Yucatán

Tras El robo más grande jamás contado, Daniel Monzón, cineasta menos prolífico de lo que nos gustaría, regresa a la comedia. Y lo hace por todo lo alto, contando la historia de dos estafadores que se disputan un valioso botín, y a una mujer, durante un crucero transatlántico. Una boat movie (neologismo del director), que en su apariencia liviana respira el aroma de los clásicos, pero que se contagia también del ritmo y de la espectacularidad del cine de acción y de aventuras contemporáneo.

Vuelve a contar el cineasta balear con su equipo habitual de colaboradores (Jorge Guerricaechevarría en el guion, Antón Laguna en la dirección artística y Roque Baños en la banda sonora) y con su actor fetiche, Luis Tosar, que aquí forma triángulo amoroso –y musical– con otros dos actorazos, el bonaerense Rodrigo de la Serna y la limeña Stephanie Cayo. Se enriquece además el filme de papeles secundarios perfectamente dosificados, de la variedad de localizaciones (el crucero parte de Barcelona y hace escala en Casablanca, Tenerife, Brasil y Cancún) y del mestizaje genérico. Las citas son recurrentes, pero lo que en el resultado artístico prevalece es la fusión de unos códigos asimilados por el director durante años de cinefilia. Sin dejar de divertir, en Yucatán están el glamour del musical, el absurdo de las comedias románticas, la intriga de los policiales de viaje, e incluso el slapstick del cartoon animado.