
La vida de Harry Potter cambia radicalmente el día que cumple once años y descubre que es hijo de dos destacados hechiceros. Aquel sorprendente hallazgo le llevará a matricularse en el prestigioso Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, donde consigue aprender todo lo necesario para ser mago.
Así arrancaba la primera novela de una saga que cambió la literatura mundial infantil y, de paso, contribuyó a la integración de los frikis en la sociedad. Como cabía esperar, su adaptación al cine (Harry Potter y la piedra filosofal, dirigida por Chris Columbus y bastante fiel a la cautivadora novela de la británica J. K. Rowling en la que se basa) reventó la taquilla en muchos países.
Ahora que la película cumple 20 años, lo celebramos con este listado con diez curiosidades sobre la mágica cinta.
Spielberg estuvo a punto de ser el director
Steven Spielberg estuvo cerca de convertirse en el director del filme. "Me ofrecieron Harry Potter. La desarrollé durante cinco o seis meses con (el guionista) Steve Kloves, y luego lo dejé", confesaría el mago del celuloide en una entrevista concedida a Digital Spy.
"Simplemente, sentía que no estaba preparado para hacer una película para niños, y mis hijos pensaban que estaba loco. Los libros eran populares en aquel momento así que, cuando lo abandoné, supe que aquello iba a ser un fenómeno".
Buscando al prota ideal
La idea inicial era contar con el actor estadounidense Haley Joel Osment (conocido por su papel protagonista en El sexto sentido) para el papel protagonista de la película. Sin embargo, J.K. Rowling exigió que los actores protagonistas fueran británicos y, además, el equipo de casting prefería que Harry Potter fuese encarnado por alguien desconocido.

Eso llevó a que convocaran un multitudinario casting al que terminaron presentándose miles de chavales (aunque el director del filme quedó cautivado desde el principio por Daniel Radcliffe —al que por cierto ya había visto anteriormente en la miniserie de la BBC David Copperfield—).
Quien la sigue la consigue

Richard Harris rechazó tres veces el papel del sabio mago Albus Dumbledore. Aun así, el propio actor aseguró en una entrevista que acabó diciendo que sí después de que su nieta Ella amenazara con no volver a hablar más con él si no lo interpretaba. El reconocido actor y dramaturgo británico se comprometió entonces a participar en todas las películas de Harry Potter pero, tristemente, fallecería a causa de un cáncer linfático en octubre de 2002.
Gajes del oficio
En los libros de J.K. Rowling, el personaje de Harry tiene los ojos verdes (como su difunta madre). Sin embargo, los ojos de Daniel Radcliffe son muy azules, así que el equipo de producción decidió facilitarle unos lentes de contacto verdes para que diera el pego. El problema es que, tras rodar una escena con ellos, el actor tuvo una reacción alérgica y hubo que cambiar de plan.

Asimismo, para que Emma Watson se pareciese a la Hermione de los libros, los de producción le dieron una prótesis dental. Como vieron que a la actriz no se le entendía nada con aquellos dientes falsos, acabaron desechando la idea.
Comida podrida
La comida empleada en los banquetes celebrados en el Gran Comedor era de verdad. El equipo de producción usó aquellos alimentos durante tres días, lo que significa que el último día aquello andaba ya derretido (por el calor de los focos) y olía fatal. "Teníamos que cambiar la carne cada dos días, y la verdura, dos veces al día", apuntaría luego en una entrevista la decoradora de escenarios Stephenie McMillan.
En las siguientes entregas, las piezas de comida auténtica se congelaron para crear luego moldes de cada una de ellas, y las copias flexibles se vaciaron luego en una resina inodora.
¡J.K. Rowling también dibujaba!

Stuart Craig, diseñador de producción de las películas de Harry Potter, hizo un gran trabajo en todas y cada una de ellas (de hecho, llegó a estar nominado al Oscar). En su primer encuentro con J.K. Rowling, allá por 1999, Craig le preguntó a la autora sobre la geografía del castillo de Hogwarts y sus alrededores. Ella cogió en ese momento un papel y, en cuestión de minutos, dibujó un completo mapa de Hogwarts para Craig, que lo guardó y se refirió a él en cada una de las películas de la saga.
Rupert Grint, dispuesto a todo para conseguir el papel de Ron
Rupert Grint consiguió el papel de Ron Weasley de una manera algo peculiar. Según le contó el propio actor a Rosie O'Donnell en 2001, vio que había en marcha un casting y que otros niños andaban enviando cintas de ellos mismos, por lo que decidió grabarse explicando por qué era el candidato perfecto para el papel.
"Tenía muchas ganas de estar en esta película, así que hice este vídeo. Primero, me vestí como mi maestra de teatro [...]. Luego hice esta canción de rap sobre lo mucho que quería estar en el filme". Grint envió aquella cinta a los responsables del casting y, al poco, tuvo noticias de los productores, que le ofrecieron participar en una audición. Sobra decir que la cosa le salió bien.
Una caricatura autografiada
Durante el rodaje de ciertas escenas, Rupert Grint se entretenía a veces haciendo garabatos en su libro. Durante la secuencia de la lección de pociones en la que aparece por primera vez el profesor Snape, el actor dibujó una caricatura bastante fea del actor que encarnaba a dicho profesor, Alan Rickman.

"Mientras lo dibujaba, Alan Rickman estaba parado justo detrás de mí. Y yo estaba muy asustado", comentaría luego Grint. Pero Rickman hizo gala de su bien conocida afabilidad y acabó asegurando que le gustaba el dibujo. "Le hice firmarlo, y lo tengo en mi poder. Me gusta mucho", confesaría luego el desaparecido actor y director de cine y teatro.
Varias escenas fueron rodadas dos veces
Tanto el libro como la primera película de la saga se llamaron Harry Potter y la piedra filosofal en todas partes menos en Estados Unidos, donde se tituló Harry Potter y la piedra del hechicero (dado que la editorial que lo publicó en este país consideraba que la palabra 'filosofal' podía llevar al equívoco de que se pensase que la novela iba de temas filosóficos, lo cual tenía poco atractivo comercial).
Esto llevó a que cada escena en la que se pronunciaban las palabras "piedra filosofal" tuviera que ser filmada dos veces (una con los actores diciendo "piedra filosofal", y otra con los mismos actores diciendo "piedra mágica").
Lechuzas reales y varitas mágicas

Ocho de cada diez lechuzas mensajeras que aparecen en la película eran reales (en otras escenas, el equipo de la película recurrió directamente a los efectos especiales). Gary Gero se encargó de entrenar a las tres lechuzas que acabaron encarnando el papel de Hedwig, la compañera mágica del protagonista.
Una de ellas era Gizmo, un búho nival que murió durante una sesión de fotos (después de que los flashes de las cámaras lo asustaran y, tras salir volando por la ventana, fuese atropellado por un camión).
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios