10 directores que pusieron verde a sus actores

Begin Again probablemente sea, sin exagerar, una de las películas más bonitas y tiernas y con más buen rollo de 2013.  Los diálogos, la atmósfera, la banda sonora… Y ellos, Keira Knightley y Mark Ruffalo, están para comérselos, aunque parece ser que al director, John Carney, alguien se le atragantó.

“Rodar sin Keira Knightley es un placer”

“Tiene un séquito que la sigue a todas partes, así que es muy difícil trabajar en serio con ella”

“Creo que el verdadero problema [con Begin Again] fue que Keira no sabe cantar ni tocar la guitarra…”

Estas y algunas lindezas más son las que soltó el director sobre la actriz. Poco después varios cineastas la defendieron dejando a Carney como un tonto. Y claro, el director tuvo que recular y publicó un mensaje en el que se flagelaba y decía que sus declaraciones habían sido “caprichosas, mezquinas e insultantes”.

Pero Cagney no ha sido el primer director en la historia en poner verde a su actor o actriz, de hecho, al menos él (tarde y mal) ha pedido perdón. La mayoría, ni eso. En CINEMANIA hemos querido hurgar en la basura y por eso os traemos los casos más famosos de directores echando pestes…

¿Problemas en la galaxia? Sí, los hubo. Nadie se atrevería a decir que J.J. Abrams es un tirano, un líder déspota un auténtico megalómano. Porque no, no lo es. Sin embargo, tiene derecho a criticar como cualquier hijo de vecino y por eso durante el primer día de filmación de Star Wars: El despertar de la Fuerza Abrams calificó la actuación de Ridley como “de madera”, es decir, sin alma, sin vida. Y lo hizo delante de todo el set. Ridley, claro, se quería morir.

“Estaba petrificada. Pensé que iba a tener un ataque de pánico en el primer día”

“JJ probablemente no lo recuerde ¡Fue el primer día! Y, sinceramente, me quería morir. Pensé que iba a llorar… No podía respirar”

Afortunadamente en este caso, lo que pasa en el set, se queda en el set.

En 1998 Vincent Gallo dirigió, escribió y protagonizó Buffalo ’66, una película mítica del cine independiente americano, tan profunda, tan sucia, tan crítica como las mejores películas del género. En ella trabajó con Christina Ricci, él interpretaba a un tipo que sale de la cárcel y rapta a una joven (Ricci) para que represente el papel de su novia delante de sus padres. En la película conectan estupendamente, no tanto como en la vida…El director ha dicho de todo (y todo malo) sobre la actriz.

“Es una puta desagradecida”

“Solo estaba bien cuando no estaba ebria. Creo que es alcohólica, o eso o es que bebe jarabe para la tos todo el tiempo”.

Director y actor trabajaron juntos en la película Vaya par de policías. Una y no más. Al menos para Kevin Smith, que lleva desde entonces desacreditando al actor. Muy mal lo tuvo que pasar el realizador de Clerks o Dogma para decirle todo esto a uno de los actores más míticos de Hollywood:

“Es el actor más intimidante con el que he trabajado nunca”

“Es indirigible”

“Es el actor más infeliz, más amargado y menos humilde que he conocido y con el que he trabajado”

Dicen de Oliver Stone que es uno de los tipos más odiosos dentro del set de rodaje. Sean Penn dijo: “Hablar con él es como hablar con un cerdo”. Cuando Blake Lively terminó de rodar Salvajes dejó un regalo a todos sus compañeros de reparto, un detalle con la inscripción: “Yo sobreviví a Oliver Stone”. Vamos, que el director de J.F.K.: caso abierto es todo un tirano. Jamie Foxx lo sabe bien, fue a él a quien el director le dijo delante de todo el equipo en mitad del rodaje de Un domingo cualquiera:

“Usted no es bueno en absoluto, ¿verdad?”

Probablemente el director austriaco es uno de los mejores directores de su época (y de siempre) y también uno de los mejores guionistas. De él decían que tenía el cerebro lleno de cuchillas de afeitar, por su rapidez mental, su talento, su afilado sentido del humor… El director de El Apartamento trabajó en dos ocasiones con Marilyn Monroe y nunca tuvo pelos en la lengua para describir cómo fue su experiencia. Eso sí, sus críticas tienen tanta elegancia como mala leche:

"Me han preguntado si volveré a trabajar con Marilyn Monroe, y tengo una respuesta clara. Lo he discutido con mi médico, mi psiquiatra y mi contable, y todos me han dicho que soy demasiado viejo y demasiado rico para someterme de nuevo a una prueba semejante"

"Marilyn no necesita lecciones de interpretación; lo que necesita es ir al colegio Omega, en Suiza, donde dan cursos de puntualidad superior".

