Lohan, de 25 años, ingresó el domingo en torno a las nueve de la noche, hora local, y fue puesta en libertad antes de las dos de la madrugada del lunes.
La actriz fue condenada a 30 días de prisión por incumplir su libertad condicional.
La superpoblación que existe en las prisiones de California hace que los condenados a menos de 90 días y por delitos menores apenas pisen la cárcel.
Además de su paso por la cárcel, la actriz tendrá que trabajar doce días al mes en el depósito de cadáveres y asistir a cuatro sesiones de terapia mensuales.