo un montaje muy complejo antes de que le quitaran el material. No sé si podremos siquiera aproximarnos a esa clase de cortes, muy fragmentados y concretos. Todo lo que podemos hacer es intentarlo lo mejor posible, usando su guión, las notas y lo que dejó".

La obra final de uno de los directores de cine más importantes de la historia, y quizás el título más radical de su filmografía, está disponible para nuestros ojos a partir de hoy. Eso sí, no la podremos ver en salas sino en las pantallas de Netflix.

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