"Sobre la impuntualidad de Marilyn debo decir que tengo una vieja tía en Viena que estaría en el plató cada mañana a las seis y sería capaz de recitar los diálogos incluso al revés. Pero, ¿quién querría verla?... Además, mientras esperamos a Marilyn Monroe todo el equipo, no perdemos totalmente el tiempo... Yo, sin ir más lejos, tuve la oportunidad de leer Guerra y Paz, y Los Miserables."

Algo pasa con Katherine Heigl. La creadora de Anatomía de Grey la echó de la serie porque no la soportaba. Vale, es verdad que Shonda Rhimes no es precisamente la mujer más amable de la industria. ¿Pero Apatow? Un hombre que trabaja en equipo, con fama de ser agradable y de repetir con los mismos actores hasta convertirlos en amigos, no puede ser malo. Sin embargo, ella se metió con la película en la que trabajaron juntos, Lío embarazoso, diciendo que los personajes eran sexistas. El director contestó, claro, con una bala envenenada:

“Si la gente dice que los personajes son sexistas no se han enterado de nada, lo son por supuesto, es lo que buscaba… Pero solo en la primera parte de la película. Luego ellos cambian”.

Welles es conocido por trabajar siempre con total libertad, financiando el mismo sus propias películas. Era testarudo, perfeccionista e irritable y por supuesto no tenía ningún tipo de miramientos con los actores. En sus entrevistas no dudaba en despreciar a muchos de los intérpretes de su época, hubiera trabajado o no con ellos.

De Norma Shearer (actriz fetiche de George Cukor) dijo: “Es una de las personas con menos talento que hayan aparecido jamás en la pantalla”.

De Charles Chaplin, con el que casi trabajó en Monsieur Verdoux: “Arrogante”

De Laurence Olivier: “Estupido”.

De Spencer Tracy: “Detestable”.

Michael Bay es ese director (autor) de acción que últimamente solo hace películas de robots gigantes. Una de sus manías es colocar a supermodelos en alguno de sus personajes femeninos. Él es así. O lo tomas o lo dejas. El problema es que a veces se equivoca y coge a actrices con personalidad o carácter, y claro, le sale el tiro por la culata. Megan Fox fue una de las primeras en soltar la liebre diciendo que era un infierno trabajar con Bay.

El director de Armageddon no se amedrentó y contestó en una entrevista para GQ:

“Lo siento, Megan. Siento haberte hecho trabajar 12 horas. Siento haber hecho que te presentaras al set puntualmente. El cine no siempre es cálido y acogedor”.

El director Paul Schrader, tan mítico él como sus guiones (Taxi Driver o Toro Salvaje) trabajó con Lindsay Lohan, la niña Disney convertida en fiestera profesional. El director quiso darle una oportunidad en su thriller independiente y erótico titulado The Canyons junto al actor porno James Dean. Lohan solo ganó 100 dólares diarios. Sin embargo, lo barato sale caro. Al parecer, según el comentario de Schrader, no se llevó demasiado bien con los compañeros de rodaje:

“Ella es perfecta para una película donde no esté involucrada ninguna coestrella”

BOLA EXTRA

En sus famosas conversaciones con François Truffaut, el director inglés dejó claro que el genio era él, y que los actores eran simple mercancía. No es que tuviera tirria a ninguno en particular, simplemente es que asumía que la interpretación estaba totalmente sobrevalorada. Estas son algunas de sus perlas sobre la profesión:

“Los actores son ganado”.

“Cuando un actor me viene diciendo que quiere discutir su personaje, yo le digo: "Está en el guión". Si él me dice: "pero, ¿cuál es mi motivación?", yo le digo: "tu sueldo".

Bueno sí, Hitchcock tenía tirria a alguien en concreto, a Charles Laughton:

“Nunca trabajes ni con niños, ni con animales, ni con Charles Laughton”.