
La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) ha clausurado su 65 edición soplando las velas en el marco de una crisis sanitaria que ha deslucido sus bodas de platino. Pero, a pesar de haber sido un año atípico, el certamen ha logrado mantener un formato eminentemente presencial con estrictas medidas sanitarias y adaptándose al toque de queda de 22.00 a 6.00 horas impuesto en Castilla y León el pasado 24 de octubre, coincidiendo con su jornada inaugural.